Estrategia de atención integral en VIH/SIDA (o cuando el Minsal no podría haberlo hecho peor)
La urgente alerta no era caprichosa. Se fundamentaba en una serie de conversaciones e informaciones extraoficiales entregadas con médicos amigos y funcionarios del mismo Minsal que nos advertían de la controvertida medida ideada a espaldas de la sociedad civil. Todo fue mucho más evidente cuando en medio del escándalo por el aumento en las notificaciones por VIH e ITS que sitúa a Chile en el primer lugar de América Latina y el Caribe, el Jefe del Programa Nacional de Prevención y Control de VIH/SIDA del Ministerio de Salud, Edgardo Vera, afirmó en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados: “una recomendación fuerte por parte la Organización Mundial de la Salud es la descentralización de la atención en VIH a hospitales de mediana y baja complejidad incorporando a la atención primaria en la atención de los pacientes. Estamos en un modelo de atención que incluye esas nuevas variables”.
Un mar de dudas e incertidumbres
Desde ese momento comenzamos a preguntarnos: ¿Las personas viviendo con VIH/SIDA deberemos ser atendidas ahora en los consultorios de nuestras comunas de residencia y no en los centros de hospitales especializados? ¿Por qué se les expone a las personas viviendo con VIH/SIDA a la discriminación y el estigma social en comunidades locales? ¿Fueron consultadas las organizaciones hospitalarias? ¿Qué sentido tiene esta medida si en Chile todavía existe la muerte social mucho antes que la misma muerte física producto del SIDA? ¿Por qué el Ministerio de Salud insiste en que la propuesta de estrategia de atención integral en VIH/SIDA fue elaborada en conjunto con la sociedad civil cuando ninguno de nosotros, activistas críticos del VIH/SIDA, fuimos consultados, ni mucho menos invitados a participar en la formulación de un nuevo modelo de atención en VIH? ¿Qué desconocidos intereses económicos – políticos motivan la instalación forzada de este nuevo modelo de atención cuando la Ministra de Salud está preparando su salida luego de una cuestionada gestión ministerial en políticas públicas del VIH/SIDA?
Por tales razones, buscando instalar la preocupación en las personas directamente afectadas, diversos compañeros y compañeras viviendo con VIH/SIDA, realizamos una serie de acciones de denuncia e impacto público como interponer un Recurso de Protección en los Tribunales de Justicia y la toma pacífica de la sede de la OPS en Chile, junto a reuniones con candidatos, autoridades del parlamento, ministerios varios, INDH, sumado a entrevistas, comunicados públicos y columnas de opinión en los medios de comunicación generando así un necesario debate político – cultural respecto de un tema que supera la mirada biomédica de las autoridades de salud actuales. Las mismas cuestionadas autoridades que en un acto desesperado, buscando enfrentar la grave denuncia por violación de la Ley de Sida del pasado 14 de diciembre, informaron a través de la prensa que el control del VIH/SIDA se mantendría en los hospitales y que prontamente se conocería la polémica propuesta de nuevo modelo de atención integral en VIH/SIDA. Hasta la locuaz ministra vocera de Gobierno tuvo que dar explicaciones respecto de un tema que a la presidenta Michelle Bachelet le ronda como triste e incómodo legado de su segunda gestión en La Moneda.
Entre la pascua, año nuevo y la visita del Papa
“En modo fiesta”. Así calificamos el desteñido lanzamiento de la propuesta oficial de un nuevo modelo de atención en VIH/SIDA del Minsal el pasado 27 de diciembre que proponía participar de una consulta pública online en medio de festejos varios. Una consulta para la galería que desconoce la brecha digital y que no entrega garantías de incidencia real y vinculante. Tan poco incidente como la video - conferencia nacional que convocó el Programa Nacional de Prevención y Control de VIH/SIDA e ITS de la División de Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud para este viernes 12 de enero a las 9:30 hrs a solo dos días de que se cierre el plazo oficial de participación en “consulta ciudadana”. Desconocemos la magnitud de la participación, aunque existen importantes organizaciones y grupos que anunciaron su rechazo a la nueva estrategia y/o a la consulta, entre ellos la Red Nacional de Pueblos Originarios con trabajo en VIH/SIDA que demandan ser consultados vía Convenio 169 de la OIT.
El polémico documento
Respecto del documento en cuestión, una declaración de intenciones e intereses formativos plasmados en 33 páginas, denominado: “ESTRATEGIA DE ATENCIÓN INTEGRAL DE PERSONAS ADULTAS QUE VIVEN CON VIH EN EL SISTEMA PÚBLICO DE SALUD”, llama la atención la ausencia de una necesaria evaluación de la estrategia de atención actual que justifique el cambio propuesto. ¿Qué aspectos del modelo actual son los que se cambian? ¿Por qué es importante la actualización? La propuesta no explica por qué la nueva estrategia en consulta contempla sólo a las personas adultas, excluyendo a mujeres embarazadas y niños seropositivos, a diferencia del modelo actual del 2005 que sí los incluye. ¿Se hará una estrategia separada para estos grupos o se mantendrá la vigente?
En términos generales, el documento en consulta, más que establecer una “nueva política pública” que consagre garantías y oportunidades para una mejor atención a las personas viviendo con VIH/SIDA en nuestro país parece ser más proyecto de capacitaciones que no responde a un diagnóstico acertado de los actuales desafíos del VIH/SIDA. Una propuesta vaga e incierta que no incluye un diagnóstico actual de la pandemia ni de la situación epidemiológica detallada del país, mucho menos contempla un análisis crítico sobre la graves fallas del actual modelo de atención (principalmente la falta de recursos humanos) ni de otros temas sensibles y relevantes como son la compra y distribución errática de fármacos, las poco efectivas campañas de prevención del VIH e ITS, las mismas reiteradas fallas en la política pública que han estado en discusión en el último tiempo. Resulta preocupante que la nueva estrategia de atención integral del Minsal omita descaradamente las escandalosas estadísticas de ONUSIDA sobre el creciente incremento del VIH/SIDA en Chile, datos neurálgicos que debiesen ser asumidos como instrumentos de responsable inflexión para cualquier nueva política efectiva de prevención y control de la pandemia en nuestro país.
