Justicia ratifica veto a personas trans para ingresar a las fuerzas armadas estadounidenses
La Corte Suprema estadounidense aprobó la medida militar propuesta por Donald Trump para prohibir el ingreso de personas transgénero a la milicia norteamericana, lo cual para los activistas LGBT del país es considerado un acto cruel e irracional.
La aprobación de esta medida resultó una sorpresa luego de que las distintas cortes vinculadas en el tema prohibieran todas las propuestas anteriores del gobierno por limitar, reducir o prohibir el ingreso de personas transexuales a la milicia norteamericana presentadas en agosto de 2017. Cabe destacar que esta medida fue anunciada por Trump vía Twitter en julio de 2017 y confirmada por su secretario de Defensa, el militar James Mattis en el mismo mes, quién en su momento comentó que la incorporación a las filas militares de las personas trans "pone en riesgo la letalidad y eficacia militar"
Tras ser confirmada por Mattis, el poder ejecutivo siguió trabajando en el tema y en febrero, el Pentágono envío una recomendación a la Casa Blanca en que si bien no solicitaba explícitamente el no expulsar a los militares transexuales, se aconsejaba que no se permitiera el aislamiento de personas que quisieran en un futuro someterse a una operación de cambio de sexo.
Con esta medida, Trump cierra la puerta a un colectivo que había empezado a incorporarse públicamente a filas en junio de 2016 durante la Administración Barak Obama. En aquel entonces, con Ash Carter como máximo responsable de Defensa, se anunció una política que ponía fin a la prohibición imperante que negaba el acceso de los transexuales al ejército.
Para el fiscal general de Washington, Bob Ferguson, "Las personas transgénero abiertamente han estado sirviendo en el ejército durante dos años y medio, y los líderes de cada rama han declarado que su servicio no ha perjudicado al ejército". afirmó.
El fallo contó con la presencia de 9 jueces, con votos de 5 contra 4. Los cuatro jueces que votaron en contra la medida fueron quienes siempre se opusieron a la propuesta transfóbica de Trump. Las juezas liberales Ruth Bader Ginsburg, Sonia Sotomayor, Elena Kagan y el juez Stephen Breyer fueron quienes discreparon ante la medida que atentaba contra el derecho a la igualdad.
El respaldo contra la medida transfóbica tiene su raíz en que actualmente el máximo tribunal estadounidense posee una gran mayoría conservadora tras la llegada del juez Brett Kavanaugh a finales de 2018.
La medida aprobada resulta inaceptable teniendo en consideración las cifras del Centro Nacional para la Igualdad de los Transexuales en Estados Unidos, la cual estima que cerca de 2millones de estadounidenses se identifican como transgénero y de los cuales cerca de 15.000 personas transexuales sirven a las Fuerzas Armadas de EE.UU en la actualidad.
El mismo Centro insistió en su momento vía Twitter que esta medida era "un intento de poner descorazonadas restricciones en la vida de dos millones de personas para afectar inmediatamente su derecho al acceso a la salud, vivienda, educación o un trato justo bajo la ley y consolidar una visión dogmática y arcaica del mundo" y también calificó este acto como un ataque directo a las personas transexuales.
Durante el primer tiempo en que fue anunciada la medida, antes de su confirmación por parte del gobierno, los estadounidenses se reunieron en las calles para manifestarse en contra de la medida bajo la etiqueta #WeWontBeErased (#NoSeremosBorrados).
Mientras tanto, los alegatos contra esta medida serán escuchados en los tribunales inferiores de Estados Unidos en donde los opositores a la prohibición insisten que reincorporarla infringiría la cláusula de protección igualitaria de la Constitución.