Efecto del Morogate: Manifestaciones de este domingo en Brasil muestran caída en el apoyo social de Bolsonaro

Efecto del Morogate: Manifestaciones de este domingo en Brasil muestran caída en el apoyo social de Bolsonaro

Por: Victor Farinelli | 01.07.2019
Como comparativo, podemos citar las manifestaciones de 26 de mayo pasado, convocadas por Bolsonaro, y que llevaron cerca de 50 mil personas en cada una de esas grandes ciudades, mientras las de esta última jornada llegó a los 20 mil en Río y 30 en Sao Paulo, en una cuenta bastante optimista.

Las manifestaciones de este domingo (30/6) mostraron claramente como la derecha más extrema ha perdido espacio en Brasil. Pese a que logro movilizar el país, en todas ellas se vio una muy evidente merma en la convocatoria, incluso en las ciudades de Río de Janeiro y Sao Paulo, que otrora fueron sus bastiones.

Como comparativo, podemos citar las manifestaciones de 26 de mayo pasado, convocadas por Bolsonaro, y que llevaron cerca de 50 mil personas en cada una de esas grandes ciudades, mientras las de esta última jornada llegó a los 20 mil en Río y 30 en Sao Paulo, en una cuenta bastante optimista.

Todavía quedan demasiado lejos de las grandes movilizaciones estudiantiles de principios de mayo, que llevaron más de 1 millón de personas a las calles de casi 200 ciudades, o la huelga general de 14 de junio en contra de la reforma previsional, que también tuvo aceptación por sobre el millón a nivel nacional.

Además, la jornada quedó marcada por peleas a combos y provocaciones entre algunos sectores. El grupo de jóvenes liberales MBL (Movimiento Brasil Libre) fue claramente hostilizado por agrupaciones bolsonaristas más radicales, en las mismas dos grandes ciudades ya citadas. En Sao Paulo, los que atacaron a los liberales fueron miembros de la Derecha SP, grupo ligado al oficialista PSL (Partido Social Liberal).

Los liberales fueron aliados de Bolsonaro durante la campaña presidencial, pero no apoyaron las marchas de 26 de octubre, razón por la cual fueron llamados de “traidores”, “vendidos” e incluso “petistas” (alusión a los militantes del PT, el Partido de los Trabajadores, de Lula da Silva).

Sin embargo, hay que destacar que estas protestas fueron convocadas para demostrar apoyo al ministro de Justicia Sérgio Moro, blanco de una serie de filtraciones del portal The Intercept mostrando cómo él manejó los hilos de la Operación Lava Jato y orientó a los fiscales, lo que no es permitido en Brasil, en situaciones que apunta a que la sentencia que impuso a Lula no contó con la debida imparcialidad que se exige de un magistrado.

De esa forma, el apoyo fue mucho menor  este domingo, lo que se puede leer como una pérdida de credibilidad más de Moro que de Bolsonaro – aunque algunos sectores bolsonaristas también defendieron la jornada como expresión de apoyo a la reforma previsional pretendida por el mandatario, que pretende adoptar el modelo chileno de AFP, pauta que también parece estar perdiendo respaldo.