El mayo del '68 parisino comenzó en Chile en 1961
Este mes de mayo de 2018 se celebran 50 años del acontecimiento conocido como mayo del '68, evento que atrajo las miradas de gran parte del mundo por su impacto y la rebeldía se hizo evidente entre los estudiantes parisinos y también de los obreros por generar una ingobernabilidad para sacar del poder a Charles De Gaulle pero no dejará el gobierno, al revés las elecciones serán ganadas por la derecha francesa meses después, sin embargo, dimitirá al año siguiente. De aquella rebeldía que no solo fue en Francia, sino abarcó muchos países de diferentes maneras y con objetivos muchas veces muy distintos.
Esta rebelión y como algunos autores denominan revolución, tenía de todo un poco, parte del mundo de la cultura pop que se había convertido en una especie de símbolo de revuelta masiva y también de la cultura hippie con su eslogan “haz el amor y no la guerra”. Por ello es un fenómeno muy complejo, trazado de ideas socialistas, los inicios de la preocupación ecológica, el feminismo, la liberación sexual, las luchas independentistas anticoloniales, entre ellas la guerra de Vietnam, la sociedad de consumo instalada a través de la fórmula de desarrollo capitalista de la industrialización, la desigualdad norte-sur y otras innumerables causas y efectos que han sido tratados por filósofos, sociólogos, políticos, antropólogos, por nombrar algunas disciplinas y también una nueva concepción de la visualidad a través del diseño, el cine, la fotografía y la indumentaria. Quizá como algunos dicen: fue una rebelión improvisada, pero que dejó profundas huellas en la sociedad, tanto en el continente europeo como en América. Las ansias de libertad de cambiar el mundo, el fin de las costumbres conservadoras, la insurrección anti sistémica, teniendo un poco de la rebeldía romántica del siglo XVIII, como ejemplo, el hipismo y su vuelta a la naturaleza o en lo político, el anarquismo de principios del siglo XX.
Los hechos ocurridos muy complejos y con muchas aristas culturales, económicas y políticas han hecho con el transcurso del tiempo ese mayo del '68, de algunos mitos y otro de realidades objetivas. Interpretados como un gran acontecimiento de rebeldía, instalando el sueño del cambio: las masas organizadas pueden cambiar el mundo, el ideario de la izquierda parecía cumplirse, pero al cabo del tiempo el capitalismo es como el mito de la hidra, se le corta una cabeza y crece otra, sin dejar de decir, para otros se convirtió en un fetiche cultural, pero sí todos están de acuerdo, el cambio cultural fue evidente. La sociedad ya no sería la misma.
El mayo del '68 como fenómeno cultural, comienza con un hecho muy simple – quizá como los de ahora –, pero que luego se transforman en expresiones de descontento, y que remecen los cimientos de la sociedad, así lo está haciendo el movimiento de equidad de género en nuestro país. ¿Alguien habría podido vaticinar estas reivindicaciones que ocurren hoy en nuestro país?
El mayo del '68 en París surge casi como un hecho fortuito. En 1967 los estudiantes de la Universidad de París en Nanterre mostraron su descontento aparentemente por las precarias instalaciones de residencia. Sin embargo, había una queja más soterrada, porque las chicas podían visitar las residencias de los estudiantes y no al revés. Querían igualdad de condiciones por ello al año siguiente en enero de 1968 con la venida del Ministro de Juventud y Deportes a inaugurar un hecho tan simple como una piscina, fue recibido con grafitis obscenos y la hostilidad de los jóvenes. Esta sería la chispa que desataría los acontecimientos del “Mayo del 68”, que comenzaron en marzo del mismo año en París, y han sido ampliamente comentados por los medios periodísticos tanto en su momento, como ahora. Me detuve en ese hecho casi superficial, pero que, en nuestra sociedad, a consideración de la fluctuación política, cultural y social siempre al acecho, pareciera siempre estuviéramos caminando en los bordes de la inestabilidad.
A veces, solo falta que se aúnen las circunstancias para que todo pueda cambiar o convertirse en una tensión al parecer siempre oculta, es solo que se den las condiciones sociopolíticas para que estallen, como decía el viejo Marx. Solo dos ejemplos de los últimos años en nuestro país: la marcha de los pingüinos el 2006, los movimientos estudiantiles del 2011 por la educación gratis y de calidad.
En Chile sucederá algo parecido y será el fenómeno de La Reforma Universitaria, acaecida entre los años 1967 y 1973, que se planteó como objetivo el co-gobierno de profesores y estudiantes, no fue un hecho inédito en la historia del país. Este tipo de situaciones venía registrándose desde la década de 1920.
Así, el mayo del '68 parisino comenzó en Chile en 1961 con la ocupación por los estudiantes de los locales de la Universidad Técnica del Estado (hoy U. de Santiago) de la Escuela de Minas en la sede de la ciudad de Copiapó el 25 de mayo de 1961; su objetivo participar en la elección del Director de dicho establecimiento. Este movimiento reformista pasando los años fue ampliándose al resto de los campus universitarios del país y finalizó su primera etapa en 1967.
Algunos de los argumentos siguientes están expuestos en el artículo de Luis Cifuentes “El Movimiento Estudiantil Chileno y la Reforma Universitaria: 1967-1973”, en el libro Intelectuales y Educación Superior en Chile.
Después de 1961, se realizaron varios seminarios que precedieron la Reforma Universitaria, ellos fueron:
- Seminario a petición de la Federación de Estudiantes de la Universidad Técnica del Estado (FEUT). Participan docentes, estudiantes y autoridades del plantel.
- Seminarios en la Universidad Católica de Valparaíso (UCV), organizados por el académico Luis Scherz, que tres años más tarde dan origen a la Reforma de esa casa de estudios.
