El día de hoy, compañeras, compañeros y compañeres pertenecientes a las Escuelas de Arte, Música y Teatro dependientes de la Facultad de Artes de la Universidad Católica, hemos tomado la medida de hacer ocupaciones de nuestro Campus a modo de visibilizar la ineficiente respuesta de parte de la institución frente a las denuncias de violencia sexual y sexo-afectivas presentadas el pasado 2018 en los mecanismos regulares que la universidad ofrece para ello.

Se ha transgredido de forma sistemática los derechos de les denunciantes al hacerles enfrentar un proceso de revictimización a causa de, la nula competitividad política, social y de responsabilidad comunitaria que ha mantenido tajantemente la universidad; expresada en insuficientes e incluso inexistentes medidas para resguardar la seguridad de la comunidad y personas afectadas; llegando inclusive al punto de entregarle mayores herramientas para este proceso: al acosador, abusador y violador.

No seremos cómplices de las medidas encubridoras de esta institución, nos negamos a seguir en este estado de violencia. Nos mueve la unidad, la seguridad, la sororidad y la confianza dentro de todos los espacios de nuestra vida, y más aún dentro del espacio educativo, donde queremos seguir aprendiendo libre e integralmente en el área que hemos elegido para ello, las artes.

Queremos educarnos, queremos aprender, queremos construir una comunidad educativa que incluya a todos los estamentos pertinentes en donde prime la confianza, el reconocimiento y la unidad; pero NO podemos hacerlo si seguimos encontrándonos con abusadores, acosadores y violadores en nuestros pasillos y salas de clase. El estado de los sucesos se tornó en un espacio violento y desprotegido, por lo que nos vimos en la necesidad de generar nuestro propio espacio seguro para gestionar y enfrentarnos a esta realidad que trasciende de la sociedad y se instala en la Universidad Católica como uno de sus bastiones del conservadurismo.

Exigimos a la administración de la Universidad, que permita el paso sin uso de violencia de todas nuestras compañeras, compañeros y compañeres a la infraestructura donde acontece esta movilización, poniendo hincapié en que NO queremos que se fuerce a nuestras queridas funcionarias, funcionarios, guardias y subcontratados a que se reaccione con fuerza frente a ejercer nuestro derecho básico de huelga y movilización; ya que estas personas son y siempre serán parte de nuestra lucha, con perspectiva de género, clase y raza. Esta lucha no es sólo por todes nosotres, sino que para marcar un precedente para todes les que vendrán.