El académico Fernando Haddad, líder del PT (Partido de los Trabajadores) y uno de los referentes de la izquierda en Brasil, reaccionó tras la condena que recibió el martes (20/8) por parte de la Justicia Electoral de ese país, que lo consideró culpable de financiamiento ilícito en su campaña electoral para alcalde de São Paulo (en el año 2012), y le impuso una pena de cárcel de 4 años.

En el primero de una serie de mensajes por Twitter, el también exministro de Educación del gobierno de Lula da Silva dijo que “¡no hay hipótesis de que eso no sea revertido en las instancias judiciales superiores!” (en realidad, el tuit original tiene muchísimas más exclamaciones).

Para entender exactamente lo que pasó, hay que regresar al año de 2012, y es bueno aclararlo sobre todo porque algunas figuras de la derecha chilena, como José Antonio Kast, han estado usando la noticia con alguna distorsión, dando a entender que la condena tendría que ver con la campaña presidencial de 2018 (cuando Haddad fue el sustituto de Lula da Silva, cuando este último fue impedido de competir por la Justicia).

Por lo tanto, lo primero que hay que aclarar es que el caso se remonta a una campaña mucho más lejana, por la cual Haddad ganó la elección para alcalde de São Paulo, en el 2012. Tres años después, él fue acusado por el empresario Ricardo Pessoa, dueño de la constructora UTC, de usar aquella campaña electoral para lavar dinero no contabilizado, a través de una supuesta financiación de folletos que habrían sido pagados por Pessoa.

Esa acusación por lavado de dinero y asociación ilícita también rindió a Haddad una condena en la Justicia común (recordemos que la de ayer fue por la Justicia Electoral), en el año 2017. Sin embargo, aquella sentencia fue revisada dos veces, en los dos años posteriores, y la segunda de ellas fue en febrero pasado. En ambas Haddad fue absuelto, con los jueces considerando que Pessoa no tiene pruebas para sostener su testimonio.

Por eso Haddad llama la atención sobre eso en su reacción a la condena de esta semana, que curiosamente descarta los crímenes que Pessoa afirmó que fueron cometidos por Haddad, y lo declara culpable de financiación ilegal, cargo que no estaba en la acusación presentada por la Fiscalía.

“Pasé cuatro años tratando de probar que ese testigo mintió, entonces el magistrado me condenó por un cargo del cual no había sido acusado (…) ahora, tendré que enfrentar otros dos, y ¿cómo queda la repercusión que eso tendrá en mi vida? ¿En mi trabajo? ¿En mi familia? Tendré que explicar ahora que fui condenado por algo que no he sido acusado. ¿Cómo soportar eso?”, lamentó el profesor teoría política de la Universidad de São Paulo (USP).