Mujer que denunció violencia de capitán de Carabineros acusa sentir miedo y desilusión de ver "cómo el agresor es un protegido del sistema"
A través de una carta enviada a la directora del medio El Heraldo Austral, una mujer llamada Annabella Malatesta hizo pública una misiva dirigida a la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá, sobre la cual asegura aún no tener respuesta. En la misiva enviada a fines de octubre expone la situación de violencia que ha enfrentado antes y después de denunciar a su esposo, capitán de Carabineros de la subcomisaría de Reloncaví, en Puerto Montt.
Annabella comienza relatando que el pasado 10 de mayo fue víctima una vez más de violencia de género: "Esto es porque hace 6 años estuve viviendo en esta situación (círculo que es muy difícil de salir), pero esta vez una tercera persona hizo lo que yo nunca me atreví: denunciar este caso, el que tuvo connotación pública".
Ese día, Malatesta sufrió lesiones al interior de su hogar, una de las casas fiscales de la institución. Tras realizar la denuncia, uniformados acudieron al lugar y su marido fue formalizado por lesiones menos graves, amenazas y maltrato habitual en los tribunales de Puerto Varas. El 14 de julio ingresó una querella criminal por los tres delitos que fue patrocinada por el SernamEG.
Sin embargo, el pasado 6 de septiembre se le aplicó una suspensión condicional del procedimiento, un acuerdo que el imputado aceptó conforme, pero que no contó con la aprobación de la víctima: "Esta situación es muy injusta porque Fiscalía de Puerto Varas NO hizo eco de mi voz, me consultó si yo aceptaba suspensión condicional del procedimiento, porque quedó por escrito que yo como víctima me negaba a esta situación. Solo me oyó como dice la ley, mas no procedió", detalló la mujer.
En la carta dirigida a Plá, Annabella asegura que "nosotras las víctimas en casos tan graves como la violencia contra la mujer, nos sentimos desprotegidas dependiendo del fiscal de turno, porque algunos ni siquiera escuchan lo que ustedes como Gobierno dicen tener: Tolerancia cero a la violencia contra la mujer, pero en realidad no siempre es escuchada la voz de la víctima, solo es oída, pero NADA MÁS".
A la vez, señaló que en el caso el fiscal resolvió no investigar pese a los antecedentes, pruebas y testigos del caso. Solo llegó a un acuerdo con el imputado, "a pesar de mi oposición formal para que éste aceptara suspensión condicional", detalla.
Malatesta añade que se acercó al general de zona, quien le dio garantías para seguir viviendo en su casa mientras continuara siendo esposa del capitán, donde también residen sus dos hijas. Sin embargo, acusa que estas condiciones cambiaron abruptamente el 25 de octubre pasado, cuando se le notificó "que mi marido solicita dar término de contrato de arriendo y que debo hacer el abandono en un plazo máximo de 60 días del inmueble, es decir el día 24 de diciembre. Si yo puedo o no a nadie le importa, solo se me ordena".
"Siempre creí que denunciar hechos de violencia generaría en mí una vida más tranquila y sanadora, pero no es así, muy por el contrario, esto no termina nunca. Estoy llena de miedos, frustraciones y desilusión de ver cómo el agresor es un protegido del sistema", denuncia la mujer en su carta.
Al cierre, Annabella recalca que "nos piden que denunciemos la violencia, que no tengamos miedo ¿para qué? Para que sigan existiendo casos como el mío y así como yo, existen mucho más casos de mujeres. No quiero ser NI UNA MENOS porque detrás de mi están mis hijas y delante de ellas estoy yo".