Lo que pasa en Internet queda en Internet: ¿Qué ocurre con lo que compartimos en Facebook?
Gran parte de las empresas que entregan servicios virtuales poseen oficinas en donde se moderan los contenidos y se revisa todo lo publicado que pasa por un filtro para evitar la difusión de publicaciones con contenido violento, agresivamente sexual o que atente contra los derechos humanos.
Facebook es una de las empresas que posee estas oficinas "censuradoras" de contenidos, en 20 centros repartidos por el mundo en donde se revisan las publicaciones, videos y fotos que suben diariamente los 2.271 millones de usuarios al día.
Según relata una investigación de eldiario.es, los trabajadores de estos centros están 8 horas frente a una pantalla en donde analizan todo tipo de contenido que es reportado, reemplazando el mito de que los algoritmos son quienes eliminan el contenido de la plataforma. No son máquinas ni códigos, son personas quienes revisan todo el contenido censurable: desde pezones femeninos, insultos, drogas, abusos sexuales y ataques terroristas, por mencionar algunos.
Al día, los trabajadores relatan para el medio español que revisan cerca de 400 y 600 casos diarios, contando sólo con 30 segundos para decidir si el contenido reportado es eliminado o ignorado, manteniéndolo en línea. Por otro lado, lo que sí es real que el algoritmo que comenzó a funcionar hace poco, a veces borra por error obras de arte en donde aparece el busto de una mujer porque su código no está tan entrenado.
En el mundo, hay cerca de 15.000 revisores de contenido, quienes bajo contrato garantizan confidencialidad a Facebook, firmando que no revelarán que trabajan para la empresa. En este contexto, enfrentan precarizaciones laborales de distinto tipo, principalmente porque son trabajadores subcontratados y que son penalizados si utilizan su celular o una botella de agua durante su turno.
Según explican las personas entrevistadas en el artículo, hay muchos grupos de Facebook hechos por hombres que logran burlar la censura de lo que suben a la plataforma ya que comprenden los parámetros y el funcionamiento de los centros de censura. Por ejemplo, si los insultos están escritos sobre una foto, un meme o algún material gráfico son borrados por el moderador, en cambio, si están en un comentario agrediendo directamente a una mujer no son borrados ya que las políticas de Facebook no son lo suficientemente específicas sobre las diversas formas de ciberacoso.
Actualmente Facebook no tiene políticas sobre ciberacoso, más que poder reportar la agresión a la plataforma para que los moderadores decidan si lo eliminan o no, lo cual tendrá directa influencia con la cantidad de personas que denuncien la publicación y el contenido de esta, otorgándole mayor prioridad a contenido violento o demasiado explícito sobre asesinatos o accidentes, antes que a agresiones machistas en línea. Aquí puedes revisar las políticas de uso de Facebook.
[caption id="attachment_275860" align="alignnone" width="1253"]
Foto: Agencia Uno[/caption]
Nada se pierde, todo queda en línea
Sobre este tema, es importante destacar que nada de lo que subimos a Internet es borrado realmente en su totalidad. Al momento en que decidimos almacenar esta información en la gran nube es probable que hayan copias de la información por algún lugar.
Gran parte de los soportes digitales (celulares, computadores, tabletas, cámaras de fotos, smartphones, etc) en realidad no eliminan lo que enviamos a la papelera de reciclaje. A pesar de que vaciemos la papelera, sólo imposibilitamos que el buscador no encuentre el archivo pero no borrar su contenido, que permanece en el disco duro y que sigue siendo recuperable.
Los mensajes que creemos eliminados de nuestras cuentas se conservan en nuestro dispositivo y en la empresa que ofrece el servicio. En cada plataforma que utilizamos dejamos un historial digital con la información que quisimos publicar o poner a disposición en Internet.
La única forma de eliminar algo que entregamos a Internet es escribiendo otro archivo encima de él, lo cual es una labor más compleja ya que no hay algo que garantice realmente que el archivo se ha almacenado en el mismo lugar del disco duro en donde estaba el que queríamos eliminar completamente.
Uno de los casos que afirma que nada de lo que está en Internet es realmente eliminado es el caso de Max Schrems, un joven austríaco que solicitó a Facebook todo los datos que tenían sobre él y como respuesta le enviaron 1.200 páginas que contenían la información que había subido a su perfil, sus conversaciones privadas, notas que había eliminado, referencias sobre sus gustos e intereses. Luego de esto, decidió crear la ONG "Europa vs Facebook" que investigó violaciones a las políticas de privacidad en las plataformas de redes sociales luego de que en 2011 diversas plataformas entregaran información de sus usuarios a la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Las empresas a las que entregamos la información no son explícitas al momento de señalar que nuestra información puede ser captada por los motores de búsqueda que archivan, copian y almacenan lo se publica. Esto lo hacen sitios como Google y Archive.org que registra toda la memoria de la Red.
Si deseas borrar algún contenido que te involucre directamente, dañe tu integridad o sea agresivo con una persona, puedes denunciar el contenido de tres formas generales distintas: una de ellas es por pornografía o desnudez, ya que gran parte de las plataformas prohíbe este tipo de contenido. También puedes denunciar el contenido por privacidad, si es que tus datos son revelados sin tu consentimiento. Por último, puedes denunciar contenidos por derechos de autor si es que la información divulgada te pertenece o es de tu autoría.
Si necesitas información más específica sobre como solicitar la eliminación de contenido de las múltiples redes sociales puedes revisar la completa guía levantada por Acoso.Online, un sitio web que acompaña y entrega información a personas que han vivido algún tipo de hostigamiento virtual. Puedes revisarlo aquí.
