Jaime Retamal, doctor en Educación: Se extraña “una Confech más clara en su comunicación con la ciudadanía”
Este sábado nuevamente la presidenta Michelle Bachelet hará la cuenta pública correspondiente al discurso del 21 de mayo.
Como siempre, los ojos estarán puesto tanto en la sede del Legislativo, donde los parlamentarios comentarán los anuncios de la Primera Mandataria, como en la calle.
Varios son las organizaciones que han convocado a las manifestaciones que se realizarán en la región de Valparaíso. Una de ellas es la Confederación de Estudiantes de Chile, la Confech.
Si bien es cierto que los estudiantes no han tenido el protagonismo mediático ni el peso político para modificar la agenda del Ejecutivo durante el último año, han sido los secundarios los que estas semanas han salido a las calles, calentando el discurso presidencial.
Al respecto, conversamos con el Doctor en Educación, Jaime Retamal, destacado profesor de Filosofía y Educación y académico del Departamento de Educación de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago.
Según el especialista, se extraña a “una Confech más clara en su comunicación con la ciudadanía”.
¿Cómo ves la correlación de fuerzas en la Confech actual?
Tengo esperanzas de que el movimiento estudiantil se active un poquito más durante este año, sobre todo en relación a la demanda por una educación pública, verdaderamente pública, y no puramente educación disfrazada de pública, que es la educación privada con sentido público o con función pública. Me gustaría escuchar del movimiento estudiantil este año una demanda mucho más clara y efectiva y potente. Tengo la esperanza de que el movimiento estudiantil todavía se organice más para pedir esta demanda un poquito más histórica y estructural, que lo que se ha cumplido en este gobierno que lo veo bien mínimo.
¿Cómo encuentra el liderazgo que hay en la Confech en comparación a los últimos años?
El liderazgo tiene algunos desafíos comunicacionales, sobre todo en el sentido de ser más preciso y certero en la comunicación de tal manera de aunar mucho más a la sociedad civil y a la sociedad civil organizada y a la gente de a pie. Creo que el mensaje de la Confech de este año ha sido un poquito menos eficiente en ese sentido y ese es el desafío: encantar, convocar y tratar de aunar más fuerzas que las que tiene. No solo a fuerzas políticas organizadas, sino a la ciudadanía de a pie que de repente yo la escucho y hablo y echan de menos una Confech más clara en su comunicación con la ciudadanía. Encuentro que el discurso de la Confech está muy bien estructurado desde el punto de vista sociológico, filosófico, desde el punto de vista de la argumentación, pero no es efectivo desde el punto de vista comunicacional.
¿Y si se compara con el 2011?
Comparándolo con el periodo 2011 que se convocó mucho más a la ciudadanía, era bien argumentado. Había un sentido ético en la argumentación y ese sentido ético fue compartido por gran parte de la población que salió a las calles a apoyar a los estudiantes. Si bien es cierto las movilizaciones estudiantiles de este año han sido exitosas porque han logrado convocar al propio gremio, a sus propios convocantes, no han sido existosa en cuanto a que todavía no logra prender como se prendió en esa época.
¿Cree que ha influido el anuncio de la gratuidad hecho por el Gobierno ?
El aparato comunicacional de la Nueva Mayoría es un factor no menor. Ha sido también avasallador respecto al discurso público en cuanto a educación, entonces usan todos los medios que tienen a su disposición para poner un discurso y una idea en la opinión pública. A los estudiantes les ha costado dialogar y contrarrestar ese aparato comunicacional y yo creo que en ese sentido hay relativización.
En cuanto a lo que refiere de la gratuidad la gente escucha la palabra gratuidad, la gente cree que eso responde a la demanda histórica del movimiento estudiantil. Pero los estudiantes han explicado que eso no es la realidad y es una gratuidad tramposa, es una gratuidad falsa. Me parece que la gratuidad efectivamente es una especie de dulce que de una u otra manera la opinión pública se la ha tragado fácilmente. Va a faltar un poco más de tiempo para que se comprenda mejor el sentido de esta gratuidad.