Un total de 99 multas fueron las que cursó el año pasado la Superintendencia de Servicios Sanitarios (Siss) a empresas a cargo de proveer agua potable a distintas comunas del país. Según reporta La Tercera, las penas que recibieron las 20 empresas sancionadas alcanzaron las 9.865 Unidades Tributarias Anuales (UTA), equivalentes a $ 5.522 millones.

El número de infracciones lo lidera Esval S.A., que provee de agua potable a Valparaíso, Petorca, San Antonio, San Felipe y Los Andes, con 11 multas. Las empresas Aguas Chañar (Atacama), Aguas del Valle (Coquimbo) y Essal (Los Lagos y Los Ríos) recibieron sanciones por 10 infracciones cada una.

En cuanto a los montos, Aguas Andinas S.A. fue la que recibió las multas más altas, alcanzando los $1.059 millones de pesos. Esto coincide, además, con que la empresa es la que más usuarios provee, al abarcar la Región Metropolitana, llegando a 1.671.205 ciudadanos.

De acuerdo a cifras de la Superintendencia de Servicios Sanitarios el 84% de las sanciones fue por motivo incumplimiento con la calidad del servicio. Así, Ronaldo Bruna, superintendente del organismo, señaló a La Tercera que aquello se refiere a no asegurar un suministro permanente de agua, con el estándar de calidad y al precio predefinido. “La regulación sanitaria funciona sobre la lógica de incentivos: si se infringe la ley, se arriesgan multas. La idea es que sea más rentable cumplir la ley que infringirla”, declaró, destacando que durante este primer trimestre de 2017 han aumentado en un 39,2 % las multas, respecto al mismo período del año anterior.

Pese a esto, no todas estas multas han sido efectivamente pagadas, ya que las firmas tienen la posibilidad de reclamar ante la superintendencia o ante los tribunales de justicia para revertir la medida.