La movilizaciones en Chiloé, que han marcado la agenda esta semana, recuerdan mucho a otra situación similar que se vivió en una región aislada. En 2012, se armó un amplio movimiento social en Aysén, que pedía entre otras cosas una baja en el precio del petróleo, gasolina, gas, leña, una mejora en infraestructuras de salud y universidad para la zona, entre otras cosas.

De esas movilizaciones surgió el nombre del dirigente local Iván Fuentes, quien tras hacerse conocido en todo el país, hoy mira las movilizaciones de Chiloé desde su sitial de Diputado.

En conversación con La Segunda, Fuentes no duda en comparar ambos movimientos. "Es bien irónico. Hace 4 años partimos protestando por bajas de cuotas de pesca y logramos en Aysén crear un gran movimiento social para lograr mejoras para la gente de la región. En Chiloé pasa lo mismo. La marea roja detonó el descontento acumulado de los isleños, porque ya no son sólo los pescadores, es el pueblo movilizado. El gobierno ha sido lento en hacer esa lectura", afirmó.

"Cuando los movimientos sociales como éste no se resuelven de manera rápida, tienden a crecer porque siempre hay un detonante que permite dar curso al descontento social acumulado (...) Lo de la marea roja fue solo el detonante de que la gente sintiera que no hay preocupación por ellos. Eso los une y provoca un movimiento con amplia unidad", agregó.

Para Fuentes, el gran ausente por parte del gobierno ha sido el Ministerio de Hacienda, porque el conflicto "no se soluciona con un bono ni con fuerzas especiales. Se debe dialogar e invertir en varias cosas". El diputado insiste en que el gobierno se equivoca al creer que la crisis es solo producto por la marea roja. "Es mucho más".