El sacerdote John O'Reilly cumplió este lunes su condena de cuatro años de libertad vigilada por el delito de abuso sexual contra una menor de edad, quien era estudiante del Colegio Cumbres. Ahora, el religioso tendrá que abandonar el país.

O'Reilly tiene un plazo de 72 horas para dejar Chile, luego de que la Corte Suprema autorizara su expulsión tras perder la nacionalidad por gracia. Al respecto, el abogado de las víctimas, José Ignacio Escobar, sostuvo que "no hay ninguna justificación para que se mantenga en el país".

El sacerdote de los Legionarios de Cristo vive en Chile desde 1985 y en el año 2008 recibió de parte del Congreso -a través de un apoyo transversal- la nacionalidad chilena por gracia, en reconocimiento a su "labor apóstólica y educativa dirigida al mundo de la juventud, inculcando el amor al prójimo y a los más necesitados".

En 2014, el irlandés fue encontrado culpable por abusos sexuales contra una menor del colegio Cumbres donde ejercía como capellán. Pese a que existían otras denuncias en su contra, fue la única que logró acreditarse.

Hace algunas semanas, el cura le pidió expresamente a sus abogados que analicen la posibilidad de pedir que se revoque la expulsión, ya que no quiere irse del país. Sin embargo, pronto podrían aparecer nuevos problemas para O'Reilly, cuando se entregue la sentencia canónica del Vaticano, que incluiría más denuncias de abuso.

Actualmente, John O'Reilly vive en la casa de los Legionarios de Cristo, ubicada en Los Dominicos y recibe visitas constantemente. Esta noche, de forma exclusiva, CHV Noticias revelará un reportaje que muestra el intento de soborno a una de las testigos del caso y el hostigamiento que sufrieron aquellos que entregaron su testimonio contra el religioso.