Verónika Mendoza, ex candidata presidencial peruana:

Verónika Mendoza, ex candidata presidencial peruana: "Keiko y Kenji Fujimori van a terminar destruyéndose entre los dos"

Por: Meritxell Freixas | 27.03.2018
La líder de la izquierda peruana detalla a El Desconcierto cómo se proyecta el nuevo panorama político del país tras la llegada a la presidencia de Martín Vizcarra y asegura que no se descarta "un adelanto de elecciones, en la medida que la situación del Congreso y la debilidad del ejecutivo pueda llevar a un escenario de ingobernabilidad".

Luego de que la semana pasada Martín Vizcarra asumiera como nuevo presidente de Perú, tras la renuncia casi obligada de Pedro Pablo Kucynski (PPK) por la revelación de sobornos para evitar su destitución, el país vecino enfrenta una nueva etapa en un escenario tremendamente complejo.

Durante las últimas horas se conoció que Kenji Fujimori declarará ante la fiscalía peruana el próximo 6 de abril sobre los presuntos aportes de la constructora brasileña Odebrecht a la campaña electoral de su hermana y líder de la oposición, Keiko Fujimori, en 2011. Además, paralelamente afrontará un proceso de desafuero en el Congreso por los videos grabados por el diputado de Fuerza Popular Moisés Mamani, que lo incriminan en la presunta compra de votos.

Ante el nuevo panorama político, El Desconcierto ha conversado con la líder del movimiento de izquierda Nuevo Perú, Verónika Mendoza (37), quien además fue candidata presidencial en 2016, resultando la tercera más votada, sobre el nuevo ciclo político que enfrenta el país .

—¿Cuál cree que será la diferencia entre el gobierno de PPK (cuando haya nombrado en los próximos días a su nuevo gabinete) y el nuevo presidente Martín Vizcarra?

—PPK estaba tan deslegitimado por la corrupción y el indulto a Fujimori que su permanencia en el cargo sólo generaba caos y socavaba -aún más- nuestra ya precaria democracia. La llegada de Vizcarra hace que la institución presidencial recupere su legitimidad y nos da cierta tregua para ordenar las cosas. Más aún, nosotros creemos que esta es la oportunidad histórica de empezar  a recuperar la democracia de manos de los lobbys y las mafias, y ponerla a las manos de la gente. Y creemos que Vizcarra debería sentar las bases de esta recuperación.

—¿Qué relación cree que se establecerá entre el nuevo gobierno y el fujimorismo a partir de ahora?

—Aunque el fujimorismo ha quedado bastante golpeado por la crisis, no deja de tener una mayoría en el Congreso y Vizcarro no tiene más remedio que llegar a acuerdos con ellos. Sin embargo, hay dos escenario posibles. Uno -el menos probable, bajo mi punto de vista- es que el fujimorismo se vea obligado a colaborar con el gobierno de Vizcarra por cálculo electoral. El otro, que creo que es el más probable, lamentablemente, es la pelea entre los dos bandos fujimoristas y el impacto del caso Lava Jato, que recién empieza y que involucra al fujimorismo. Todo esto haría que el Congreso se vuelva un espacio de caos mayor de lo que es ahora y que impida que se trate mínimamente la agenda del país. En este segundo escenario, que creo que es el más probable, no habría que descartar un adelanto de elecciones en la medida que la situación del Congreso y la debilidad del ejecutivo pueda llevar a un escenario de ingobernabilidad.

—¿Cuál es el plan de la izquierda peruana ante la crisis política, siendo que Frente Amplio se dividió a mediados del año pasado?

—Hoy nuestro rol es poner en evidencia que la crisis no se resuelve con la salida de PPK porque es más profunda y sistémica. No se trata sólo de personas, sino de un sistema que no da más, unas reglas de juego que han permitido y hasta promovido la corrupción que hoy vemos estallar. Y son estas reglas consagradas en la Constitución fujimorista las que hay que cambiar, si no queremos que la historia se repita. Eso no lo van a hacer los de arriba, sino sólo la gente organizada y movilizada para recuperar su democracia. Nuestra principal tarea es construir una plataforma política, social y ciudadana para ese proceso constituyente hacia un nuevo Perú.

—Su partido exigió al nuevo presidente un compromiso para combatir la corrupción, reactivar el empleo, y reformar la política electoral. De hecho, Vizcarra anunció la lucha contra la corrupción como una de las banderas de su gobierno, que también levantó en su momento PPK. ¿Qué rol quieren tomar en esta pelea?

—Nos toca estar vigilantes para garantizar la autonomía del sistema de Justicia y con ello garantizar que las investigaciones en curso y las faltantes lleguen hasta el final, para acabar con la impunidad imperante en nuestro país. También exigir que se hagan las reformas necesarias para que la corrupción no se vuelva a repetir, empezando por cosas muy concretas como una reforma electoral para evitar que siga siendo el poder del dinero el que decida, y no la gente con su voto. Eso pasa por prohibir el financiamiento de grandes empresas a los partidos y, en particular, a las campañas electorales; prohibir la publicidad electoral privada, porque allí es donde se va gran parte del dinero, dinero sucio que es el que ha contaminado la política. Solo con medidas concretas de esta naturaleza en el marco de un proceso de cambio más profundo, podremos evitar que la corrupción se repita.

—¿Podría darse que la disputa en las próximas elecciones presidenciales de 2020 se dé entre Keiko y Kenji Fujimori?

—Van a terminar destruyéndose entre los dos. En cualquier caso, tenemos la tarea de trabajar muy duro para construir una alternativa política para la gente, con soberanía, igualdad justicia social y ambiental para que ese escenario no ocurra y la gente pueda optar por una alternativa de cambio.