El fallo de la Corte de Apelaciones, que ordenó al Arzobispado de Santiago el pago de una indemnización de $300 millones -$100 millones a cada uno- a Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, fue evaluado de manera positiva por las víctimas de Karadima, quienes aseguraron que esto marca un precedente en contra del abuso sexual en nuestro país.

A través de una conferencia de prensa, los denunciantes señalaron que con el fallo quedó demostrado que "el Arzobispado ha sido negligente en su proceder en términos tales que pueden ser calificados como propios de un encubrimiento que da origen a la configuración de un ilícito civil".

"Hoy el Estado de Chile deja claro que todas las instituciones son garantes y deben proteger los derechos de los ciudadanos. Que nadie por poderoso que sea puede abusar y encubrir abusos sexuales de manera impune", sostuvo James Hamilton.

En la misma línea, José Andrés Murillo señalo que "es un hecho importante no solo por nosotros en particular, sino que por las cientos y miles de víctimas de abusos por parte de sacerdotes y religiosos, que han sufrido la falta de justicia, la victimización, el abandono, la absoluta soledad y la traición a su compromiso original de cuidado y acompañamiento".

El presidente de la Fundación para la Confianza también agradeció a los medios de comunicación por ser caja de resonancia de las personas que han sido victimas. "Eso ha hecho cambiar conceptos culturales hasta hacer inaceptables los abusos que antes eran considerados normales", agregó el denunciante.

Además de esto, Hamilton recalcó que "este fallo, como deja precedente, tiene el efecto de que cualquier víctima va a poder alegar contra el abusador pero también contra la iglesia como garante. Acá lo que se le acusa a la iglesia es encubrimiento, desprotección y negligencia con lo cual cualquier víctima si es que la iglesia llegase actuar con encubrimiento y negligencia tendrá el derecho a demandar a la institución que no preste el debido cuidado".

Para cerrar, el denunciante afirmó que el pronunciamiento de la Corte de Apelaciones "reconoce una estructura de encubrimiento y eso en otras partes del mundo recién se está considerando" y añadió que con esto "el Estado chileno se pone a la altura y le da un ejemplo al resto del mundo. Aquí se dice la iglesia es garante y debe proteger, y no debe seguir impune".

Iglesia no apelará a la sentencia

El Arzobispado de Santiago también reaccionó ante el fallo de la Corte, y a través de un comunicado, informó que no apelarán a la sentencia.

"El Arzobispado de Santiago manifiesta su conformidad con el fallo dictado por la Corte de Apelaciones de Santiago y confía en que esta sentencia contribuya al proceso de reparación del dolor sufrido por las víctimas de Fernando Karadima", señalaron.

"Este fallo marca un paso importante en nuestro proceso de restablecer la justicia y la confianza en nuestra Iglesia de Santiago, porque apunta directamente a las falencias que tuvimos en este caso", agregan.

Sin embargo, en el texto se hace énfasis en que el fallo excluye que haya habido encubrimiento de los abusos por parte del Arzobispado

A pesar de esto, agregan que "la resolución atribuye responsabilidad a la institución por los errores que hemos reconocido desde un comienzo: la forma en que se tramitaron las denuncias presentadas por los demandantes, la inadecuada valoración de las mismas y la falta de acompañamiento a las víctimas".

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