Experta en VIH desmiente a Santelices: "La mayoría de las cifras de nuevos contagios de VIH corresponden a chilenos"
Las polémicas declaraciones del ministro de Salud, Emilio Santelices, en las que vinculó el aumento de casos de VIH en Chile con la llegada de migrantes al país y con el uso de la píldora del día después, no dejan de tener repercusión.
Este lunes fue el Colegio Médico el que salió a criticar las “afirmaciones erradas y estigmatizantes” del titular de Salud y asguraron que "los nuevos casos reportados corresponden en su mayoría a la población nacional”. El gremio también rechazó "tajantemente" las declaraciones de Santelices sobre la píldora por "mostrar como negativa una acertada política de salud".
También desde la Corporación Miles denunciaron que "ambas afirmaciones carecen de fundamento y son totalmente irresponsables" y aseguraron que no hay ningún estudio que avale los dichos del ministro que, según la organización, "contribuyen sólo a estigmatizar a la población migrante y a desacreditar el uso de la anticoncepción de emergencia que ha evitado miles de embarazos no deseados".
En medio de la controversia, El Desconcierto conversó con la académica de la Universidad de Chile y experta en VIH Cecilia Sepúlveda, una de las voces del país con más conocimiento sobre el tema. Especialista en inmunología, la doctora Sepúlveda fue una de las primeras en tratar a los pacientes que convivían con el VIH y desde el principio asesoró la formulación de políticas públicas sobre el tema en Chile.
- La semana pasada, el ministro de Salud presentó las cifras de nuevos casos de VIH confirmados en Chile durante 2018, que registraron un aumento de más de 1.100 casos respecto a 2017, y aseguró que el incremento se produjo por la llegada de extranjeros infectados al país. ¿Qué opina sobre la afirmación que lanzó el ministro?
- La mayoría de las cifras de nuevos contagios de VIH, que han ido en aumento, corresponden a chilenos. Es errado atribuir a inmigrantes o extranjeros el aumento de la notificación de casos de VIH. No es así. Pero si me permite, personalmente, creo que este tema no es cuestión de cifras atribuibles a extranjeros o migrantes. Es un tema que va mucho más allá.
- ¿En qué sentido?
- Es un problema que vemos que va en aumento, al menos desde el año 2010. En realidad, el VIH en Chile nunca ha dejado de aumentar. Desde que se notificaron los primeros casos en 1984 siempre han crecido. Pero, desde 2010 en adelante, vemos que hay un mayor crecimiento. Tanto es así que incluso se habló de un brote epidémico de casos de VIH. Creo que más que fijarse en si se atribuye a extranjeros, hay que plantear que no podemos eludir la responsabilidad que tenemos como país. Es una infección que se puede prevenir y, hasta el momento, las políticas públicas han fallado. Las últimas cifras demuestran que no sólo tenemos más contagiados, sino que aquellas personas que tienen el virus también mueren más.
- La atribución del aumento del VIH a la comunidad migrante no es la primera vez que se da. En diciembre el diputado Leonidas Romero (RN) se expresó en la misma línea. ¿Cómo se sistematiza la información sobre las personas que conviven con el VIH para saber si son migrantes o chilenas?
- Actualmente, eso se contabiliza y se registra preservando la identidad de la persona, pero sí se registran las características generales y la nacionalidad, si son migrantes o no. Esto es importante porque hay que conocer cuáles son las características epidemiológicas de las personas que viven con el VIH en Chile. Pudiera ser que la epidemia hasta ahora se ha concentrado en hombres que tienen sexo con otros hombres, ante la presencia de un mayor número de personas migrantes, cambiara. Por eso, es importante tener esta información, pero, lamentablemente, hoy no la tenemos completa. Por eso, me parece una irresponsabilidad y caer en una estigmatización sin ninguna evidencia indicar a los migrantes como responsables.
- ¿Por qué dice que la información no está completa?
- Los datos nos indican aspectos sociales, edad, sexo, nivel socio-económico... Pero datos en profundidad acerca de las características epidemiológicas de los migrantes, no conozco. Si ha habido algunos estudios, deben estar permanentemente actualizándose. Se necesitan estudios epidemiológicos más profundos para saber lo que está pasando.
