Hace 10 días que el gobierno chileno esbozó por primera vez la posibilidad de no designar a un embajador en Venezuela. El canciller Roberto Ampuero advirtió que se estaba evaluando dicha posibilidad, a la espera de lo que sucediera en las elecciones presidenciales, que se celebraron este domingo en el país caribeño.

“Estamos observando cómo se desarrollan las circunstancias. Queremos ver qué pasa en estas mal llamadas elecciones, queremos ver cuál es la reacción de la comunidad internacional. Queremos ver cuál es la reacción del gobierno de Maduro (tras las elecciones), y allí veremos si corresponde o no corresponde enviar a un embajador”, sostuvo en ese momento Ampuero, en entrevista con La Tercera.

Los comicios del domingo -donde Nicolás Maduro fue reelecto en medio de múltiples cuestionamientos internacionales a la legitimidad del proceso eleccionario (ver página 22)- solo endurecieron la postura crítica que había manifestado el gobierno de Sebastián Piñera.

Este lunes, el Mandatario aseguró que en Venezuela “está ocurriendo algo trágico” y señaló que junto al Grupo de Lima buscarán “caminos más eficaces y que produzcan mejores efectos” para dicho país. La instancia multilateral, en tanto, emitió una dura declaración, donde informaban que los 14 miembros del grupo acordaban “reducir el nivel de relaciones diplomáticas” con el gobierno de Maduro,

Fue en este contexto que fuentes de Cancillería confirmaron que Piñera ya adoptó la decisión de no nominar a un embajador en Caracas de manera indefinida.

Desde el gobierno aseguran que la definición justamente va en línea con lo anunciado por el Grupo de Lima en torno a reducir las relaciones diplomáticas con Caracas. Subrayan que la definición incluso supone una resolución menos compleja respecto de otros países, porque no será necesario retirar al embajador, ya que el último representante diplomático en Caracas, Pedro Ramírez, renunció el 11 de marzo pasado, en coincidencia con el término del gobierno de Michelle Bachelet. Con todo, hay países del Grupo de Lima, como Perú y Colombia, que ya han retirado a su embajador de Caracas.