Cambio climático: Chile confirma que enviará nuevo compromiso de reducción de emisiones y expertos piden que el país pase “a la acción”
El gobierno chileno ha tenido un inusual protagonismo en las negociaciones climáticas que se iniciaron esta semana en Bonn, Alemania, en la conferencia considerada como el paso previo a la COP 25 que se realizará en diciembre en Santiago.
Chile cuenta con cerca de 30 negociadores en esta cumbre, una cifra que triplica el número de representantes que suele tener el país en este tipo de conversaciones. El punto es claro: el gobierno tiene que estar “encima” de cada uno de los temas que se discuten, para poder llevar adelante su rol en la presidencia de la COP en Santiago.
El equipo chileno -ante la ausencia de la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schimdt, quién llegaría la próxima semana- es liderado por Julio Cordano, jefe del Departamento de Cambio Climático de Cancillería. Cordano, de hecho, ayer anunció que Chile entregará sus nuevos compromisos en la materia, de cara a lo que será la COP en la que todos los países deberían aumentar su ambición.
En 2015, cada país suscribió a su “Contribución Nacional Tentativa” (NDC por sus siglas en inglés), una especie de compromiso individual –no vinculante- de cada Estado para reducir sus emisiones y lograr la meta de los Acuerdos de París. En 2020 es la fecha en que cada país debe actualizar su compromiso.
“Nuestro objetivo es presentar nuestro nuevo NDC en la COP, así que en unos meses más estaremos presentándolo a la comunidad internacional”, anunció ayer Cordano, en medio de un foro que repasaba los desafíos de los NDC para América Latina.
El jefe de los negociadores chilenos aseguró que la COP 25 será “una oportunidad increíble para que las partes adoptemos una narrativa de ambición. Será la primera vez que discutamos sobre ambición sobre la base de reglas conocido”, agregó, en referencia al “libro de reglas” de cómo implementar el Acuerdo de París que se creó el año pasado en la COP 24 y que cerrará la próxima semana en Bonn.
“Estamos en un mundo diferente al de la primera ronda de NDC. Chile es un país diferente. Hoy tenemos un Plan de Descarbonización, que fija una batalla en términos de mitigación. No estábamos ni cerca de tener eso en 2015”, continuó el diplomático, mencionando iniciativas como el impuesto verde y la irrupción de energías renovables como elementos que cambiaron el escenario.
En la instancia, Cordano fue interpelado por el NDC chileno de 2015, que fijó una meta condicional al crecimiento económico del país. “En esa época lo vimos como una mejora en nuestras políticas, pero ahora estamos mirando todas las opciones. No hay decisión definitiva todavía, pero es una opción fijarnos un objetivo absoluto de reducción de emisiones. Hay varios beneficios: es más transparente, es más fácil de hacerle seguimiento, fácil de implementar. Pero no queremos comprometernos a algo que no podremos a hacer, tenemos que ser serios con nuestros números”, afirmó.
Plan de Descarbonización en la mira
Climate Action Tracker es una agrupación de tres organizaciones científicas que hacen un exhaustivo análisis de los NDC de cada país y de qué tanto se acercan a cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
Ayer, en Bonn, presentaron una actualización de las políticas de 24 países. El primero que presentaron fue Chile, debido al importante rol que juega hoy en las negociaciones climáticas. El estudio incluyó los anuncios de mitigación para el sector energético, la Estrategia de Electromovilidad y el Plan de Descarbonización.
El análisis no se queda solo con anuncios, sino que indaga hasta los detalles de lo que pasa en el país. Calcularon, por ejemplo, cuántas emisiones menos emitiría Chile si se lleva a cabo el plan de tener 40% de vehículos eléctricos privados y 100% de transporte público eléctrico para 2050, así como la reducción que supone el cierre de las 8 termoeléctricas de aquí a 2024 y el aumento que supone la central a carbón de Mejillones inaugurada hace menos de un mes.
“Cuantificamos los NDC, las actuales políticas implementándose y los anuncios”, explicó el climatólogo Niklas Höhne. Esto supone tres proyecciones distintas. Y el Plan de Descarbonización proyecta a Chile como uno de los pocos países del mundo que se acercan a la meta del mundo a 1,5º.
“Chile es el primer país que basa la mayor parte de su energía en el carbón que hace este tipo de anuncios. Y eso es positivo. Pero los planes de largo plazo tienen que ser puestos en políticas públicas. Es bueno tener objetivos, pero necesitamos políticas. El primer paso ya lo dieron. Con estos anuncios, Chile tiene que actualizar su NDC”, agregó el experto alemán.
“El Plan de Descarbonización supone muchas cosas que no están siendo legisladas ni implementadas, entonces lo tomamos como un escenario de políticas planificadas. La diferencia entre los planes y las políticas actuales es enorme. El plan es bueno, pero tiene que ser implementado, pasar a la acción. Chile tiene un plan ambicioso, pero no es suficiente, tiene que regularse, implementarse, legislarse”, finalizó Höhne.
Bill Hare, científico climático con más de 30 años de experiencia en la materia, valoró el rol chileno en el actual escenario. “Hoy Chile es un actor importante. El anuncio del cierre de termoeléctricas los lleva cerca del 1,5º, eso es un movimiento transformacional y una señal a otros países de América Latina sobre lo que se puede hacer. Valoramos también sus esfuerzos diplomáticos para que otros países de la región mejoren sus NDC. Somos más optimistas que hace 6 meses”, aseguró.
Donde no hay mucho optimismo es en el resto. El análisis de Climate Action Tracker advierte que las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando, que los combustibles fósiles se expanden y que la instalación de energías renovables es lenta. “Estamos en un período muy peligroso. Podemos avanzar o retroceder y hemos visto ejemplos de ambos. En 12 meses, con los nuevos NDC, sabremos si hay ambición y si hay progreso. Pero ahora estamos preocupados”, dijo Hare.
La ciencia queda fuera
Las negociaciones continúan en Bonn, con las discusiones respecto a los mercados de carbono y cómo incluir el reciente informe científico del IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático), que llama a los países a fijar la meta del calentamiento global en 1,5º y así evitar consecuencias desastrosas para el planeta.
En Polonia, en la COP 24, Estados Unidos, Rusia, Kuwait y Arabia Saudí bloquearon que se llegue a un acuerdo respecto al informe del IPCC. Eso supondría, por ejemplo, que pueda ser usado para interpelar a los países sobre sus acciones y cómo estas no se acercan a la meta colectiva que todos deben tener.
Las negociaciones climáticas funcionan bajo la premisa del acuerdo absoluto. Y cómo no lo hubo en diciembre pasado, la discusión volvió en Bonn. Ayer en una sesión especial sobre el informe, Arabia Saudí y Estados Unidos volvieron a cuestionar el informe, agradeciendo el trabajo científico, pero descartando que este sea ocupado como instrumento para las negociaciones.
Antes del inicio de la conferencia, los países llegaron a un “acuerdo de caballeros”, como lo explicó ayer la organización del evento, de que si no hay acuerdo en materia del informe, no se volverá a tratar en la COP 25 en Santiago. Las reuniones continuarán hasta la próxima semana, pero todo apunta a que la ciencia, una vez más, será dejada de lado.