En una nota escrita para Tiempo Argentino y reproducida en su página de Facebook, el cantautor argentino Víctor Heredia se refirió a una nueva conmemoración del golpe de Estado transandino de 1976.

En el texto, el cantante señaló que "No es la cifra la que duele, es la forma, el atropello, la inocultable barbarie".

Lee el texto completo a continuación:

Cada 24 de Marzo me asalta mi infancia, su olor a mandarinas, a largos veranos y a interrumpidas siestas en nuestra casa de Paso del Rey. Es así la memoria, no milita por ningún partido, no levanta ninguna bandera pretendidamente revolucionaria. Guarda el refugio del abrazo, de la ternura filial, del olor del hijo, del padre, del recién nacido, del vientre que promete futuro. Un anoréxico intelectual nos dijo hace poco que hacíamos una exaltación de una fecha como esta para conseguir subsidios, para sacar provecho económico. Pobre tipo, se va a quedar sin amigos, sin familiares. Porque si uno piensa seriamente en su defensa matemática de cuántos y no del modo y de todo el miedo que produjo el terrorismo de estado en nuestro país, tiene que asumir que su insensibilidad es directamente proporcional al escarnio que merece.

No es la cifra la que duele, es la forma, el atropello, la inocultable barbarie. Son los abrazos perdidos, son los nietos a la deriva, los huesos sin ubicar, las flores sin destino, la intemperie de los compañeros, el llanto de mi madre, el de todas las madres que fueron torturadas con la incertidumbre durante estos cuarenta, años, los vuelos de la muerte, el olor a quemado de la piel por la picana, los gritos, la oscuridad.

Yo no quiero ser cruzado de nada, mucho menos de esa verdad que esconde tanta sangre vertida. Solamente digo que la memoria, como dice mi hermano León, lo guarda todo. Los pueblos no olvidan, aunque a veces se equivoquen, duden, se confundan, los engañen.

Por mi parte no voy a olvidar mis miedos, tampoco mis dolores, pero mucho menos mi ética humana, la que me empuja a recordar que un día hace cuarenta años me arrancaban la mitad de mi vida, la mitad de mis sonrisas, la mitad de mi amor.

No sé que subsidios buscan ciertos discursos, pero el único subsidio, la única exaltación que las víctimas de tamaño genocidio buscamos es justicia, es la paz de saber adonde están, para poder despedir, para finalmente llorar, soltar. Dejarlos ir…

Víctor Heredia

Nota escrita para la edición especial de Tiempo Argentino que sale hoy, gracias al esfuerzo de sus trabajadores.