Alerta, preemergencia o emergencia ambiental: ¿Qué diantres está pasando con el aire en la Región Metropolitana?
Hay una frase que comparten los científicos que estuvieron en la sala de control de la planta nuclear aparecida en la última serie de moda “Chernobyl”, justo después de la explosión, y los de la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Medio Ambiente de la región Metropolitana, después de ver que lo que pronosticaron no coincidió con los hechos: “Lo hicimos todo bien”. Las consecuencias para los primeros son mortales aún hoy, 23 años después; mientras que para los segundos, reflejó la falta de coincidencia entre el pronóstico y la realidad del domingo 9 de junio en la capital.
Con el respeto solemne por las distancias y las proporciones de ambos casos (pero también influidos por el trabajo audiovisual de HBO), quisimos hacer lo que hizo la física nuclear Ulana Khomyuk (interpretada por Emily Watson) y entender qué fue lo que se hizo y no hizo el sábado, cuando se construyeron los argumentos que llevaron a la toma de la decisión final.
Se encienden las alarmas
Antes que todo, hay que entender cómo funcionan las declaraciones de “episodios” vinculados a la calidad del aire.
Todo parte en las Seremis de medio ambiente de cada región. En el caso de la Metropolitana, el encargado es el abogado Diego Riveaux.
Cada noche, a eso de las 21:00, Riveaux y su equipo técnico experto le escriben un informe a la intendenta Karla Rubilar con la información que sostiene la decisión respecto a si ella debe declarar la región al día siguiente en estado de alerta, preemergencia o emergencia ambiental. Luego, con los datos sobre la mesa, es la intendenta la de la última palabra.
“Lo que pasó el domingo fue que nosotros habíamos decretado alerta ambiental. Sin embargo, en dos estaciones se constató que había preemergencia. Es decir, fue más allá de lo que se había decretado. Pero tuvimos la suerte que los niveles de preemergencia llegaron durante la madrugada, que es la hora donde la gente está normalmente en su casa. Por lo tanto, no hubo una exposición a esos niveles de contaminación”, explicó el Seremi Riveaux a El Desconcierto.
Entonces, según cuenta Riveaux, algo ocurrió en las estaciones.
[caption id="attachment_293852" align="aligncenter" width="640"] Foto: Agencia Uno[/caption]
Cambios en las máquinas
En la región Metropolitana existen 11 estaciones de monitoreo de calidad de aire. El “día D” (por “domingo”, digamos) fueron las de las comunas de Cerro Navia (a las 04:00) y Pudahuel (a las 11:00) las que sobrepasaron los niveles de preemergencia. Teniendo en cuenta los horarios, ambas estaciones llegaron a los puntos altos después de la hora en que se envió el informe.
“Como cualquier pronóstico, cualquier cambio en la condición de los factores hace que no corresponda con la realidad. Es igual a como cuando uno ve las noticias y dicen que al otro día va a llover y sales abrigado y con paraguas y hay sol”, compara el Seremi.
Pero las estaciones de medición no son los únicos factores a considerar al momento de tomar una decisión sobre la calidad del aire. Influye también, por ejemplo, si juegan La Roja del Gary o de Tiane.
Multifactorial
El Seremi Riveaux enumera cada uno de los puntos que influyen en el informe que le envía finalmente a la intendenta y que hacen que ella tome la decisión: “Primero, la meteorología. Gran factor, que es totalmente cambiante. Segundo, la calidad del aire, que se evalúa mirando la actual y la de los días anteriores. Tercero, las condiciones de ventilación para el día siguiente. La Dirección Meteorológica nos dice si va a llover o no, pero además nos da cuenta de cómo se va a mover el viento. Y súmale que pueden ellos tener cambios meteorológicos de último minuto que no tienen cómo preverlo”.
¿Y cómo es que influye el fútbol en todo esto? “La existencia de un partido de Chile (y el correspondiente asado), o aquellos días de mucha circulación, como lo fue el día del patrimonio, donde la gente salió a las calles, hacen que el material contaminante en el aire pueda aumentar. También los días fríos, porque entonces la gente usa más calefacción”, precisa la autoridad.
¿Error?
No. Y en esto Riveaux es tajante: “No tenemos que hablar de error, porque siempre se produce un pronóstico. Si después la información cambia, el pronóstico cambia. Un error sería decir algo distinto a la información que entregamos, que no es lo que ha pasado (con los dos casos de pronósticos cambiantes)”.
Además, desde la Seremi sentencian que el cambio climático acelera los cambios en los pronósticos meteorológicos.
Con todo, la exposición a diferentes condiciones de calidad del aire tiene grupos a los que puede afectar en particular: adultos mayores, personas con problemas respiratorios, estudiantes en clases de educación física y deportistas.
La solución medioambiental del gobierno es revisar constantemente las condiciones de aire en la pagina web de la Seremi.