El Plan Nacional de VIH 2018 ya está en marcha y una de sus principales medidas era la disponibilidad gratuita de más de 200 mil test rápidos a lo largo del país.

Cabe recordar que es importante que las personas se realicen el examen debido a que existió un aumento del 96% en los casos entre 2010 y 2017 (pasando de 2.968 a 5.816 nuevos contagiados).

Además de esto no se conoce la totalidad de personas contagiadas. Según el coordinador de AHF en Chile, Leonardo Arenas, existen 25 mil personas en nuestro país que no saben que tienen VIH.

Es por esto que el test rápido parece una buena medida para avanzar en el reconocimiento de la condición serológica de los chilenos. Sin embargo, a la velocidad del test se contrapone la espera que tienen que hacer los pacientes para acceder a él.

Según indicó El Mercurio, existen personas que han indicado que para realizarse el test deben esperar hasta 7 horas lo cual hace que muchos de ellos desistan de tomar esta opción.

Esto ha generado las críticas de algunas organizaciones civiles que han señalado que en el sistema público siguen persistiendo las mismas trabas que existían con el test de Elisa.

"En muchos Cesfam todavía están pidiendo hora, las personas tienen que concurrir, entrevistarse con algún profesional de la salud para que recién le den una orden para otro día, lo que retrasa mucho el trámite", sostuvo Michael Díaz, secretario ejecutivo de la Fundación Sida Maule.

"Esto repercute en que la gente que está interesada en conocer su estado serológico se desincentive por la pérdida de tiempo y no se hagan el examen, lo cual puede ser peligroso", agregó.