Ivette Vergara recordó oscuro episodio en sesión fotográfica: "Nunca lo denuncié porque no se usaba en esa época"
En medio del destape de denuncias por acoso sexual en el mundo de la TV chilena, diversas mujeres del espectáculo han comenzado a compartir sus experiencias y a comentar crudos episodios del pasado que antes ocultaron por miedo.
Durante el pasado lunes, en el matinal Mucho Gusto, de Mega, se discutió acerca de las acusaciones en contra del ex director de teleseries de Cnal 13, Herval Abreu y la animadora Ivette Vergara detalló un hecho que vivió cuando iniciaba su carrera en la pantalla.
El episodio ocurrió en medio de una sesión fotográfíca, a cargo de un profesional cuyo nombre Vergara prefirió mantener en el anonimato.
"Yo creo que hay que tener ojo a esa edad (22 años) y ahora que uno se va olvidando. Más menos, yo a la misma edad, en una sesión de fotografías, llegué a un lugar. Un fotógrafo bastante conocido en su momento. Y me cita a eso de las ocho y media, porque yo tenía una grabación antes, en su casa, y su casa era parte del estudio fotográfico. En realidad, no había nada de sospechoso", señaló la animadora.
Vergara agregó que, al momento de comenzar con las fotografías, él le habría ofrecido un vaso de bebida: "Y en un minuto el vestuarista dice ‘ya estamos, son las últimas tenidas y estamos ok’. Perfecto. Yo ya había hecho varias sesiones de fotografías con él antes. O sea, no lo venía recién conociendo. Había trabajado prácticamente un año con él", agregó.
"En esa sesión me ofrece el vaso de bebida. Yo estoy posando para la cámara. Y de repente empiezo a ver todo como estrellitas, puntitos, puntitos, puntitos. Y yo vivía con una amiga. Te estoy hablando que tenía 20, 21 años. Vivía con una amiga y ella vivía muy cerca. Y alcanzo a llamarla por teléfono, no existían los celulares, y ella estaba con un médico, que era su pareja, y me dice textual: 'Te echaron coca en tu bebida’", relató la animadora.
A juicio de Vergara, "uno no tiene cómo darse cuenta, porque uno confía. Además, era un conocido. Cuando me ofrece un vaso de bebida, yo lo tomo y me empiezo a sentir, no sé, habrá pasado media hora, pero me acuerdo que estaba parada y empiezo a ver todo negro con puntitos. Y ahí me tira en el sillón y me empieza él a sobajear los pies y después el tobillo. De ahí yo me incorporo de lo mareada que estaba, pero nunca perdí el conocimiento, yo creo de la adrenalina que tenía en ese minuto. Entre la adrenalina y el miedo, hizo que no me durmiera y que estuviera a la defensiva y al poco rato llega mi amiga a buscarme".
"Yo nunca lo denuncié, porque no se usaba en esa época. Pero de ahí dije ‘nunca más’. Tampoco me atreví a hablar. Entonces, ojo, en esa edad es un perfil. Ojo con el mundo de la publicidad también", subrayó Ivette Vergara.