Bajar el salario a los parlamentarios
Una de las causas de la indignación de la ciudadanía en relación a sus representantes populares es que se han convertido en una casta política, alejada del pueblo que dicen representar, tomando decisiones de espaldas a la ciudadanía en una “cocina” que sólo unos pocos conocen, donde los intereses de los grandes grupos económicos que suelen “invertir” en campañas políticas son mejor representados que los intereses de las grandes mayorías populares.
Lo anterior se vuelve más grave todavía, cuando nuestros representantes populares tienen sueldos casi 40 veces superior al salario mínimo legal, que hoy está en $270.000 mensuales. Esto convierte a los Parlamentarios automáticamente en una clase política privilegiada que forma parte del 1% más rico del país. Cuando en Chile el 70% de la fuerza de trabajo gana menos de $500.000 mensuales, el sueldo de los parlamentarios resulta un insulto a las grandes mayorías.
Un argumento que se entregó cuando decidieron subirse el sueldo es que si recibían una dieta muy baja el riesgo de corrupción era más alto, podían verse tentados a recibir “sueldos extras” por parte de las empresas. Lo que hemos visto estos años con la Ley de Pesca, Royalty minero, SQM, Penta es un financiamiento irregular de la política, lo que ha demostrado que, a pesar del alto salario de los parlamentarios, igual está presente el riesgo de corrupción y cooptación por parte del dinero en política.
Los diputados Giorgio Jackson (Revolución Democrática) y Gabriel Boric (Movimiento Autonomista) presentaron un proyecto de ley para reducir a la mitad el sueldo de los parlamentarios, pasando de esta manera de 40 a 20 veces la diferencia con el salario mínimo legal. Las críticas de muchos diputados se hicieron sentir con fuerza argumentando que eran jóvenes idealistas, que no sabían el costo real de la vida, los segundos matrimonios y familias. Que eran ex dirigentes estudiantiles acostumbrados a vivir con una mesada, etc. Dichas declaraciones desprestigian más todavía a la casta política acomodada en sus privilegios.
Desde esta pre candidatura al Senado por la V Región y desde los principios que guían a Revolución Democrática, como lo son la ética política, la probidad y transparencia, es que volvemos a la carga con esta propuesta de bajar el sueldo de los Parlamentarios a la mitad. De no haber mayorías para lograrlo, nuestro compromiso es firmar un pacto con la ciudadanía ante notario al momento de inscribir la candidatura y rendir cuenta posteriormente en caso de ser electo.
Hay muchas maneras de devolver los recursos de tal modo que no queden en los bolsillos de los Parlamentarios: entregar una parte al partido en que milito (RD) para no depender de recursos del empresariado, entregar otro parte al desarrollo del Frente Amplio, invertir en trabajo territorial en la región para representar de mejor manera a la ciudadanía, apoyar causas sociales, ambientales, culturales que fomenten el bien común, etc. Pero el criterio más importante es vivir un estilo de vida sencillo, solidario con las grandes mayorías populares, que no le falte el respeto a los pobres, que no insulte a los trabajadores precarizados y altamente endeudados por un modelo económico que genera grandes utilidades para el 1% más rico a costa de bajos salarios y hegemonía del sistema financiero.
La derecha no tiene problemas en elegir un candidato presidencial que representa al 1% más rico, que se mueve con lógica especulativa, que es una de las grandes fortunas de Chile, que defiende con fuerza el modelo neoliberal. El Frente Amplio es una nueva fuerza política que representa a la ciudadanía, a las grandes mayorías, que defiende las causas de los movimientos sociales, que busca forjar una alianza amplia entre clases medias profesionales y sectores populares con una diversidad de orgánicas políticas que pretenden superar el neoliberalismo en Chile, y que reivindica la política como acción colectiva basada en principios éticos, probidad, transparencia y orientación al bien común.
Es un piso mínimo que bajemos el salario de los Parlamentarios al menos a la mitad y nos comprometamos colectivamente con esta propuesta para empezar a recuperar la confianza que cambia Chile.