Una respuesta democrática a la violencia institucional y la manipulación mediática de los funcionarios penitenciarios
1.- Quienes suscribimos este documento somos activistas en la defensa y promoción de los derechos humanos y, en virtud de ello, consideramos importante salir al paso de las declaraciones de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP) en contra del rol que cumple el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) en la defensa de los derechos fundamentales de las personas privadas de libertad.
2.-No somos miembros del INDH, sino activistas autónomos que, incluso, en ocasiones, hemos puesto en cuestión el burocratismo frio con que esta institución ha actuado en algunas regiones - -como Los Lagos y Bio-Bio, por ejemplo-- frente a hechos de violaciones de derechos humanos graves ocurridas al interior de diversos recintos penitenciarios.
3.-No obstante lo anterior, la labor que cumple el INDH en los espacios carcelarios es importante y debe mantenerse e incrementarse, pues es allí donde las prácticas de tortura, de tratos crueles e inhumamos forman parte de un ejercicio extensivo y encubierto por parte de agentes del Estado.
4.-En la línea de las reiteradas advertencias que han hecho poderes independientes del Estado como organismos internacionales sobre las inhumanas condiciones en las que se mantiene a la población recluida, insistimos en que no hay nada que pueda justificar el uso de la tortura y la crueldad sobre el cuerpo y el alma de otro ser humano.
5.-Lo planteado por los dirigentes de la ANFUP respecto del INDH y, en particular, sobre las personas privadas de libertad a su cargo, revela el verdadero pensamiento que está instalado al interior de esta institución y a la cual es necesario ponerle freno, pues, tal cual como lo hicieron en su última movilización gremial, dejan en evidencia que se trata de una organización peligrosa que no respeta los principios humanistas que velan por la vida humana ni se ajusta genuinamente a las reglas que regulan el Estado de Derecho y el orden constitucional.
6.-Son muchas y muchos los funcionarios que allí trabajan e intentan dar cumplimiento honesto a aquello que les ordena la ley, sin embargo, también se ha hecho transversal un tipo de hermetismo con el cual se intenta ocultar la corrupción y los abusos que se producen al interior de esos edificios institucionales. Gendarmería de Chile ha sido convertida en una máquina productora de dinero y son las mentiras y la manipulación comunicacional los principales aliados de aquellos que se benefician inescrupulosamente de la instrumentalización política del miedo y la industria de seguridad.
7.-Las organizaciones de funcionarios de gendarmería no representan a las asociaciones que históricamente han luchado por los principios éticos de la igualdad y la justicia social para los trabajadores. Al contrario, se trata de organizaciones destruidas internamente por las prácticas de matonaje e intriga como forma de autoregulación organizacional; son expertos en usar el dinero como una forma de comprar conciencias y mantener sus cuotas de poder; son especialistas en el ejercicio del simulacro desvergonzado con el cual crean situaciones límites artificiosas a objeto de presionar, sin objeciones éticas, a sus interlocutores en las mesas de negociación; son experimentados en el empleo mal intencionado de la ley como una forma de trucar el contrato social y beneficiarse de manera indecente de los bienes colectivos.
Son profundamente mentirosos, violentos, irrespetuosos y es, una parte importante de ellos, donde se expresa lo peor del daño que produce el encierro carcelario. Es mentira que sienten amor por el país, no creen en la reinserción social de las personas privadas de libertad, no les interesa la seguridad de la nación, no se mueven por intereses superiores y han transformado ese espacio estatal en un peligro para la sociedad. Su móvil principal es el dinero y han sabido generar redes con el poder político, académico y religioso a objeto de ganar adeptos y tener defensores que estén dispuestos a mentir o relativizar acciones que en cualquier democracia avanzada resultarían inmorales y racionalmente inaceptables.
8.-Hoy es importante, en este contexto, que la autoridad central, el poder legislativo, el mundo académico independiente y la ciudadanía tomen nota sobre el comportamiento de estas organizaciones que operan al filo de la ilegalidad. Debemos tomar conciencia de que cada vez se hace más urgente intervenir las cárceles e impedir que al interior de ellas se siga fortaleciendo una organización que expande --a punta de engaños, puñetazos y manipulación mediática-- el miedo y la inseguridad, que amenaza la democracia y pone en riesgo la paz social a través del chantaje, el uso ilegítimo de la fuerza y la promoción de odio en contra de la vida humana...
Firman:
Observatorio Social Penitenciario
Proyecto Mecha Chile
ONG Confederación de Familiares de Presos Comunes
ONG 81 Razones
Agrupación de Familiares de Personas privadas de libertad de Aysén
ONG Marco en Libertad
Fundación Teatro para el Cambio: Capacitas Fusión
Observatorio Social de Derechos Humanos de Osorno
Organización social cultural de los Derechos Humanos de Arica-Parinacota
Fundación Mariposa del Caos – La Serena