A través de un documento ingresado el jueves al Tribunal Electoral Metropolitano, la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, Bàrbara Figueroa (PC), se allanó a la existencia de las irregularidades denunciadas durante las elecciones pasadas de la multisindical, por las que estas fueron impugnadas por dos listas.

Las situaciones que llevaron al TE a iniciar un proceso y suspender la realización de nuevos comicios fueron denunciadas por El Desconcierto en agosto de 2017, incluyendo la alteración del padrón electoral agregando al menos 144 mil votos para inflar la ponderación e influencia del voto de determinados dirigentes; el pago "englobado" de cuotas para permitir esa inflación del padrón, la falsificación de certificados, inhabilitación de votantes específicos pertenecientes a sectores disidentes y la pérdida de material electoral.

Según publica hoy La Tercera, en el escrito ingresado el jueves Bárbara Figueroa, al allanarse, asume jurídicamente que los hechos denunciados ocurrieron y señala que “no existe, por tanto, controversia alguna que deba dilucidar vuestro Tribunal, razón por la cual, solicito respetuosamente dictar sentencia sin más trámite, declarándose la nulidad de la elección desarrollada el 26 de agosto de 2016”.

El dirigente del Sindicato Starbucks y figura del sector disidente al oficialismo declaró que “esa carta sólo persigue el propósito de acelerar el pronunciamiento del Tribunal Electoral y con ello poder llevar a cabo elecciones que validen o legitimen precisamente la misma directiva que está siendo cuestionada en el Tribunal”.

Esto, ya que la aceptación de los hechos podría involucrar una rápida sentencia, a más tardar de dos semanas, que permitiría a los sectores dominantes de la CUT realizar nuevos comicios, actualmente suspendidos a la espera de una resolución del Tribunal Electoral. Sin embargo, tal como han denunciado el Colegio de Profesores, la Confusam, el movimiento "A recuperar la CUT" de Andrés Giordano, la Federación de Trabajadores del Cobre y la disidencia de la ANEF, las nuevas elecciones no cumplirían estándares mínimos de transparencia ya que se volvería a ocupar el sistema de voto ponderado de agosto.