En su mayoría, desde sus comienzo los superhéroes han buscado portar la capa de los valores positivos, ser un faro de rectitud y representar lo mejor de las sociedades, sea lo que sea que eso signifique de acuerdo a la sociedad y el momento histórico en el que se encuentren.

Es por eso que cuando se estrenó en 2015 la serie "Supergirl", dos años antes de que el movimiento #MeToo se tomará la agenda, con la actriz Melissa Benoist como protagonista exclusiva de la historia centrada en la prima de Superman, tenía mucho sentido que estuviera muy pendiente de tener perspectiva de género y tratara de entregar un mensaje empoderador y, por momentos, feminista. Aunque sean menos las veces que logre esto último, el norte lo tiene claro.

Vocación por la inclusión

Llevando la aire cuatro años y siendo desde las últimas temporadas un bastión económicamente importante para la cadena Warner Bros., "Supergirl" se ha consolidado en el panorama de las adaptaciones para la pantalla chica de historias de los comic, basando su éxito en las aventuras de su protagonista Kara Danvers (Benoist) pero también en la clara vocación por ser inclusiva y mezclar explícitamente los conflictos de villanas y heroínas con temáticas sociales.

Por ejemplo, en la segunda temporada de la serie bajo la producción de Greg Berlanti ("Love, Simon"), Alex Danvers, la hermana mayor (y humana) de Kara, estuvo durante varios capítulos intentando aceptar que se sentía atraída por una mujer, y, por lo tanto, aceptar que era lesbiana.

Incluso, en uno de los momentos climáticos de la temporada, Alex decidió contárselo a su familia, recibiendo un gigantesco abrazo de empatía por parte de su hermana, Supergirl. "¿Eso era todo? Pensé que te había pasado algo malo", le dice, demostrando que no había nada raro ni negativo en que siguiera su nueva orientación sexual.

Mi nombre es Nicole

Es así como llegamos a la cuarta temporada, con el ingreso de Nia Nal o Dreamer, el personaje interpretado por Nicole Maines, una actriz y activista trans de 20 años que dará vida a esta heroína que estará bajo el alero de Supergirl y que también será trans.

Y si bien Nicole tiene una breve carrera en la actuación, su nombre resonó en Estados Unidos ya que ella luchó contra la discriminación y el odio en su colegio, tal como pretende hacerlo ahora en la ficción. En 2007, cuando ella tenía 11 años, un familiar de una de sus compañeras se quejó en la dirección del colegio por permitirle usar el baño de niñas, lo que terminó en que se viera forzada en usar los de empleados.

Es por esto que llevaron que su familia decidió ir a tribunales por lo que consideraron era una actitud discriminatoria. Siete año después, en 2017, el tribunal sentenció de forma histórica que sí se habían violado sus derechos humanos, lo que creó una jurisprudencia obligando al establecimiento a permitir el acceso a cualquier estudiante trans de usar el baño que vaya acorde a su identidad.

Incluso, con 14 años, Nicole le habló a EE.UU. para explicarle por qué sentía la necesidad de cambiar su nombre de pila (Wyatt). Lo hizo en las páginas del Boston Globe en 2011, acompañada de sus padres adoptivos y de su hermano gemelo Jonas. Ahora, volverá a hacer historia convirtiéndose en la primera superheroína abiertamente trans de la TV.

Y a diferencia de otros papeles de personajes trans en la industria y que suelen ser tomados por actores y actrices cisgénero, Nicole sí es trans, por lo que marca también un antes y después a la hora de hacer los casting y la elecciones de los intérpretes.

La llegada del personaje que interpretará Nicole Maines a la TV abierta de Estados Unidos y a las series para todo público, y principalmente infantil y juvenil como lo es "Supergirl", marca un avance en la normalización de la representación de la diversidad sexual en la ficción.

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