En el marco del Día Internacional por la Cero Discriminación, la Coordinadora Nacional de Atención en VIH-Sida alertó lapidaria situación que fue recogida en encuesta sobre la realidad de la discriminación del VIH en el Maule, cuyos resultados de dichos testimonios evidencian la carencia de políticas públicas y el desconocimiento sobre los mecanismos de protección disponibles.

El informe de la coordinadora señala la existencia de barreras institucionales que impiden que las personas que viven con VIH-Sida puedan desarrollarse profesionalmente.

Según consiga la documentación, los testimonios recibidos manifiestan "la existencia de barreras institucionales y actitudes negativas frente a las personas que viven con el VIH", pues se sigue considerando que son "un peligro social", lo que les causa una mayor marginación que les impide desempeñarse plenamente en el trabajo, tener acceso a los servicios de salud con igualdad y vincularse libremente con amigos y familiares.

Michael Díaz, secretario ejecutivo de la entidad, sostiene que “es inaceptable que la discriminación impida el acceso a la atención y las prestaciones que se encuentran garantizadas en nuestro país, por ello es fundamental que se capacite adecuadamente a los profesionales de la Salud”. Asimismo, la ONG subrayó que existe "doble discriminación en las personas con preferencias u orientaciones sexuales diferentes de la heterosexual", pues se les atribuye erróneamente la proliferación de la epidemia.

Del mismo modo, la ONG lamentó que las campañas preventivas carezcan de impacto en la comunidad hecho que ha generado un mayor crecimiento de los nuevos casos de VIH en el país.

“A pesar de las campañas informativas sobre la enfermedad, los prejuicios normalizados provocan que sean objetivo sistemático de discriminación que impide a las personas con VIH gozar de derechos fundamentales y los coloca en una situación de desventaja con respecto al resto de la sociedad", finaliza el informe.