Hincha brasileño es detenido en el estadio por hablar en contra de Bolsonaro
Un hecho que si hubiera sido en Venezuela estaría en todos los medios, con la mayor repercusión posible, pero que ha pasado casi inadvertido (¿será que por haber sido en ese Brasil de extrema derecha de Jair Bolsonaro?), ocurrió en la noche de este domingo (4/8) y fue traumática para Rogério Lemes, un hincha de Corinthians que fue al estadio para ver el partido de su equipo (contra su clásico rival, el Palmeiras), pero que terminó víctima de un abuso policial por razones políticas.
El caso tuvo lugar en el estadio Arena Corinthians, en la ciudad de São Paulo. Antes del puntapié inicial del partido, cuando recién entraba al estadio, durante la ejecución del himno nacional brasileño, el hincha corinthiano decidió lanzarle una ofensa al presidente de su país, gritando ei, Bolsonaro, vai tomar no cu (“a tomar por culo”). Quizás imaginando que tenía la libertad de expresarlo libremente en un país como Brasil. Pero no tardaría en descubrir que ya no es así.
Segundos después del grito, un policía le tomó a Lemes por el cuello y lo sofocó hasta dejarlo caído en el suelo, donde otros policías lo esposaron y lo llevaron del estadio hasta una comisaría cercana. “Fui llevado a los empujones hacia fuera del estadio. Yo tengo una prótesis en una de mis piernas, y aunque les expliqué ellos siguieron empujándome”, explicó el hincha.
En entrevista con la periodista Mayara Munhoz, que también es editora del sitio Meu Timão, medio especializado en noticias sobre Corinthians , Lemes contó que pasó más de una hora en la comisaría, donde fue agredido y humillado por efectivos de la Policía Militar (similares a los Carabineros en Chile).
“Me encerraron en una sala pequeña, me tiraron al piso y le decían: `hazte el valiente ahora´ y cosas así. Además, me mantuvieron en una posición en la que la pierna donde tengo la prótesis quedó chueca, y les pedí que me dejaran darme vuelta, pero no hicieron caso. Me tuvieron en esa sala bajo esas condiciones durante unos 40 minutos”, relató Lemes.
Pasado ese período, y cuando le permitieron hablar con una autoridad policial, Lemes dice haber preguntado la razón de su detención, pero no obtuvo ninguna respuesta.
“Le pedí a la mujer que tomó mi declaración que me dijera por qué estaba yo allí, por qué me tenían esposado, y ella me respondió diciendo que yo no había cometido ningún crimen, pero que aquel no era el local adecuado para hacer manifestaciones políticas. Le respondí recordando que la Constitución me da ese derecho, la funcionaria trató de asumir un rol de moderadora de la situación. Le conté que fui agredido y humillado antes de poder hablar con ella, traté de describir lo que me habían hecho, pero ella no registró nada de lo que le dije”, comentó Rogério Lemes.
Además, el hincha también asegura que jamás hubo una advertencia anterior respeto de la acción: “no fui al estadio a buscar pelea, no soy tonto, y si los tipos me hubieran dicho `compadre, entendemos que tienes tu libertad, pero la orden es no permitir que se diga eso´, por supuesto que lo acataría. Pero no fue así, ellos no hablaron nada y de la nada me tiraron al suelo”.
Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública de São Paulo alegó que según sus conceptos el caso de Lemes no se considera una detención. “El individuo fue conducido al Juzgado Especial Criminal donde se registró una `ocurrencia no criminal´ en su contra, y luego fue liberado para que pudiera volver a asistir al partido de fútbol”. Sin embargo, Lemes asegura que solo pudo ingresar de vuelta al estadio cinco minutos antes de que terminara el partido – cuando el marcador ya apuntaba el 1-1 que sería el resultado final del encuentro.
El hincha también lamentó el hecho de que el club Corinthians (conocido por el histórico movimiento de la Democracia Corinthiana, en plena dictadura brasileña) no le diera ninguna ayuda y tampoco se manifestara sobre el caso – aunque en realidad, sí se ha manifestado, pero solamente este martes (6/8).
Más de 30 horas después de lo ocurrido, se publicó una nota diciendo que “la administración del estadio Arena Corinthians y el Sport Club Corinthians Paulista repudian el episodio que resultó en prisión del hincha Rogério Lemes (…) el club reitera su compromiso histórico con la democracia y la defensa del derecho constitucional de libre manifestación, siempre observando los principios de la civilidad y la no violencia, y recuerda que diferentes autoridades, entre ellas el presidente del club, ya han sido blanco de manifestaciones de la torcida durante los más variados eventos deportivos realizados en el local, por lo que este episodio se caracteriza como un grave atentado a las libertades individuales en un Estado Democrático de Derecho”.