España: Nuevo líder del Partido Popular amenaza con retrocesos en Ley de Aborto
El pasado sábado el Partido Popular (PP) activó su proceso de supuesta renovación. Después de una campaña de primarias, la primera para de la historia del partido conservador, la militancia y 3.000 compromisarios (en su mayoría elegidos por sus militantes) votaron el sucesor de Mariano Rajoy, hasta entonces presidente de la colectividad. El elegido fue el joven Pablo Casado, el candidato que desplaza al PP aún más a la derecha del eje político.
Casado recibió el apoyo del ex presidente español José María Aznar, las organizaciones de extrema derecha, y los movimientos ultracatólicos como HazteOir, promotores en España del llamado "Bus de la Libertad" -en Chile impulsado por Marcela Aranda-.
Su posición antiabortista ha sido anunciada durante todos sus años en política. En 2015, en una entrevista televisiva, dijo que "el aborto no es un derecho", unas palabras que recordó durante la campaña interna de su partido para posicionarse.
En otra cuestionario planteado por El País los días previos a la primera vuelta de las primarias también declaró que apostaba por "volver al consenso social de los 80 y 90 del PSOE [Partido Socialista] y del PP que [el ex presidente José Luís Rodríguez] Zapatero rompió con fines electorales". Con estas palabras, el nuevo líder del PP pretende modificar la de interrupción del embarazo aprobada bajo el gobierno de Zapatero, una ley de plazos, para volver a la del 85, de causales. Un cambio que el ex presidente español Mariano Rajoy no llegó a materializar porque la reforma que trató de instaurar de la mano de su primer ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, en 2012, que contemplaba sólo dos supuestos (riesgo para la salud física y psíquica de la madre y violación) quedó totalmente tumbada gracias a la movilización feminista por el derecho a decidir y arrasó también con Gallardón, quien pidió su cese del Ejecutivo en el verano de 2014.
En los últimos días, el flamante presidente basa basó en su experiencia personal para defender activamente este retroceso. "Yo he experimentado las ganas de vivir de un bebe desde las 22 semanas, que es la franja en la que es posible abortar en España", dijo sobre el nacimiento de su hijo Pablo, prematuro.
El movimiento feminista español ya manifestó en redes sus intenciones de "hacerle frente" y de volver a salir a la calle como en 2014 si es preciso. Para las activistas, el la lucha para la interrupción voluntaria del embarazo aún no ha terminado ya que buscan flexibilizar la obligación del permiso paterno o de tutores legales para las menores de 16 y 17 años.