Jenny Cavallo analiza su paso por Viña 2018:

Jenny Cavallo analiza su paso por Viña 2018: "Nunca pensé en que un hombre se pudiera ofender o molestar"

Por: Christopher Jerez Pinto | 27.02.2018
La humorista que hizo reír al público del Festival de Viña del Mar con una rutina que no pasó inadvertida conversó con El Desconcierto luego del término del certamen del verano. La comediante se refirió a su aventura arriba del escenario, a los comentarios encontrados en torno a su rutina y opinó sobre el humor presentado en la Quinta Vergara. "Hombres que se sintieron molestos con lo mío, se sintieron complacidos con el testimonio masculino del mismo tema", dice.

Jenny Alejandra Cavallo Faray (42) inició su carrera en televisión como una de las protagonistas del programa humorístico de Vía X "Cabra chica gritona", donde compartió set con la comediante Natalia Valdevenito. Luego de otras apariciones en distintas series o interpretando roles secundarios en algunas teleseries, en 2010 la actriz se sumó al elenco del show de Chilevisión, "El Club de la Comedia".

Su destacado paso por el clásico programa de humor, así como su recordada interpretación de "la Isi" en Vía X, llevaron a que la organización del Festival de Viña del Mar pensara en Cavallo como una de las exponentes de la comedia en la última edición del certamen, donde por primera vez la cantidad de hombres y mujeres en el humor fue paritaria. Así fue como la actriz decidió subirse a la Quinta Vergara, a pesar de llevar un largo tiempo alejada de los escenarios.

La humorista se presentó durante la segunda noche del festival, con una rutina que sumó tanto partidarios como detractores. La presentación de Cavallo fue la que más comentarios despertó en el público del festival, desde elogios por su capacidad de reírse de la cotidianidad hasta quienes la calificaron de "feminazi" por dedicar varios minutos de su presentación a hablar de "los hombres".

—Declaraste al bajar de la Quinta Vergara que habías quedado conforme con tu rutina. A varios días ya, ¿cómo evalúas tu participación?
—Sigo manteniendo la misma opinión, súper positiva, porque para mí desde un principio la invitación fue una tremenda aventura, un desafío. Yo no me lo esperaba ni tampoco lo estaba buscando, por lo tanto, tampoco tenía expectativas. Simplemente quería pasarlo bien. Me paré en ese tremendo escenario y la gente me escucho, se rió. Yo hice lo que tenía pensado hacer y por eso es muy interesante. Un gran aprendizaje.

—Tu rutina fue muy recibida por las mujeres y también madres, ¿cómo sentiste ese apoyo y también los comentarios de identificación con las situaciones que comentabas?
—Es maravilloso, porque es a lo que uno más puede aspirar es a la identificación. Yo estaba hablando desde lo particular, desde las cosas que yo observo, desde las cosas que a mí me pasan. Y bueno, desde lo particular vamos a lo universal y ahí empatizamos muchas que hemos observado esos fenómenos. Por eso me siento súper contenta también, de alguna forma lo que estaba hablando llegó a oídos y corazones de una gran cantidad de personas.

[caption id="attachment_197165" align="alignnone" width="4267"] FOTO: CRISTOBAL ESCOBAR/AGENCIAUNO[/caption]

El lloriqueo masculino

La rutina de la comediante incluyó un largo espacio para comentar, desde su observación, algunas actitudes y acciones propias de las hombres. Sin ánimos de generalizar, Cavallo se rió de situaciones tan típicas como la poca habilidad del género masculino para encontrar elementos, la baja capacidad de reconocer errores o su facilidad para orinar en cualquier rincón.

Estos comentarios no fueron recibidos del todo bien por los hombres que veían su rutina tanto el la Quinta Vergara como por televisión. La humorista recibió algunas pifias y varios comentarios en redes sociales que reprochaban su actitud contra ellos e incluso la trataban de "feminazi" a raíz de las situaciones que exponía.

—¿Cómo tomaste los comentarios de algunos sectores del público, mayoría hombres, que hasta llegaron a acusarte de misandria?
—La reacción de los hombres y esta discusión que se generó a partir de la rutina para mí fue asombroso y no me lo esperaba en lo más mínimo. Nunca pensé en una rutina dirigida sólo a mujeres, nunca pensé en que un hombre se pudiera ofender o molestar. Yo lo hablé con todo mi entorno masculino, porque reflexioné harto respecto a lo que hablé. Le comenté a todos los hombres de mi entorno y compartían lo que yo hablaba, y reconocían que efectivamente no encontraban las cosas, pero ninguno me dijo que parecía mal o injusto. Por otro lado, también me siento muy contenta de que se haya generado esta discusión y de que se visibilicen ciertos temas. Que la gente tenga la posibilidad de opinar y argumentar a partir de una rutina de stand up.

