Hoy, el fiscal regional metropolitano Oriente Manuel Guerra llamó la atención sobre el caso de espionaje en la Sofofa. No solo se investigará a quienes habrían puesto los micrófonos en el seno del gremio empresarial, sino también por qué dejaron pasar semanas antes de dar aviso a Carbineros y la Justicia.

"Siempre uno desea que los delitos se denuncien mientras antes ocurra (...) A nosotros nos interesaría saber por qué hubo un transcurso de tiempo importante desde el momento en que se descubren los hechos y se denuncian", aseguró en entrevista con T13 Radio.

Como se sabe, pasaron varias semanas entre que los empresarios hallaron indicios del espionaje en las oficinas del presidente del organismo, Hermann Von Mühlenbrock, hasta que se denunció el hecho.

En ese sentido, Guerra precisó que la Fiscalía tomará contacto con la empresa que descubrió el espionaje, llamada Profacis, dedicada a la investigación privada. "Obviamente nos interesa tomar contacto tanto con ellos como con la propia gente encargada de informática al interior de la Sofofa (...) tenemos informes que fueron acompañados por parte de los denunciantes, otros antecedentes también, los dispositivos físicamente no, pero obviamente dentro de la orden de investigar a la Brigada del Cibercrimen de la PDI va estar el obtener estos dispositivos y realizar los peritajes que consideren adecuados", aseguró.

"Obviamente también tenemos que investigar cual es la seriedad que tiene, la experiencia que tiene en la materia y qué tipo de profesionales trabajan en ella", agregó.

Aún así, el fiscal no ocultó sus críticas a la Sofofa por confiar en una empresa privada en vez de en la Justicia. "Para nosotros hubiese sido ideal que nos llamaran de inmediato, pero no quiero entrar a calificar las intenciones que los guiaron a ellos. El hecho objetivo es que ellos no denunciaron apenas ocurrió el hecho, pero prefirieron depositar su confianza en una empresa privada que llamar a la policía. Eso es real", dijo a Cooperativa.

El rol de Profacis ha levantado sospechas, pues es una empresa que no aparece en ningún registro público como el Diario Oficial ni Dicom. Solo se sabe que se dedica a la investigación privada.

Hasta ahora, según precisó Guerra, no se conoce con claridad de quienes podría haber sido el o los responsables del hecho ni cuáles serían sus motivos. "Es un tema que tendremos que ver durante el transcurso de la investigación", dijo Guerra.

Lo que sí se tiene -y se seguirá investigando- es un supuesto hackeo al presidente de la Sofofa. "Es una denuncia de hechos que son relevantes, que nos dan cuenta de que los correos electrónicos del señor Von Mühlenbrock en este caso aparecería enviando correos que él jamás envió, que habría sido intervenido por terceros (...) Ellos señalan que habrían sido hackeados, nosotros vamos a tener que ver si eso es efectivo o no", afirmó.