Los homenajes a Lula y otros políticos que dejó el Carnaval de Brasil
El Carnaval de Brasil es la fiesta popular más grande e importante de ese país, con sus 5 días de celebraciones y gente cantando en las calles. En ese ambiente, es casi imposible que la política no termine siendo un tema para las comparsas, escuelas de samba o por la gente común y corriente que sale a festejar. Y este 2019, no fue la excepción.
La pauta la marcaron este año los homenajes realizados en el evento más taquillero de esos días de fiestas: el Desfile de las Escuelas de Samba de Río de Janeiro, donde dos de las escuelas favoritas para quedar con el título lucieron temas políticos en sus presentaciones.
Mangueira
La tradicional escuela Mangueira (la que junto con Portela son las más importantes de Carnaval), salió a relucir su desfile bautizado como “Historias de Cuna para Gente Adulta”, en el que critica la “historia oficial” que siempre destaca a figuras blancas y europeas de los momentos más importantes del pasado brasileño y, además, reivindica la importancia de figuras negras e indígenas que siempre terminan siendo disminuidas, cuando no simplemente ignoradas.
Entre esas figuras estaban el guerrero guaraní Sepé Tiaraju, quien luchó contra la colonización portuguesa y española en el sur de Brasil; y la pareja Zumbi y Dandara dos Palmares, quienes lideraron la más grande rebelión de esclavos negros, también en los tiempos de la colonización.
También llamó la atención el carro alegórico sobre el Régimen Militar (1964-1985) donde se veía un grafiti con las palabras “Dictadura Asesina” y alusiones a los masacres en las favelas y comunidades indígenas durante el periodo. Al final, hubo un homenaje a los llamados “Héroes de la Resistencia”, donde se destacó la figura de la concejala Marielle Franco, asesinada en marzo del año pasado por su lucha en favor de los derechos humanos y las mujeres de las favelas, y que contó incluso con la presencia de su viuda, la arquitecta Mônica Benício.
Para cerrar su desfile, Mangueira exhibió su nueva versión de la bandera brasileña, cambiando el verde y amarillo por el tradicional verde y rosado, que son los colores de esa escuela de samba, y reemplazando la consigna “Orden y Progreso” de la bandera original por el “Indios, Negros y Pobres”, los que fueron celebrados por su desfile.
Paraíso do Tuiuti
Otra que generó polémica con su presentación fue nuevamente Paraíso do Tuiuti, la escuela de samba que se ganó todas las portadas el año pasado con la fantasía de Michel Temer retratado como un vampiro.
Este año, la escuela nuevamente sorprendió al hacer un homenaje al Chivo Ioiô, un animal que fue elegido concejal por la ciudad de Fortaleza en 1922. El desfile mostró a Ioiô como “el chivo de la resistencia contra los ultraconservadores armados” (el nombre de una de las comparsas que desfiló con la escuela). En la oportunidad fue presentado en el marco de una irónica candidatura presidencial, llamándolo “el salvador de la patria”.
Algunos comentaristas de carnaval especularon que la figura del chivo Ioiô y sobretodo su “candidatura presidencial”, son una alusión al ex-presidente Lula da Silva, encarcelado desde abril del año pasado por denuncias de corrupción, y que era el favorito para las elecciones presidenciales de 2018 hasta que fue condenado por la justicia.
Pero si quedó alguna duda sobre eso durante el desfile, en el carro final de Paraíso do Tuiuti se levantó la consigna adoptada por la izquierda tras la victoria electoral de Jair Bolsonaro (“nadie le suelta la mano a nadie”) y algunos de sus integrantes abrieron un lienzo que decía “Lula Libre” minutos después de terminar oficialmente la presentación.
Escuelas corinthianas
Otras dos polémicas aparecieron en el carnaval de São Paulo, que suele ser bastante menos celebrado por los medios que el de Río de Janeiro.
Justamente, las dos barras más grandes del club Corinthians generaron los momentos más controversiales del carnaval paulista este año. La barra/escuela Gaviões da Fiel hizo un desfile sobre el sincretismo religioso en Brasil, con énfasis para la influencia de las religiones de origen africana y sus influencias en algunos rituales cristianos tradicionales en Brasil. El tema causó un fuerte rechazo por parte de algunas comunidades evangélicas en el país, que acusaron a la escuela de cometer herejía y de “difundir el odio hacia el cristianismo”.
Luego fue el turno de Camisa 12, otra barra corinthiana que hizo un homenaje a los profesores, alabando a la figura de Paulo Freire, académico brasileños que fue uno de los teóricos de la pedagogía más reconocidos en el mundo, pero que es apuntado por el bolsonarismo como uno de sus grandes enemigos ideológicos. También presentó críticas a la idea del gobierno de Bolsonaro de vigilar a los profesores en las clases, incentivando a los alumnos a filmar y a denunciar a los maestros que consideren “adoctrinadores de izquierda”.
Pifias y cantos contra Bolsonaro
El presidente Jair Bolsonaro no pasó inadvertido por las calles. Aunque fueron mucho más las manifestaciones contrarias al mandatario, también hubo algunas de apoyo, pero llama la atención que la comparsa convocada en São Paulo, y que contó con el mayor número de interesados, según los eventos creados en las redes sociales, no pudo concretarse debido a la falta de personas presentes. Iba a llamarse “Bloco dos Bolsominions” si se hubiera realizado.
En ciudades como Salvador de Bahía, Río de Janeiro, São Paulo y Recife, hubo gritos y cantos en contra del presidente, y se popularizó uno más específico que decía ei Bolsonaro vai tomar no cu (“hey Bolsonaro, a tomarla por el culo”).
En Olinda, donde se realiza el tradicional desfile de los muñecos gigantes representando figuras históricas y actuales, el gobierno local llegó a plantear la necesidad de un despliegue policial para la protección al muñeco que representaba a Jair Bolsonaro, lo que incluso llegó a ser solicitado por la Policía Federal, aunque ésta se rectificó y retiró la solicitud tras ser acusada de preocuparse exageradamente de la imagen del mandatario. Durante el desfile por las históricas calles de Olinda, el muñeco gigante del presidente fue blanco de pifias, y le tiraron piedras de hielo y latas de cerveza.