- Seminario realizado en la Universidad de Chile.
Como se ha dicho, una serie de fechas dieron inicio a este movimiento, que provino en esencia de las y los jóvenes universitarios. El 15 de junio de 1967 comenzó la toma de la Casa Central de la Universidad Católica de Valparaíso y que pone fin a la primera etapa. Pero el caso más bullado ocurrió en la Universidad Católica de Santiago.
El periódico El Mercurio, que siempre ha sido un fiel representante del poder económico y político de la oligarquía chilena, acusó a estos estudiantes de estar dirigidos por el Partido Comunista, hecho absolutamente falso. Esta noticia produjo como efecto que los estudiantes de la «toma» colgaran un lienzo en el frontis de la Casa Central de la Universidad Católica de Santiago que decía «Chileno: El Mercurio miente». Esto causó un gran revuelo político y social. Era inconcebible en la época que algunos jóvenes estudiantes acusaran a ese diario de mentir. Además, muchos de ellos provenían de la misma clase social representada por el periódico.
Al mes siguiente, los estudiantes de tres universidades de la capital: Universidad de Chile, Universidad Técnica del Estado y Universidad Católica de Chile, viajaron a Valparaíso, para apoyar a sus compañeros de la Universidad Católica de esa ciudad.
El 10 de agosto, los estudiantes vuelven a ocupar la Casa Central de la Universidad Católica de Santiago. Tres días más tarde, finaliza la huelga de la Universidad Católica de Valparaíso. El 21 del mismo mes, también termina la toma de la Casa Central de la Universidad Católica de Santiago y renuncia su rector Arzobispo Alfredo Silva. Al día siguiente, asume como pro rector designado, el arquitecto Fernando Castillo Velasco, Finalmente, en el mes de noviembre, Castillo es elegido rector de la Universidad Católica de Santiago en un claustro de académicos y los representantes de los estudiantes. El 14 de septiembre, se produce la toma, de la Casa Central de la Universidad Técnica del Estado.
En ese mismo mes, se realiza en la Universidad de Chile un plebiscito estudiantil sobre el co-gobierno y triunfa el rechazo a éste, apoyado por el Partido Demócrata Cristiano. Sin embargo, el año 1969 asumirá como Rector elegido por la comunidad universitaria, Edgardo Boeninger.
El 27 de octubre, se pone fin a la toma de la Universidad Técnica del Estado. Como consecuencia se logró constituir la primera Comisión de Reforma con participación de profesores y alumnos. Al año siguiente el 20 de agosto de 1968, fue elegido por la comunidad universitaria Enrique Kirberg como Rector.
La Reforma tuvo tres objetivos democratización, modernización y compromiso social. Se produjeron avances importantes en estas tres áreas, pero la de mayor difusión fue la elección de los rectores y Consejos Superiores en claustro pleno. Lo relevante fue la participación de toda la comunidad y los debates acerca de la problemática universitaria y nacional que cambió la vida académica.
Esta acción social de la universidad permitió un mayor acceso de las clases postergadas a un nivel de educación superior. Este proceso amplió la matrícula en los claustros universitarios, así se crearon nuevas sedes en distintas ciudades chilenas, por tanto, esta Reforma adquirió una transversalidad a nivel nacional.
Una serie de acontecimientos llevaron, finalmente, a la elección democrática de los rectores en las universidades chilenas. Entre 1968 y 1972, todas las universidades nacionales –vale decir, ocho— eligieron sus máximas autoridades con participación de los estamentos docentes y estudiantiles. Con ello se puede desmentir la creencia respecto a que el movimiento estudiantil de “Mayo del 68”, en París, y el chileno hayan tenido las mismas raíces, aunque sean coincidentes en el tiempo: Sólo encontraron ciertos efectos parecidos, las barricadas, las tomas y marchas santiaguinas de esos años, pero aquella ola de cambios, los acontecimientos de París que teniendo los mismos principios de rebelión y transformación en la historia contemporánea, estos en Chile habían comenzado muchos años antes. Este evento internacional vendría a reafirmar a los jóvenes universitarios que estaban en el camino correcto.
Además, se debe agregar toda una sinergia de cambios culturales desde 1966 en adelante con la aparición de los primeros grupos de rock nacionales que traerían una renovación de la iconografía local y nuevos ritmos musicales influenciados por una estética tanto del pop británico como estadounidense, sumado a ello la Nueva Canción Chilena que tiene como partida el Festival de la Canción Universitaria en 1967 y que reivindicará una búsqueda por lo identitario. Surgen las primeras boutiques, el uso de la minifalda por las jóvenes chilenas, se hace evidente el feminismo más militante dentro de las jóvenes universitarias. Así, dando paso también a una gráfica influenciada fuertemente por el diseño pop y la psicodelia, apropiándose de las carátulas de vinilos, algunas revistas y el afichismo.
Todo esto no habría sido posible sin un entorno social, de esperanzas, de cambios y de sectores cada vez más organizados. Los obreros, campesinos y una gran parte de la juventud planteaban demandas de participación, reivindicaciones y justicia social.
La Reforma Universitaria llegó a su fin con el golpe militar del 11 de septiembre de 1973, que dejó una gran cantidad de académicos, estudiantes y administrativos asesinados, torturados, exonerados y exiliados. Sin embargo, no pudo contener el cambio cultural reflejado en mayores libertades y el rol que tendría la juventud desde ahora en adelante. Como se dijo en un principio la Reforma Universitaria tuvo tres objetivos: democratización, modernización y compromiso social, perdió la democratización, pero no así la modernización y el compromiso social quedó latente hasta recomponerse en los años ochenta en la disidencia contra la dictadura.