La violencia contra las mujeres no ha sido priorizada por el Estado chileno como una problemática que puede ser prevenida a partir de políticas integrales que se orienten a deconstruir los aprendizajes culturales que la sostienen, que garanticen el acceso a la justicia y protección de las mujeres que denuncian, así como a enfrentar las desigualdades de género mediante políticas que favorezcan el desarrollo humano, el acceso a recursos, al trabajo en condiciones de igualdad y el fomento de una cultura que potencie la autonomía personal de las mujeres.

Estas políticas deben consideran además del género las diversas condiciones asociadas al menor prestigio social y mayor vulnerabilidad que afectan a las mujeres, como son la edad, la etnia, la diversidad sexual, la condición de migrante y la discapacidad entre otras, que en conjunto con la violencia patriarcal impiden o limitan el ejercicio de derechos y la igualdad de oportunidades para las mujeres.

Aunque en Chile no se han realizado estudios nacionales con metodologías que permitan contar con datos comparables, las estadísticas disponibles muestran la alta prevalencia de la violencia contra las mujeres en el espacio privado, es decir de la violencia intrafamiliar que es el tipo de violencia reconocida por la legislación chilena. En 2010, los estudios regionales realizados por SERNAM indicaron que el 50,3% de las mujeres había experimentado alguna vez violencia en una relación de pareja.

Fundación Educación Popular en Salud (EPES), en un estudio con una muestra representativa de mujeres con residencia en la comuna de San Ramón, encontró que el 55,8% de las mujeres había experimentado violencia por parte de su pareja y entre ellas un 22,7% había sufrido violencia sexual.

En 2013, la Encuesta Nacional de Victimización por Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales del Ministerio del Interior y Seguridad Pública informó una prevalencia de vida de 32% de violencia intrafamiliar en mujeres de 15 a 65 años de edad.

El mismo estudio dio cuenta que entre niños, niñas y adolescentes que cursan 6° año básico a 4°año medio, un 75,1% ha sufrido alguna vez violencia por parte de alguna/o de sus cuidadores. Entre los niños/as violentados, la mayor prevalencia corresponde a violencia psicológica hacia niñas y adolescentes mujeres (70,3%). La encuesta también arrojó que un 9,9% de las niñas y adolescentes y un 4,7% de niños y adolescentes varones ha sufrido abuso sexual infantil.

Según la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, desde el año 2010 al 30 de octubre de 2017 se han cometido 437 femicidios, es decir, aproximadamente 54 asesinatos por año de mujeres por el solo hecho de ser mujeres, que es la forma más extrema y fatal del continuo de violencia que amenaza la vida de las mujeres desde la niñez y durante todo el ciclo de vida, no solo en el espacio doméstico, sino también en los espacios públicos.

EPES ha impulsado desde 1999 una estrategia múltiple destinada a visibilizar la violencia contra las mujeres como un problema de salud pública y de derechos humanos. El trabajo ha contemplado la capacitación de organizaciones de mujeres, de trabajadoras/es de salud y servicios sociales; la formación de redes intersectoriales, campañas de sensibilización y difusión de servicios, el desarrollo de materiales educativos, la participación en redes de mujeres, así como la investigación en violencia como un medio al servicio de estrategias de incidencia en políticas públicas.

Pese a la gravedad del problema que ilustran las estadísticas, las expresiones de violencia contra las mujeres son cotidianamente naturalizadas y minimizadas.

Por ello, para visibilizar la violencia contra las mujeres como un problema de discriminación y vulneración de los derechos humanos en el espacio público local, además de la entrega de información y de la capacitación, EPES ha incorporado y apoyado el desarrollo de expresiones artísticas colectivas como son los murales y el teatro callejero.

El Taller de Composición y Feminismo, impulsado por Fundación EPES, fue una iniciativa de carácter cultural, con la cual se buscó aportar a las organizaciones que luchan para eliminar la violencia contra las mujeres. A este taller, se invitó a cantautoras chilenas a participar de un espacio de conocimiento y creación colectiva, guiado por Holly Near, compositora y activista feminista, quien compartió el proceso reflexivo y de creación musical, que ha permitido que sus canciones sean parte de los elementos de identidad del movimiento por los derechos de las mujeres estadounidenses.

https://youtu.be/HGtjwb8HyP8

En el taller con Holly Near, Claudia Stern, Cecilia Concha Laborde, Jacqueline Castro y Christelle Durandy crearon la canción “Nunca Más Mujer”. La interpretación reunió los talentos de Alexandra Acuña, Cecilia Concha Laborde, Claudia Stern, Elizabeth Morris, Evelyn González, Isabel Aldunate, Jacqueline Castro, Nicole Gutiérrez y Yasna Millaqueo. La cantautora y compositora Elizabeth Morris estuvo a cargo del arreglo musical, acompañada de Paz Mera en el teclado.

https://youtu.be/HGtjwb8HyP8

Las diversas expresiones o manifestaciones de la violencia contra las mujeres son naturalizadas por la cultura. Por ello, EPES ha considerado que la creación de canciones que surjan desde las vivencias de las mujeres, que nombren los actos violentos y sobretodo las formas en que ellas resisten, solidarizan y ejercen sus derechos, puede ser un poderoso apoyo en su lucha por una vida sin violencia. Con ello, se aporta desde un lenguaje distinto y creativo a develar las relaciones de poder y a cuestionar la reproducción acrítica de estereotipos, aprendizajes, normas sociales y culturales que legitiman y naturalizan la violencia de género.

Esta semana, en el marco del Día Internacional de Eliminación de la violencia contra las mujeres, 25 de noviembre, se lanzó el sitio web www.nuncamasmujer.cl, como una nuevo espacio de difusión de la canción del mismo nombre que busca proyectar el canto como una herramienta más en la lucha contra la violencia hacia las mujeres.