Adiós a los niños: El fin del centro de Playa Ancha donde se torturaba adolescentes

Adiós a los niños: El fin del centro de Playa Ancha donde se torturaba adolescentes

Por: Esteban Elórtegui Gómez | 17.08.2018
El cierre del Cread de Playa Ancha es necesario, pues desde hace décadas está instalada en su interior una cultura de tortura, donde impera la violencia, el silencio y la impunidad. Se normalizó el maltrato grave como forma de control conductual de los niños, con la excusa de que se trataban a los NNA como “complejos” y “delincuentes”, frente a profesionales indolentes y autoridades displicentes.

En el Sename era un secreto a voces el maltrato grave que existía hacia los niños en el Cread de Playa Ancha, pero mi primera aproximación concreta a esa realidad fue en el año 2013. Fui curador ad litem de un adolescente en situación de calle en Quilpué y tuve que pedirle al Tribunal de Familia su ingreso al Cread. En la antesala de la audiencia, al conversar y comunicarle su destino, el joven –quien me impresionó por su limpieza y usar zapatillas roñosas- estalló en lágrimas e imploró que no lo enviara a ese lugar. En un momento intentó ahondar en lo que le estaba pasando, pero luego prefirió callar. Unos segundos después asintió ante la pregunta de si allí había sido maltratado.

Al salir de la audiencia le prometí al joven que trataría de ayudarlo, frente a él llamé al director (s) del Centro en ese momento para que resguardara su integridad. Al día siguiente, al visitarlo, en la casa B todo parecía normal, salvo lo extrañado que se veía el personal por que un abogado “de la dirección regional” estuviera ahí un sábado por la mañana con un regalo: unas zapatillas.

No era posible imaginar, al menos para mí en ese minuto, que en el centro se podían producir y encubrir sistemáticamente gravísimas violaciones a los derechos humanos de NNA, como me enteraría tiempo después.

A poco de asumir como director regional de Sename en el 2014, se produjo un conflicto con uno de los gremios, dado que a uno de sus dirigentes regionales fue destituido en un sumario por maltrato a un niño en el Cread, pero se exigía la reapertura del proceso. Pese a las fuertes presiones, incluidas las del presidente nacional de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) y un parlamentario de la época, el sumario se cerró y el dirigente fue despedido.

A principios de 2015 en el marco del cierre del Hogar La Providencia en Valparaíso, una niña -de no más de siete años- se me acercó para pedir que por favor no la enviara al Cread, pues allá a las niñas les hacían “cosas muy feas”.

Me agobiaba oír tanto sobre el ese lugar, pero al ir al centro, lo que hacía a menudo y a cualquier día y hora, todo parecía normal y los funcionarios se comportaban de forma muy amable.

Sin embargo, todo pronto cambiaría, al pasarse de los rumores y testimonios de oídas a evidencias claras, palpables e inobjetables, que permitieron comenzar a correr el velo que cubría una realidad llena de vejámenes a niños y adolescentes de este lugar.

En mayo de 2015, casi al mismo tiempo, llegaron dos denuncias de abuso físico y psicológico generalizado en casa Amanecer del Cread. A raíz de esto, los profesionales comenzaron a entrevistar a todos los niños de la casa, quienes fueron consistentes en los relatos, al leerlos erizaban la piel: la pérdida de dientes de un niño al ser golpeado por un educador, tropezar para luego y caer al suelo del baño.

En seguida, se ofició a Fiscalía y se dio curso a un sumario y se suspendió a once educadores de trato directo.

Entonces el Cread se fue a paro y toma. La historia ya es conocida: los dirigentes acusaron persecución, que la fiscal del sumario era una maltratadora y que los niños estaban mintiendo. En adelante, sería esa la tónica ya que vendrían más denuncias, mayores antecedentes, pruebas, sumarios, suspensiones y destituciones. Además de eso, se interpusieron querellas por apremios ilegítimos y más movilizaciones de los gremios.

En diciembre de 2015  la directora del Cread desde su oficina oyó gritos que provenían del segundo piso, entonces subió hasta la casa C y vio a una funcionaria de trato directo golpeando sin cesar a niño en la ducha, quien luego fue detenida y formalizada.

En febrero de 2016 un educador fue sorprendido por una auxiliar de aseo que vio cómo un educador golpeaba a un niño en el patio del lugar. El acusado se defendió diciendo que estaba jugando. Al otro día esparcieron basura en el patio por donde habitualmente limpiaba la auxiliar. También se publicó una declaración del gremio en contra de esa profesional. A la fecha, el funcionario acusado solo sigue suspendido.

En julio de 2016 llegó una denuncia por castigos reiterados a adolescentes en la casa B del Cread y la constatación de lesiones. Todos los adolescentes fueron entrevistados por supervisores y coincidieron los relatos: sí, existía violencia y castigos.

Pese a la salida de varios agresores (más de 20 educadores), el incremento de funcionarios y la baja de niños y adolescentes en el Centro (más de 130 funcionarios, menos de 80 NNA) y así también las inversiones en infraestructura, el CREAD el año 2017 presentó un aumento de eventos críticos y el maltrato no cesó. Ocurrieron situaciones tales como la niña que quedó atrapada entre las rejas y un muro al intentar huir, otra niña sufrió fracturas al caer y un niño fue víctima de lesiones por maltrato de parte de un educador. Otra niña tenía un golpe en su cabeza producto del maltrato por parte de una educadora. También hubo adolescentes detenidos y formalizados tras incurrir en desórdenes al interior.

El cierre del Cread de Playa Ancha es necesario, pues desde hace décadas está instalada en su interior una cultura de tortura, donde impera la violencia, el silencio y la impunidad. Se normalizó el maltrato grave como forma de control conductual de los niños, con la excusa de que se trataban a los NNA como “complejos” y “delincuentes”, frente a profesionales indolentes y autoridades displicentes.

Cuesta entender que los profesionales, en especial las duplas psicosociales del Centro, no hayan sido las que develaran lo que ocurría allí adentro. Asimismo, mientras tanto las autoridades por lo general no se involucraron, permitiendo la existencia de estas aberraciones.

El cierre del Cread Playa Ancha (anunciado para diciembre de este año), es urgente, pues solo así se podrá colocar fin a décadas de barbarie, en que las víctimas han sufrido amedrentamiento, golpes, patadas, lesiones y delitos sexuales. Vale decir, diversos abusos reiterados, los que acabarán en la medida que se cuente con residencias absolutamente nuevas: reducidas, con personal sano y especializado, así como con autoridades serias y comprometidas, para que nunca más se torture a niños, niñas y adolescentes bajo el cuidado del Estado.