Emilia Ríos y Francisca Millán: Las voces feministas del nuevo bloque que integra el Consejo Político de RD
La explanada de Plaza Italia acogerá este sábado a partir de las 20:00 horas el cambio de mando de los representantes del Consejo Político Nacional de Revolución Democráctica (RD). El evento dejará una nueva foto de familia, para el período 2018-2019, con rostros renovados y un plantel más diversificado.
2.416 militantes verdes -de un total de 44 mil- participaron el pasado fin de semana en la elección de los ocho miembros del Consejo Político Nacional, donde se midieron fuerzas las distintas facciones del partido que suma más diputados del Frente Amplio (FA). De hecho, los resultados dibujaron un RD diverso, en el que los Terceristas, encabezados tradicionalmente por el diputado Giorgio Jackson, y los Pantalones Largos, liderados por Miguel Crispi, tendrán que hacer un espacio a otra facción que también se levanta como mayoritaria: la alianza de Comunes y Territoriales, con Renato Garín al frente.
Bajo la lista "Un RD para Chile", los Terceristas sumaron un 31% de los votos, lo que les proporcionó tres miembros en el Consejo (Diego Vela, Ana Mora y Patricia Aguirre); "Organizando la esperanza" fue el paraguas del bloque Pantalones Largos, que logró sacar 2 consejeros (Ana María Yáñez y Sebastián Depolo) con un 28% de los votos. En tercera posición, y solo a un punto de sus predecesores, se colocaron los Comunes y Territoriales, con la lista "Territorios Comunes", que alcanzó un 27% de apoyos, que se tradujeron en dos consejeros (Pablo Padilla y Emilia Ríos). Finalmente, a un poco más de distancia, quedó el grupo de los "no loteados", es decir, los que no se integran en ninguna de las facciones anteriores, quienes se presentaron con la lista "Divergentes" y recibieron un 13% de votos y una consejera (Alejandra Millán).
Además de los ocho integrantes de las listas nacionales, las bases eligieron también otros tres miembros procedentes de los distintos frentes del partido -como el de género-, tres más para las comisiones y uno por cada región, excepto por Aysén, cuya plaza quedó desierta por falta de postulación, y Territorio Extranjero, que tampoco tuvo ningún candidato para representar a los afiliados del partido en el extranjero.
El Desconcierto ha conversado con Emilia Ríos y Francisca Millán, dos de las mujeres líderes del bloque de los Comunes y Territoriales, para conocer cuál será su estrategia -como bloque y como mujeres- al interior del partido, y cómo enfrentan los desafíos que se le presenta una de las principales organizaciones del FA.
Emilia Ríos, desde el territorialismo
Cientista política de formación, Emilia tiene 29 años y desde octubre de 2016 es concejala de la comuna de Ñuñoa. Milita en RD desde 2014 y lo eligió como partido porque consideró que era el movimiento político de izquierda "que se estaba tomando más en serio el desafío político del momento". En su elección, valoró "la orgánica inclusiva y definida" y trabajar por temas diversos, más allá de lo estudiantil.
¿Cómo interpretas la emergencia del bloque "Territorios Comunes" en las elecciones del Consejo Político Nacional?
No fue un resultado sorpresivo, en el sentido que el territorialismo siempre ha sido una fuerza dentro de RD. Desde el comienzo hemos sido relevantes: hemos estado en el Consejo Político y en la Directiva. La alianza con los Comunes responde a una visión crítica de lo que fue la conducción del año pasado. Lo que sucedió entonces fue que, con una directiva que representa solo a un bloque -a los terceristas- y un Consejo Político donde ellos estaban en mayoría, se provocó que la discusión política fuera muy escasa, poco diversa. Eso fue un diagnóstico compartido y transversal. Nuestros organismos no estaban representando la diversidad que existe desde siempre en RD y que es una de sus fortalezas. No somos un partido doctrinario, sino que nos vamos construyendo en la discusión, por lo que esta configuración fue muy limitante. Si bien nos fue bien en las parlamentarias, a lo largo del proceso se levantaron muchas voces críticas sobre la conducción que se empezó a cerrar.
¿Cuál será tu rol dentro del Consejo Político?
En lo personal, más allá de ser territorialista, lo que le falta al partido es tener más conciencia de cómo se da la discusión a nivel de calle, de sentido común. De repente nos perdemos, pensamos que nuestra forma de hablar es la que le interesa al vecino o vecina, que es quien finalmente tiene que votar por nosotros. A veces siento que estamos muy alejados de eso. Para disputar un proyecto político mayoritario, tenemos que aprender a hablarle a la ciudadanía. Y eso no se hace desde un pedestal, se hace estando, apareciendo. Mi trabajo político es eso, por definición: entender qué pasa desde la plaza del barrio hasta el Congreso. Eso es lo que quiero aportar al Consejo.
¿Qué vínculos quieres construir o fortalecer con los nombres más reconocidos o mediáticos del partido: Sebastián Depolo, quien también salió electo en el Consejo Político, Rodrigo Echecopar o los diputados?
