"No te corrái, mierda": Revelan violentos ataques sexuales de Renato Poblete
En el informe que redactó el abogado Waldo Bown para la comunidad jesuita, se establece la credibilidad de las denuncias de abuso sexual en contra del fallecido sacerdote Renato Poblete, quien fuera capellán del Hogar de Cristo por 18 años. Sin embargo, las violaciones y abusos del cura comenzaron 20 años antes de este cargo, en 1956, cuando tenía 32 años. El último fue en el año 2008, cuando tenía 84.
No obstante, lo que más llama la atención del contenido de este informe, revelado por un reportaje de La Tercera este domingo, es la violencia y crueldad con que Poblete abordaba sexualmente a sus víctimas. Además se establece que el sacerdote habría violado y abusado a por lo menos seis personas de manera constante y permanente en el tiempo. "Entre sus seis relaciones estables y abusivas, solo dos de esas mujeres acudieron a prestar declaración a Bown. Otras dos estaban muertas al momento de la investigación, otra no calificó su relación con Poblete como abuso y la última de ellas no quiso declarar o reconocer una relación con el sacerdote, pese a que había varios testimonios que la confirmaban", publica el medio.
De 16 de los 22 testimonios que recogió Bown, se puede concluir que Poblete atacaba a sus víctimas con un “abordaje sexual inesperado y violento”. El cura habría abordado sopresiva e intempestivamente a las personas abusadas, cuando intentaba besar o tocar a jóvenes y mujeres que tenían dependencia del cura por motivos pastorales, educacionales o económicos. Estos ataques se producían en su mayoría a puertas cerradas - en su oficina del Hogar de Cristo, en el Centro Bellarmino o en el auto del religioso, cuando ofrecía a las víctimas llevarlas a su casa -, sin embargo también hubo ocasiones públicas, como un retiro espiritual en Punta de Tralca, y momentos como en una confesión a una religiosa, es decir mientras cumplía labores sacerdotales, en que Poblete también perpetró sus abusos.
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“Dame amor”, “te quiero hacer sentir querida”, “quiero darte cariño de padre”, “no te corrái, mierda”, “te quiero querer de la mejor forma”, “sin mí, ustedes no podrán comer” y “acuérdate todo lo que yo hago por tu familia”, son solo algunas de las frases que gritaba el cura a sus víctimas cuando las atacaba, y mientras las agredía también físicamente con golpes, según los testimonios que pudo recoger Bown.
A pesar de todo esto, el sacerdote no era denunciado debido a la dependencia que las personas abusadas tenían de él y la buena relación con las familias de las víctimas, en las que en algunos casos llegaba a ser considerado incluso como parte de estas.
En el reportaje también se revela un caso en que el sacerdote estableció una relación de pareja con una madre de familia, que le daba al religioso acceso a sus hijas pequeñas, las cuales fueron abusadas y violadas reiteradamente por el cura. Una de las niñas, que recibía besos y tocaciones de connotación sexual, fue abusada por Poblete desde los tres hasta los diez años.
Bown pudo establecer que durante el medio siglo de los ataques del jesuita, este abusó de cuatro niñas y adolescentes menores de 18 años. El primer caso fue en 1959 y el último en 2002, cuando Poblete tenía 78 años y se aprovechó de una menor de 12, hasta que esta cumplió 16.
“Si estás gorda no conseguirás a nadie”, “miren, si la violación es inevitable, relájense y gócenlo”, “tú eres tan feíta, pero yo te quiero tanto”, “a todos hay que perdonarles algo, a tu papá que te abandonó, y yo que te quiero tanto”, era lo que Poblete le decía a sus víctimas para denostarlas y lograr que no lo denunciaran.
Por útlimo, el artículo desclasifica que dentro del informe del abogado, se puede encontrar que corrobora que, a lo menos, 15 sacerdotes jesuitas sabían de los abusos sexuales de Poblete. Estos curas habrían guardado silencio, según lo que escribe Bown, por mantener la reputación institucional de la Compañía de Jesús y no dañar su prestigio. "Respecto de siete de ellos se determinó que recibieron algún tipo de información de abusos, y de los otros ocho, tres no recuerdan nada, tres han muerto y dos tienen una enfermedad mental grave", se lee en el reportaje.