Por un “problema logístico” del Ministerio de Salud (Minsal), el deseo de Joaquín Bustos Palma (27) de donar sus órganos no se pudo concretar. El joven falleció en la Clínica Alemana de Temuco, durante la tarde del viernes pasado, pero los graves errores de coordinación no permitieron que sus órganos fueran trasladados desde esa ciudad a Santiago. Si bien, los riñones pudieron ser donados, no ocurrió lo mismo con el hígado, el corazón y el pulmón.

Este lunes, la Fach -organismo que ayuda en el traslado de los órganos- confirmó, a través de un comunicado público, que contaban con una aeronave disponible, pero que recibieron un llamado del Minsal, a través del Ministerio de Defensa Nacional, cancelando la solicitud de traslado. En respuesta, el titular del Minsal, Jaime Mañalich, descartó una negligencia y afirmó que se registra cerca de un 7% de pérdidas de órganos por estas causas.

Pero, ¿qué hay detrás de esta falta de coordinación? La presidenta de la Comisión de Trasplante del Colegio Médico, la doctora Ana María Arriagada, se enfoca en la débil gestión que ha llevado adelante la Coordinadora Nacional Procuramiento y Trasplante, implementada en 2010, durante Piñera I, instancia gubernamental que depende del Minsal.

Sostiene a El Desconcierto que se ha denigrado su poder de gestión y que ha sido incapaz de instalar una política nacional de trasplante fortalecida.

“Se ha perdido recurso humano, horas de enfermeras, personas encargadas de estadísticas, se ha denigrado el nivel jerárquico al interior del Ministerio, dependiendo de otras unidades, y durante varios años se le quitó el poder de exigirle a los directores de hospitales resultados; ahora se repusieron los compromisos de gestión”, reconoce la profesional.

Desde marzo que en el Colegio Médico se ha reunido para generar propuestas sobre el tema, y esperan plantearle un itinerario de trabajo al ministro Mañalich, en una mesa donde esperan que se siente el Ministerio de Hacienda. Aquí, subraya, el ítem financiero es trascendental.

Enfatiza, también, en que cualquier propuesta debe adaptarse a una realidad geográfica compleja, que no pase solo por un centro en Santiago.  “Hay que descentralizar, formar polos regionales, pero no de trasplantes como dijo el ministro, porque sabemos que eso conlleva al menos cinco años y se puede fortalecer el procuramiento en Chile a más corto plazo”, sostiene.

Mientras que el presidente de la Asociación de Dializados y Trasplantados de Chile (Asodi), Miguel Vargas, cree que, ante un panorama de baja de donación producto de la falta de órganos, la situación ocurrida durante este fin de semana es impresentable.

“Hay pacientes que esperan por mucho tiempo y aquí el procuramiento también se tiene que desarrollar de mejor manera: todos los días y a toda hora de la semana”, indicó.

Vargas reconoce falta de proactividad por parte del Minsal, lo que provocó la pérdida de órganos y, por consiguiente, la falta de respuesta a un proyecto de vida que depende de esta donación.

[caption id="attachment_300829" align="alignnone" width="1200"] /Joaquín Bustos Palma[/caption]

Paso a paso: el proceso de trasplante

Sobre el proceso de la donación de órganos, la doctora Ana María Arriagada explica que cuando hay un potencial donante se hace un seguimiento de ese paciente y se le hace saber al Minsal.

Una vez que se transforma en un donante legal, se le aplica el protocolo de muerte cerebral, el equipo tratante informa a la familia y se da pie para que se produzca la solicitud de última voluntad, que consiste en una entrevista familiar. Esa entrevista la realiza el equipo de procuramiento -formado principalmente por enfermeras- y una vez que se manifiesta la voluntad, entonces se le avisa al Ministerio que hay un donante efectivo.

El proceso continúa –detalla Ana María– con la toma de muestras de sangre que permiten que el Ministerio coordine y la llegada al Instituto de Salud Pública (ISP), el que finalmente decide si es compatible con las personas de listas de espera. “Una vez que se informan a las unidades de trasplante, hay un tiempo acotado para actuar. El estado del donante es muy crítico: la persona está fallecida, pero sus órganos siguen latiendo”, explica.

El Minsal es el ente sanitario que debe coordinar que los órganos lleguen a destino, algo que en este caso no se garantizó.

Otro punto que agrega la integrante del Colegio Médico es que no siempre es fácil coordinar un equipo que va a extraer un órgano. “El que falló puede ser el hospital o la clínica porque le falta el recurso humano, hay precariedad también en los equipos, pero aquí fue un tema netamente del Ministerio”, dice.

Su conclusión, finalmente, es que aquí el Minsal no buscó otras maneras de resolver la situación.