Con dos DT en el banco: Deportes Melipilla pierde en el último minuto ante Santiago Morning
Avenida Ciudad de México n°1589, Estadio Municipal de La Pintana. Es sábado 16 de febrero y después de 15 eternas semanas se reinicia el fútbol en la primera B. 531 hinchas llegamos a La Pintana, territorio en el “Chago” Morning ejerce una localía sin arraigo. Sólo doscientos simpatizantes microbuseros, varios de ellos jubilados, muy pocos de la comuna, asistieron a dar aguante a su centenario equipo. La utopía empresarial de un fútbol sin hinchas aparece nítida al inicio de la B, lanzada hace años a la suerte de representantes inescrupulosos y dirigencias corrompidas por los dólares provenientes de los derechos televisivos.
El partido arrancó atractivo. En el 4’ el portero melipillano Nicolás Peranic salva el primer mano a mano de la tarde, y dos minutos más tarde Sepúlveda, tras centro desde la izquierda, estuvo débil en la definición. Los primeros 15’ fueron favorables a los del Maipo, que lograron hacer respetar su guión: con cambios de frente buscaron la aparición con espacios de sus laterales proyectados al ataque. Por el sector izquierdo se posicionó Gonzalo Lauler -algo desacomodado fuera de su tradicional lugar como central- y el incisivo Mario Pardo ocupó la derecha, provocando que el juego se cargara a su sector. Así también quedó clara la lectura del Morning: el 4-3-3 de Melipilla quedaba sumamente expuesto -Sandoval, haciendo de 5, debía cubrir extensos espacios a lo largo y ancho- y el contragolpe sería la vía predilecta para dañar al potro, a través del talentoso mediapunta argentino, Oscar Ortega, y el movedizo 9, el peruano Miguel Curiel.
En el 17’ Sosa baja un melón y la cede a Ayala, quién desde la izquierda sacó un remate con poco ángulo que vence al portero Gelpi, convirtiendo un golazo que incendiaba las gargantas nostálgicas de la parcialidad melipillana. Y si de nostalgias se trata, volvimos a vivir la fragilidad psicológica sintomática de los equipos de Encinas, pues seis minutos más tarde Arias remató de media distancia y dejó el marcador en tablas. Melipilla continuó en una búsqueda inofensiva el segundo tanto, apoyándose de manera excesiva y predecible en el excelente lateral Mario Pardo -refuerzo traído del campeón, Coquimbo Unido-, quién no pudo sacarle provecho a su velocidad y siempre centró desde muy atrás, con la defensa del Morning bien ubicada. La posesión no significó peligro y, en efecto, la más clara fue del Chago en el 37’, protagonizada por Ortega en otro mano a mano,que tras definición exquisita, terminó de milagro en el palo. Sin más asunto, finalizó un pálido primer tiempo.
Y de entrada llegaron los abrazos. En el 46’ Sepúlveda, de media vuelta, hizo infértil la volada de Gelpi y decretó el 2-1. Aún así, Santiago Morning no salió de su aplicada táctica y continuó en su juego conservador, apelando a contraataques y pelotas paradas. Por esta vía es como en el minuto 10 Ortega lo tuvo nuevamente, después de un preciso lanzamiento libre desviado por una espectacular volada de Peranic dirigida hacia el rincón inferior derecho de su arco. Tercera intervención decisiva del guardavalla argentino.
La dupla técnica Contreras-Encinas -el “Coke” bastante más silencioso que su colega- reemplazó en el 13´a Milton Alegre -movedizo, aunque opaco en las entregas- por Fernando Meneses. Pese a su evidente sobrepeso, al ex UC le alcanza para desequilibrar en la categoría y el equipo ganó en sorpresa con sus pases filtrados y gambetas. Por su parte el “Chago”, pese a la adversidad, continuaba esperando a Melipilla, que se lanzaba con más ímpetu que ideas sobre el arco rival. Minuto 71: el elenco bohemio ejecuta una jugada preparada -más vieja que el hilo negro-: centro al primer palo y aparece el 9 peruano corriendo al espacio para cabecear sin marca, a 3 metros de Peranic. La ingenua zaga melipillana fue privilegiada espectadora del 2-2 transitorio.
Tras cartón, en el 73’, la dirección bicéfala decide reemplazar al volante Sepúlveda por el delantero paragua Gustavo Guerreño, despoblando aún más el mediocampo. En la cancha se esbozó un 4-2-4, acumulando en exceso el juego por las bandas, sin que esto redundara en mayor volumen ofensivo. El Morning, cómodo con el resultado, apostaba al pelotazo y a la contra de sus dos delanteros, sin pasar zozobras en defensa.
El árbitro Andaur poco colaboró con la fluidez del partido y detuvo el partido reiteradamente. En el 88’ hace crecer un amago de trifulca y expulsa a Cristián Magaña por una infracción al reglamento que nadie percibió desde la tribuna. Y cuando ya empezábamos a resignarnos al empate con sabor a derrota, el central Rodrigo Canosa sube al córner para anotar el tanto de la victoria y desatar la furibunda frustración Melipillana, después de dilapidar un partido que teníamos en el bolsillo.
El plantel se despidió entre aplausos y en cambio Encinas fue abucheado con todo el espectro de insultos posibles de ser oídos en una cancha en Chile. Otra vez Deportes Melipilla se ve enfrentado a la fantasía infantil de su principal dirigente, que pese a los fracasos anteriores, insiste en ensayar una patética carrera técnica en el club de su propiedad. ¿Por qué se fue Adomaitis, de campañón la temporada pasada?, ¿es mucho pedir un poco de transparencia? Para desgracia del señor Encinas, los hinchas seguimos existiendo y después de este partido nos gustaría saber, si no es mucha la intromisión, quién es el director técnico del equipo.