Van Rysselberghe insiste en que niñez trans "tiende a resolverse espontáneamente con la madurez de la persona"
La senadora Jacqueline van Rysselberghe se refirió esta mañana a la alternativa de llevar al Tribunal Constitucional la Ley de Identidad de Género, en caso de que ésta contemple a menores de edad, un asunto que ha sido motivo de polémica al interior del Ejecutivo.
Durante el pasado lunes, el ministro de Justicia Hernán Larraín sostuvo una reunión con los representantes de Chile Vamos para definir y consensuar la postura final que adoptará el Gobierno. Desde algunos sectores, como el partido Evópoli, han argumentado que la propuesta legal debe considerar la posibilidad de cambio de sexo registral a mayores de 14 años, siempre que cuenten con el apoyo de sus padres.
Sin embargo, desde la UDI, su presidenta advirtió que están dispuestos a presentar reserva de constitucionalidad en caso de que Piñera lidere esta última opción, ya que "es absolutamente inconveniente incluir a los menores en esta legislación y por lo tanto creemos que atenta contra el artículo primero de la Constitución del derecho a la identidad".
En entrevista con Radio Bío-Bío, Van Rysselberghe argumentó que no se trata de que no se pueda hacer un cambio de sexo registral, sino que "lo que nosotros decimos es que se haga cuando la persona tenga la madurez necesaria para tomar una decisión de esta naturaleza".
Del mismo modo, la senadora insistió en que la evidencia sobre "disforia de género" en menores de edad de "distintos estudios, de distintos países, demuestran que tiende a resolverse espontáneamente con la madurez de la persona".
Respecto al rechazo hacia la indicación incluso si los niños y niñas cuentan con el apoyo de sus padres, la timonel del gremialismo recalcó que "una decisión de esta naturaleza tiene que ser tomada por una persona. No puede ser tomada por terceros, ni siquiera tus padres, y en condicione que tengas autonomía plena".
Por último, la parlamentaria alertó sobre los riesgos de niños y niñas en cambiar su aspecto físico -como consecuencia de la normativa- y agregó que " las personas, todas, debieran ser capaces de aceptar lo que son y capaces de aceptar lo que les gusta y no les gusta. Alguien que no es capaz de aceptar lo que es, es evidente que tiene un conflicto y hay que ayudar a que ese conflicto se resuelva de distintas maneras y eso es lo que la OMS califica como disforia de género".