Una de las cosas que dijimos mucho durante esta campaña es que la revolución parte por casa. Eso, porque tenemos varias trabitas que nos están dificultando construir un partido fuerte. Creo que este diagnóstico también lo comparte Sebastián Depolo. Ahí hay una posibilidad de alianza interesante para ir empujando hacia estos cambios. Si la directiva no ve o no comparte este diagnóstico, yo sé que en el Consejo Político sí hay muchos que pensamos que hay cosas que cambiar. Pero, además, están los ompañeros de Comunes, esa es la alianza natural, que con ellos estamos muy claros en lo que queremos lograr dentro del partido.
¿Cómo se han forjado las sinergias con tu compañera Francisca Millán?
La Francisca ha sido un tremendo aporte al territorialismo. Se ha dedicado mucho a visibilizar el tema del feminismo, que en RD nos falta avanzar mucho en eso. Ha trabajado en temas locales, tiene una práctica y siempre se pone a disposición. Eso es muy bueno para el territorialismo. Vimos que había un liderazgo interesante y eso quedó súper demostrado en sus resultados de las elecciones.
Francisca Millán, desde los derechos humanos y el feminismo
Empezó a militar en RD hace sólo un año, justo cuando se puso en marcha la candidatura de Beatriz Sánchez para las elecciones presidenciales. Desde entonces, no ha abandonado el espacio político, siempre desde la trinchera del feminismo. Francisca tiene 31 años, es abogada y se dedica a investigar y asesorar sobre temas de derechos humanos y género. Son su expertise. Ex militante del Partido Socialista, al que abandonó porque "el feminismo no lograba permear al interior del partido", eligió RD porque cree en "la institucionalidad y la conformación de un partido".
¿Cuál será tu rol en el Consejo Político desde el espacio de "Frentes", en el que fuiste elegida?
Todas las personas que se eligen en el Consejo tenemos el mismo rol: todos somos consejeros políticos nacionales. La diferencia que se hace entre los elegidos por lista nacional, por frentes, por comisiones o por regiones es el origen del espacio de base al que pertenecen. Por ejemplo, yo soy militante del frente de Género, por lo tanto cumplo con el requisito que el estatuto establece para postular como consejera política nacional de Frentes. Así, se asegura que el Consejo Político Nacional esté compuesto por personas que participan de diferentes espacios basales.
¿Y cuál sería el origen basal de los militantes elegidos para las listas nacionales?
Ahí no se les exige ningún origen en particular. Hay representantes más bien simbólicos, que han participado históricamente del partido, por ejemplo, en su fundación, que tienen alguna figuración nacional o alguna incidencia. Pero no vienen de un espacio determinado: hay gente de frentes, de territorio, gente que actualmente no participa de espacios basales, hay de todo. No hay un requisito previo.
Tu candidatura, ampliamente respaldada, se basó en un discurso muy feminista, colocando el tema como una teoría política que debe permear la izquierda. ¿A qué atribuyes este éxito?
Cuando decido ser candidata por Frentes lo hago con la necesidad de instalar la necesidad de entramar la lógica feminista en todas las discusiones, de manera orgánica e integral, en la interna del partido. Debemos entender al feminismo como una ideología que tiene mucho que ofrecer a los partidos del siglo XXI y que responde a muchas cosas que, históricamente, desde la izquierda no hemos sido capaces de resolver. No hablemos de feminismo sólo como una agenda (estar en contra de la violencia o a favor de la educación no sexista), sino que hablemos de feminismo en cada cosa de la que este partido habla. A la militancia le hace sentido un liderazgo de mujer que reproduce un discurso que va más allá de las agendas de género. También pasa por como nos organizamos internamente, más allá de ser un partido que tenga principios de igualdad de género. Por ejemplo, mejorar la participación política de las mujeres, más allá de establecer cuotas. Hay que generar un proceso de deconstrucción de la militancia respecto a las estructuras patriarcales intrínsecas, que se dan especialmente en los partidos políticos. Ponemos al feminismo en un lugar al que hoy ningun partido político lo está haciendo.
En este sentido, ¿qué autocrítica podrías hacer a RD?
RD está inserto en una estructura social absolutamente patriarcal, por lo tanto reproduce, dentro de su propia estructura, estas mismas lógicas y se ve exacerbado por algo propio de los partidos políticos que es que tienen poder, y eso acentúa las prácticas machistas y patriarcales. No es un espacio especialmente machista, pero tampoco se ha preocupado hasta ahora de iniciar un proceso profundo y transformador en torno a estas dinámicas. Comparativamente, está avanzado. Sin embargo, no ha existido un cuestionamiento produndo de las lógicas internas machistas y patriarcales y mientras no se inicie un proceso de deconstrucción real, pese a tener medidas correctivas, no atacaremos el fondo del problema. No existe nadie en RD, que siendo militante del partido, pueda no declararse de izquierda, es algo propio de ser de RD. Sin embargo, no existe esta misma reflexión en torno a ser feminista. Y si entendemos el feminismo como una teoría política, toda la militancia debería serlo.
¿Cómo se han forjado las sinergias con tu compañera Emilia Ríos?
Hemos trabajado durante la campaña en conjunto. Creemos plenamente en la capacidad de las mujeres para liderar espacios y en la necesidad de apoyarnos entre nosotras para conseguir los objetivos en común. Hemos trabajado muy cercanamente y prentendemos seguir haciéndolo igual.