La puerta de entrada a la atención del VIH en los consultorios
El documento del Minsal señala que la atención del VIH/SIDA se mantendrá en los centros especializados de los hospitales públicos (39 centros), evidentemente gracias a nuestra lucha pública e incidencia política, sin embargo, persiste e insiste en incluir de modo general la atención primaria para una serie de patologías crónicas como la hipertensión, diabetes, obesidad, entre otras, representando a mi juicio la puerta de entrada para la atención del VIH/SIDA en los consultorios, puerta de entrada pero nunca de salida cuando los hospitales públicos sean en el corto plazo sobrepasados por la creciente demanda nacional y migrante.
La propuesta del Minsal señala textual en uno de los objetivos específicos de la estrategia de atención integral en página 12: “Desarrollar progresivamente capacidades en los centros de atención de especialidades, para la coordinación entre éstos y el primer nivel de atención, a modo de favorecer la descentralización de la atención de comorbilidades y el acceso de las personas a servicios de salud establecidos en la atención primaria, entre ellos: servicios en el área de enfermedades crónicas no transmisibles, de salud sexual y salud reproductiva, de salud mental y apoyo sicológico, de salud bucal, nutricional, de inmunizaciones y otras”.
Más allá de no reconocer lo sobrecargados que se encuentran los consultorios de atención primaria del país y no adelantar ningún plan de fortalecimiento humano e infraestructural de los mismos, la nueva estrategia de atención en VIH/SIDA omite señalar cómo se protegerá la legítima confidencialidad de los pacientes seropositivos que comenzarán a ser derivados desde los centros de hospitales especializados a los consultorios. ¿Se formulará una circular especial? ¿Se encriptarán los datos sensibles de los pacientes? ¿Se crearán unidades VIH + comorbilidades en los consultorios? Nada de aquello se señala en la nueva estrategia de atención integral de VIH/SIDA y resulta justificado el miedo, la preocupación e incluso el rechazo a ser atendidos casi a “poto pelado” en los consultorios primarios sin el debido resguardo. Se podría incluso proyectar mayor incidencia de comorbilidades y agravamiento de la salud general por el no tratamiento confiable y oportuno de estas patologías. Los responsables no serían los usuarios que podrían resistirse a acudir a los consultorios sino una mala política de salud pública que no incorpora los factores socio-culturales de una pandemia “fuera de control” como señalan los especialistas.
Del mismo modo, junto con proponer la derivación masiva de pacientes crónicos seropositivos con morbilidades desde hospitales especializados a consultorio primarios, la nueva estrategia de atención integral no dispone el fortalecimiento de los centros especializados existentes en el país ni mucho menos la creación de nuevos centros en el territorio nacional, algunas regiones, particularmente aquellas con mayor incidencia de VIH, podrían ser ampliamente beneficiadas. El mismo documento reconoce que “la demanda por el control clínico y el acceso a tratamientos experimentará aumento significativo”. ¿Qué hacemos entonces con el aumento de la demanda? El Minsal no propone crear nuevos centros de atención especializada sino complementar la atención con los consultorios de barrio considerando que se trata de una enfermedad con “tendencia a la cronicidad”. Si efectivamente fuese así, la mayoría de las atenciones a personas viviendo con VIH/SIDA serán ofrecidas y efectuadas en los consultorios mucho más que en los hospitales.
Las sociedades científicas lo han advertido en diversos tonos, la atención primaria no está preparada para incorporar pacientes con enfermedades complejas y los pacientes no están dispuestos a exponer su diagnóstico de base (VIH) al conocimiento y uso discrecional del personal de salud de los consultorios, muchos de ellos amigos, hermanos, vecinos, cercanos del mismo barrio. Yo me pregunto una y otra vez: ¿El Minsal se tomó el tiempo de comprender la realidad de las personas viviendo con VIH/SIDA y/o reunirse con los trabajadores de la salud primaria que le pidieron audiencia a la ministra Carmen Castillo? A la fecha, no. Ya es tarde. Los trabajadores de la salud primaria no han participado de este proceso, mucho menos las personas directamente afectadas que hemos recibido evasivas, disimulos y mentiras.
El nuevo rumbo del VIH/SIDA en Chile
La consulta pública del Minsal culminará, antes de aquello se realizará la vídeo conferencia liderada por el cuestionado Jefe de Programa Nacional de Prevención y Control del VIH/SIDA del Minsal donde se “compartirá información y abordarán las consultas que se presenten”, según se lee en una invitación electrónica del Minsal, instancia donde no todos y todas han sido invitados. Yo no participaré ni en la consulta ni mucho menos en la conferencia online que –esperamos- no sea utilizada por el Minsal para validar un proceso malicioso que tiene “vicio de origen y falta de legitimidad en la participación”, según señala la Coordinadora Nacional del VIH de la Región del Maule.
La ministra Carmen Castillo está de salida aunque se le vea inaugurando obras, programas de salud y reuniéndose con el presidente electo. Yo espero que, para el bien de las políticas públicas permanentes, admita que las personas afectadas junto a las nuevas autoridades de salud, definan el rumbo político de estrategias consensuadas de prevención, detección y control del VIH/SIDA en el país, resguardando siempre los Derechos Humanos de las personas que vivimos con VIH/SIDA en Chile.