La subversión de la gestión municipal: Un proyecto con, desde y para lo social en miras del 2020

La subversión de la gestión municipal: Un proyecto con, desde y para lo social en miras del 2020

Por: Alejandro Aguilera y Nataly Campusano | 20.02.2019
La batalla por la conquista de una correlación de fuerzas sociales ideológicamente favorables a un proyecto frenteamplista de conducción nacional, que incluso contemple la defensa ciudadana de dicho proyecto, deberá darse para los próximos ciclos municipales -como una estrategia de mediano a largo plazo- en torno a la direccionalidad que se le de a la gestión municipal: alcaldías ciudadanas versus alcaldías de gestión neoliberal, como una dicotomía central para la próxima década. Puesto que, estas últimas han dado señales claras de agotamiento y crisis democráticas. Desde las comunas, y no desde otro sitio, podrá disputarse y construirse un nuevo sentido común que restituya la justicia social por sobre el individualismo del mercado.

La prolongada crisis del modelo de gestión neoliberal del municipio de Viña del Mar es, en definitiva e ideológicamente hablando, una crisis de la democracia. El repliegue progresivo de la participación ciudadana en los asuntos públicos, ha ido generando las condiciones objetivas para que, entre otras cuestiones, se haya configurado una corrupción galopante y sin escrúpulos en la administración de dicho municipio. Sobresueldos, horas extras temporalmente imposibles, falsificación de documentación pública y fraude al Fisco han sido, en este sentido, el sello y el prontuario de las administraciones de la derecha y la centroderecha, tanto en Valparaíso como en Viña del Mar, afines al neoliberalismo. En esta línea, el sentido común popular, impuesto hegemónicamente por dicha ideología, le ha permitido a la derecha amplios márgenes de tolerancia a la hora de evaluar la probidad y los conflictos de intereses presentes en sus administraciones.

Pero, ante esta crisis democrática ¿qué camino debe seguir la izquierda chilena, y en particular el Frente Amplio, en el próximo ciclo electoral municipal? Como una aproximación a la respuesta, proponemos dos líneas para el debate. La primera, y tal como lo ha expresado García Linera en sus recientes exposiciones, la izquierda fundamentalmente deberá establecer en conjunto con la ciudadanía un programa de transformaciones sociales que contemple, al menos, seis ejes en su proyecto estratégico comunal: el desarrollo económico local; la lucha contra la corrupción; la disputa ideológica de la seguridad ciudadana (en particular, la lucha contra el narcotráfico); una reforma tributaria progresiva (avanzar en lo que más permita la institucionalidad municipal); la recepción dialéctica y efectiva de las demandas ciudadanas y la batalla en el plano mediático.

La segunda, para las comunas que lo requieran, como el caso de Viña del Mar, ofrecer el discurso clarísimo de que, de ser obtenido un primer periodo de gestión electoral este deberá estar centrado, principalmente, en la recuperación de la gestión comunal y la normalización financiera de las arcas municipales, junto y en paralelo, con la atención de las necesidades más urgentes de la ciudadanía. En este sentido, el plan de desarrollo comunal deberá estar centrado en la importancia de la inversión en lo social, desde lo social y para lo social en la comuna.

Por tanto, no debe ser antojadiza ni puramente electoralista la batalla electoral por la obtención de alcaldías a nivel nacional. Para nosotros, el Frente Amplio, es fundamental dotarnos de una mirada estratégica de largo plazo en este plano, pues el trabajo político comunal se vislumbra como una alternativa concreta de empoderamiento ciudadano, como la alternativa plausible de la construcción de sujetos de cambio en el seno mismo de la sociedad; y sobre el diálogo permanente entre la ciudadanía y la gestión municipal centrada en lo social, se transita hacia el único mecanismo posible que permitiría asegurar una base social ideológicamente sólida que defienda nuestro proyecto frenteamplista de conducción nacional.

En este sentido, la batalla por una transición social y el comienzo del desmontaje del sistema ideológico neoliberal en Chile pasa por la articulación del tejido social en torno a un modelo de gestión comunal que propicie el encuentro, el diálogo y el empoderamiento de la ciudadanía en torno a la gestión comunal, tal como lo han mostrado, a modo de síntesis, las gestiones de Daniel Jadue y Jorge Sharp. Farmacias, ópticas e inmobiliarias populares; generación de cooperativas económicas, autogestión de barrio, descentralización municipal, entre otras iniciativas, son elementos que deben figurar como cabeza de playa para la rearticulación de la ciudadanía en torno a un proyecto comunitario de convivencia: se trata en definitiva de la gestión municipal empoderada y ciudadana contra el individualismo lacerante de las gestiones agotadas del neoliberalismo proclives a la especulación del mercado.