Negligencia municipal en Calama

Negligencia municipal en Calama

Por: Patricio Herman | 26.11.2016
Con fecha 17 de enero de 2012 se firmó un Convenio Específico de Cooperación en Cartera de Proyectos para la ciudad de Calama entre Codelco, División Ministro Hales y la Municipalidad de Calama, 2º Región, el que originó un Decreto Alcaldicio que se describe más adelante, ello para documentar la donación de $ 67.500.000 que tenía como objetivo financiar los trámites iniciales de una importante construcción municipal.

Con fecha 17 de enero de 2012 se firmó un Convenio Específico de Cooperación en Cartera de Proyectos para la ciudad de Calama entre Codelco, División Ministro Hales y la Municipalidad de Calama, 2º Región, el que originó un Decreto Alcaldicio que se describe más adelante, ello para documentar la donación de $ 67.500.000 que tenía como objetivo financiar los trámites iniciales de una importante construcción municipal.

Enseguida, a mediados del año 2012 la Municipalidad de Calama, convoca por la prensa a un Concurso Público para un proyecto denominado Centro Intercultural de Calama, edificación que se situaría en uno de los costados del terreno en donde se emplaza el edificio municipal. Para tal efecto, se presentaron 13 oficinas de arquitectos, calificándose 8 de ellas.

Finalmente, después de un completo análisis interno que duró 90 días, se adjudicó el proyecto a la Consultora Ramón Delpiano, el que consideraba un honorario de anteproyecto de $ 75.000.000, como vemos el monto inicial mencionado en el primer párrafo fue modificado, fijándose un plazo de 105 días corridos para que el anteproyecto fuera presentado en la Secretaría Comunal de Planificación (Secplac) de esa municipalidad.

El contrato del anteproyecto fue firmado por las partes el 20 de noviembre de 2012, el que se sustentó en el Decreto Alcaldicio Nº 989 del 27 de agosto de 2012, rectificado el 26 de septiembre del mismo año por Decreto Alcaldicio Nº 1.142. En ese documento se estableció el monto del honorario y el plazo de ejecución del anteproyecto, el que se perfecciona posteriormente mediante un contrato de Prestación de Servicios de fecha 5 de noviembre de 2012 entre el municipio y el consultor Delpiano.

Los honorarios al consultor le fueron pagados parcialmente durante el año 2013 hasta llegar a los $ 55.000.000 en razón a que el propio Director de Obras Municipales, con fecha 22 de agosto de 2013, dio su conformidad escrita por el cumplimiento de lo contratado.

En aquella época se desempeñaba como alcalde Esteban Velasquez, quien postuló recientemente sin éxito a la reelección y el contrato de Prestación de Servicios lo suscribió el alcalde subrogante Mario Montecinos. Para materializar la obra la autoridad le encomendó a la Secplac que monitoreara su tramitación ya que la materia se debía radicar en el Gobierno Regional de Antofagasta.

En el ínterin, la Secretaria Regional Ministerial (Seremi) de Desarrollo Social, ex Mideplán, le expresa al consultor que esta iniciativa municipal no ingresó a la etapa de diseño del banco integrado de proyectos del año 2012, pues los antecedentes suministrados por el municipio fueron insuficientes, motivo por el cual fue declarado inadmisible en esa instancia de la administración central.

Por otro lado, y ya parece un chiste de mal gusto, el mismo Seremi le recalca al consultor que hay una dificultad mayor que hace inviable la construcción del edificio debido a que no existe un terreno disponible para su futura ejecución pues el sitio elegido por el municipio no tiene dueño en el Conservador de Bienes  Raíces (?).

A la luz de los hechos y teniéndose en cuenta la deuda morosa de $ 20.000.000, el consultor se vio en la necesidad de denunciar este comportamiento negligente municipal en la Contraloría General de la República, adjuntando todos los documentos probatorios del despelote, la que, en dictamen Nº 74.320 del 16 de septiembre de 2015, firmado por la contralora general interina, Patricia Arriagada, dirigido al alcalde de Calama, señaló que esa suma de dinero se le debía entregar al consultor ya que “…………..no cabe sino concluir que lo obrado  por esa municipalidad, al retener la totalidad del último estado de pago no se ha ajustado a la normativa que rige el contrato, por lo que ese municipio deberá adoptar las medidas tendientes a ajustar su actuación en el plazo de 10 días contados desde la recepción del presente oficio”

Ese dictamen Nº 74.320 del ente fiscalizador fue dejado sin efecto por uno nuevo del contralor general, Jorge Bermúdez, con lo cual se evidencia que al arquitecto consultor nunca se le pagó la suma faltante y quedó en claro que el otro perdedor fue Codelco, empresa que graciosamente le entregó al municipio la suma de $ 55.000.000 para que se iniciara el espectacular proyecto Centro Intercultural de Calama, el que se observa en esta columna conocido en detalle por el firmante de la misma.

Se colige entonces que nunca se levantó un mísero ladrillo ni menos se utilizó una pala para excavar el misterioso terreno, siendo interesante saber qué hará el nuevo alcalde que asumirá próximamente para devolverle la plata a la estatal Codelco, aunque nos tinca que el burlesco asunto, dada la poca cuantía del dinero para esa empresa cuprífera, de mutuo acuerdo, será pasado a pérdida por razones de “fuerza mayor no imputables a nadie”