La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de Brasil recibió este miércoles (25/6) la visita de Glenn Greenwald, el periodista jefe del portal The Intercept, que ha hecho grandes revelaciones en las últimas semanas sobre las irregularidades realizadas por el ex juez Sérgio Moro (actual ministro de Justicia del gobierno de Jair Bolsonaro) y el fiscal Deltan Dallagnol para inculpar al ex presidente Lula da Silva por el caso de corrupción en Petrobras. Su presencia en la sesión era justamente para responder preguntas relacionadas con su reciente serie de reportajes.

La sesión fue marcada por distintos intentos de diputados aliados de Bolsonaro de intimidar a Greenwald, lo que incluyó amenazas de prisión y ofensas a su orientación sexual.

Las amenazas de detener al periodista estadounidense – conocido internacionalmente por su participación en las revelaciones de Edward Snowden, en 2013 – partieron por las diputadas Kátia Sastre, del PR (Partido Republicano) y Carla Zambelli, del PSL (Partido Social Liberal). Sastre empezó diciendo que “este periodista tuvo el descaro de contratar a un hacker para tratar de ensuciar la imagen de un entonces juez, que hoy es ministro, y que ha tenido una labor que yo calificaría como perfecta, y si hay alguien que tendría que ir a la cárcel no es el ministro Moro, sino el periodista, que ha difundido informaciones que consiguió invadiendo la privacidad ajena”.

En seguida, exigió que el entrevistado revelara la fuente que le pasó las informaciones que respaldan sus reportajes si no quiere ir a la cárcel, y afirmó que él podría haber tenido apoyo del gobierno de Rusia y de Edward Snowden para hacerlo. Greenwald respondió que no iba a dejarse intimidar por las amenazas de prisión, “por dos razones, porque sé que no tienes evidencia alguna de lo que me estás acusando, y dos, porque la Constitución de este país me permite resguardar el sigilo de la fuente, que es una de las premisas de la libertad de prensa”.

En seguida, fue el turno de Carla Zambelli de cuestionar las revelaciones hechas por The Intercept, diciendo que “hasta ahora hemos visto solamente transcripciones de chats de whatsapp, pero usted ha dicho que también tiene audios y fotos, ¿dónde están esas pruebas? si tienen audios qué los muestren acá mismo. ¡Desafío al periodista a que nos presente ahora mismo el audio!”. Greenwald también fue contundente en responder a la diputada: “nosotros empezamos a trabajar en eso hace dos semanas, audios cuestan más tiempo para chequear y presentar el trabajo de forma completa y responsable periodísticamente, pero lo vamos a hacer y creo que usted se va a arrepentir de desear que hagamos esto”. Tras la respuesta, Zambelli y Sastre dejaron la sesión, alegando haber sido ofendidas.

Pero si de ofensas hablamos, la intervención siguiente fue del diputado José Medeiros, del partido Podemos, quien volvió a la carga con la teoría de la conexión con Rusia – “¿estaría Snowden por detrás de estos ataques a Moro?” y “¿es usted mismo un espía ruso?” fueron algunas de sus preguntas – hasta una acusación con ofensa homofóbica incluida: “la sociedad brasileña tiene que saber que usted ha participado en la negociación para que su partner sexual asumiera el mandato de Jean Wyllys”.

La acusación de Medeiros tiene que ver con el diputado David Miranda, del PSOL (Partido Socialismo y Libertad) que es marido de Greenwald y que asumió el cargo sustituyendo a Jean Wyllys, que renunció a su tercer mandato por las amenazas de muerte reiteradas que venía sufriendo de grupos bolsonaristas. Nuevamente, Greenwald no dejó al preguntador sin respuesta: “no es la primera vez que recibo este tipo de comentario, pero me llama la atención que le cueste tanto al diputado decir simplemente que mi marido es mi marido, tan simple como eso, incluso porque es su colega en el parlamento, y supongo que deberías respetarlo a él como una autoridad igual que usted”.

La respuesta del diputado David Miranda en su cuenta de twitter:

https://twitter.com/davidmirandario/status/1143694115282006023