- ¿Hoy no podríamos saber el número de personas migrantes que viven con VIH en Chile? El Colegio de Médicos arrojó un dato hoy y dijo que del total de casos, menos del 10% corresponde a personas extranjeras.
- No sé si realmente es tan así porque tampoco hay datos fidedignos de cuántas personas viven con VIH. Sabemos los casos que han sido notificados por el Instituto de Salud Pública (ISP), pero también sabemos que hay un 30 o un 40% más de personas que no se han hecho el test y, por lo tanto, no están en esos datos. Es un poco arriesgado aventurarse sobre eso.
- El ministro también atribuyó el aumento al uso de la píldora. ¿Esa afirmación es correcta?
- No hay ningún estudio que relacione el uso de la píldora del día después con el aumento de la infección por VIH. Ni aquí ni en ninguna parte del mundo. Uno se pregunta: ¿qué relación podría haber entre una cosa y otra? Me parece sumamente grave, tal como señaló el Colegio Médico, que se le asigne un carácter negativo a esta medida que sí ha resultado muy eficiente y ha tenido un impacto grande en prevenir embarazos no deseados. Me parece irresponsable y desacertada la afirmación.
Políticas públicas con resultados "pobres"
- El ministro habló de varias medidas concretas tomadas por el Estado para reducir las cifras de contagio, como campañas, test rápidos, el uso del condón femenino y el tratamiento PrEP ¿Qué le parecen esas medidas?
- El uso del condón masculino o femenino no va más allá del 10% de la población joven que lo usa en forma consistente. Las medidas hay que implementarlas, pero de forma efectiva. Por ejemplo, los test rápidos hay que hacerlos más accesibles, más fáciles, llegar a los lugares donde se encuentran los jóvenes, promoverlos. El porcentaje de población que se hace el test ha disminuido en el último tiempo, lo que parece una inconsistencia con el aumento del número de casos. Sobre las campañas, lo que vimos en la última que se hizo no fue satisfactorio y el Minsal quedó al debe. Fue una campaña atemorizante, que mostraba varios rostros de hombres jóvenes buscando quién tenía el VIH. No se trata de atemorizar ni estigmatizar, sino instar a las personas a que se hagan el test para que reciban un tratamiento adecuado.
- ¿Son suficientes?
- Son métodos importantes, pero lo que está a la base de lo que debieran ser las políticas públicas en Salud al respecto es la educación sexual. Y hay una falta de esa información y capacitación de jóvenes y adolescentes para prevenir esta y otras enfermedades de transmisión sexual que también han aumentado en el último año en el país, como la gonorrea o la sífilis. La realidad chilena es que esa educación integral es inexistente y lo poco que hay, probablemente, no es de la mejor calidad.
- ¿Sería, entonces, la educación sexual la clave con la que otros países –algunos con menos desarrollo de Salud Pública que Chile– han logrado disminuir el aumento del contagio de VIH?
- Ese es un factor clave, pero es necesario complementarlo con otras medidas de rápida instalación, porque estamos contra el tiempo. En Chile el virus aumenta y aumenta. El acceso al tratamiento está instalado y, afortunadamente, desde el año pasado está asegurado para todas las personas que tienen diagnóstico de VIH, independientemente de su estado inmunológico, tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Antes no era así y eso también fue un factor que nos jugó en contra.
- El ministro se propuso en 2018 promover las políticas públicas para reducir el VIH como uno de los temas centrales de la agenda de su primer año de gobierno. ¿Cómo lo evalúa usted?
- Ha habido muchos anuncios, pero los resultados concretos han sido pobres. Se anunció que iban a estar disponibles los tests rápidos en los centros de salud familiar, pero en muchos centros el personal todavía no está capacitado o no hay personal suficiente para realizarlo. Muchos jóvenes han denunciado haber tenido que esperar horas para la atención. Todavía hay barreras burocráticas para realizarse el test. Esa medida creo que está en deuda. Hay que ser propositivo e instar a que se tomen las medidas pertinentes porque la epidemia continua creciendo y eso parece no tener fin.