—Con Kramer tocaron temas parecidos en sus rutinas, como el tema de que los hombres que no saben hacer tareas domésticas. Ambos tuvieron reacciones muy distintas: él era muy chistoso y tú eras feminazi. ¿Qué piensas sobre esto?
—Eso también revela mucho el fenómeno social en el que estamos insertos. A veces cuesta remover las estructuras de la sociedad en algunos aspectos. Siempre es difícil. Ahí pudimos ver un ejemplo. Kramer habló varias cosas de las que yo mencioné y fue percibido de una manera distinta. Yo creo que porque él se reconocía de cierta manera, en cambio yo señalaba que hombres hacían ciertas cosas. Eran cosas domésticas, yo nunca quise decir que los hombres no sabían hacer nada. Yo hablaba de ciertas cosas donde yo observaba que no había presencia femenina y sí sería un aporte. O también ciertas cosas que nos joden en la cotidianidad y también las comenté para que las empecemos a cambiar. Como sociedad nos cuesta empezar a cambiar algunos aspectos y se manifiesta cierta resistencia. En ese sentido, hombres que se sintieron molestos con lo mío se sintieron complacidos con el testimonio masculino del mismo tema.

—Bombo Fica inició su rutina con un discurso muy pro derechos sociales, pero en su presentación incluyó chistes machistas y xenófobos. ¿Te molesta esta inconsecuencia?
—Me parece que estamos en transición. Los cambios sociales se están insinuando, pero todavía no están instalados en su totalidad, y eso lo podemos ver reflejado en que estamos contradiciéndonos permanentemente. Y es porque estamos recién empezando a ver ciertas cosas, empezando a cambiar recién algunas conductas. Por lo tanto que seamos un poco erráticos y nos contradigamos un poco en nuestro discurso me parece que es natural en un sociedad que está en transición.

El humor femenino del festival

[caption id="attachment_197164" align="alignnone" width="4542"] FOTO:MARIO DAVILA HERNANDEZ/AGENCIAUNO[/caption]

Luego de la participación de Alison Mandel en el festival, La Tercera realizó una nota donde recopilaba los tuits de las humoristas Paloma Salas y Jani Dueñas sobre la rutina de la primera. En este caso, el medio sacó de contexto unos post de Dueñas donde manifestaba que la credibilidad en la comedia era muy importante y que ella no creía mucho lo que estaba escuchando.

Más tarde, Mandel respondería que le parece un "retroceso" que mujeres que "se hacen llamar feministas, critiquen a otra". Consultada sobre esta polémica, Cavallo prefiere no entrar en el tema.

Aún así no le sorprende mucho la actitud de los medios de comunicación de poner a las mujeres en contra de las mujeres, más aún cuando se trata de un circuito por muchos años masculinizado. "Sabemos que los medios no son objetivos y que a veces actúan en base a objetivos puntuales. No me parece muy extraña la actitud de la prensa", criticó.

—¿Viste la rutina de Alejandra Azcárate? ¿Qué te pareció? 
—Sí la vi, me parece interesante. Ella tiene un estilo y un formato muy propio y yo creo que uno de los grandes valores es ella misma en su presentación. La potencia, la seguridad, el manejo, el dominio que tiene. Eso también es parte de sus atributos y por eso la gente la escucho y la respetó.

—Se dijo que tu rutina se parecía a la de Natalia Valdebenito, ¿te molestan estas comparaciones?
—No me molesta, porque al momento de crear e interpretar no estoy pensando en ninguna otra persona más que en mí. Por lo tanto, si hay comparaciones, probablemente esté en la percepción de la gente y ahí yo no puedo hacer nada. Puede haber sensaciones de estilo, lenguaje, de vestuario. Eso ya queda en las manos de la gente que lo ve y quiere hacer esas asociaciones, pero yo me siento totalmente libre, porque en ningún caso quise vincularme a alguien, ni conscientemente parecerme a alguien.

Misión cumplida

La comediante cierra la aventura en el Festival de Viña del Mar con muchos aprendizajes y con la sensación de que hizo bien su trabajo. A pesar de haber sido la única artista del festival en sólo recibir la Gaviota de Plata, Cavallo se da por pagada al saber que el público se entretuvo y su presentación generó debate en un tema tan importante para ella como la igualdad de género.

"Yo creo que, si empezamos a buscar, en todos todavía hay rasgos machistas. Está todavía instalado ese formato de sociedad y por eso es tan importante que empecemos a visibilizar lo contrario para que empiece a removerse eso", sostuvo.

En relación al premio recibido sobre la Quinta Vergara, la humoristas declara que no cree que los galardones reflejen necesariamente la calidad del show. "Hay artistas a los que se las han dado fácilmente (las dos gaviotas) sin que la gente las pidiera o a otros no se las dieron y sí se la merecían. Yo estoy contenta con hacer mi trabajo, más allá del resultado plasmado en los premios", comentó.

—Previo a tu presentación en Viña no estuviste muy presente en el stand up nacional. Luego de este  show, ¿se vendrán más rutinas en el circuito humorístico?
—Sí, ahora con todo. De alguna manera yo volví a las pistas el año pasado a propósito de Viña y todo eso, pero ahora claro, voy a estar desarrollando material nuevo. Voy a estar presentándome y estaré mucho más presente en el tema del stand up.