Burgos y Valdés: Los ministros neoliberales que le ponen freno de mano a las reformas de su gobierno
El 11 de mayo del año pasado, cuando la presidenta Michelle Bachelet nombró a Jorge Burgos (DC) en el ministerio del Interior y a Rodrigo Valdés (PPD) en el de Hacienda como miembros de su nuevo gabinete, la ciudadanía se dividió en pifias y aplausos.
Jorge Burgos ya tenía experiencia en gobiernos anteriores, como subsecretario del Interior en los mandatos de Eduardo Frei Ruiz Tagle y de Ricardo Lagos, y como ministro de Defensa en el primer período de Bachelet.
Por estos nombramientos, a Burgos se le vincula mucho al estilo moderado y neoliberal de la Concertación, característica que en algunos encendió las alarmas de ver mitigadas las reformas de este gobierno. En otros se encendió la esperanza por la misma razón, como es el caso del senador decé Jorge Pizarro, quien se alegró por el cambio indicando que los ministros recién nombrados iban a "cambiar el rumbo de un Gobierno que andaba mal".
Dentro de esos ministros a los que se refirió el presidente de la DC se encontraba Rodrigo Valdés. El economista siempre ha estado ligado al mundo bancario, siendo presidente del Banco del Estado de Chile y asumiendo otros cargos en el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central y BTG Pactual, entre otros. Carrera por la que se le vincula fuertemente a la administración del modelo neoliberal.
Frente a las expectativas de que el gobierno tendiera hacia el centro político con los dos nuevos ministros, Bachelet aseguró en ese entonces que si alguien contaba con que Burgos y Valdés "llegaban para cambiar el rumbo", hizo una "lectura equivocada".
Pero la práctica le ha dado la razón a muchos. Y es que ambos ministros han manifestado públicamente opiniones contrarias a la "radicalidad" de algunas de las medidas de la presidenta, la mayoría contenidas en el propio programa de su gobierno.
La mano de los ministros en aborto y reforma laboral
Es el caso del proyecto de despenalización de la interrupción del embarazo en las causales de peligro de vida de la madre, inviabilidad fetal y violación, que fue aprobado por la Cámara de diputados el jueves recién pasado luego de un intenso debate caracterizado por las indicaciones que legisladores DC exigieron para dar su voto.
Luego de que Bachelet y ministros como Claudia Pascual (PC) del Sernam y el vocero de gobierno, Marcelo Díaz (PS), celebraran el hito como un triunfo, Burgos se encargó de enlodar un poco la fiesta. Consultado por su opinión sobre la aprobación del proyecto, el ministro del Interior confesó "prefiero responder con honestidad. Si fuera parlamentario, respecto a la tercera causal (de violación) estaría en un momento de duda”.
Las declaraciones se dan en paralelo a las negociaciones políticas por la reforma laboral, otro de los proyectos de este gobierno que genera quiebres dentro de la misma coalición con un bando opositor liderado por Burgos y Valdés.
Las diferencias se han visto plasmadas en las "adecuaciones necesarias" ingresadas por el gobierno para ajustar la reforma laboral en caso de huelga, restricción a la extensión de beneficios colectivos y la titularidad sindical, siendo uno de los puntos más controvertidos la posibilidad de permitir a las empresas el reemplazo interno de sus trabajadores en caso de huelga.
La ministra del Trabajo, Ximena Rincón (DC) ha manifestado su apoyo a la iniciativa, arguyendo que es necesario aprobarla lo antes posible. En cuanto a las "adecuaciones necesarias", asegura que intentó cerrar los espacios para nuevos cambios para que el trabajador que no está en huelga pueda "seguir trabajando, pero sin sustituir a los trabajadores que sí están en huelga".
Pero varios de sus correligionarios no están conformes con el proyecto. Así lo demostraron los senadores decé Ignacio Walker, Andrés Zaldívar, Manuel Antonio Matta y Patricio Walker, que se sumaron a los votos de derecha para rechazar la norma de la negociación interempresa el pasado 10 de marzo.
Mientras, el pepedé Rodrigo Valdés levanta dudas al asegurar que en Chile el crecimiento económico no está garantizado y que para mejorarlo es necesario tener una reforma laboral “equilibrada” y con un derecho a huelga “proporcional” con los efectos que tiene en otros actores, incluyendo a las empresas.
Las declaraciones,que apuntaban a defender la gradualidad en el programa de gobierno, fueron compartidas por Jorge Burgos, razón por la que el presidente de la Sofofa, Hermann von Mülenbrock, celebró la actitud de la dupla de ministros. Von Mülenbrock aseguró que los dichos de Valdés y Burgos "está mucho más cerca de lo que nosotros pensamos cómo debe ser un país, como debe avanzar un país y no a través de posiciones contumaces que no tienen ningún buen futuro”.
Aunque cuentan con la venia del empresariado y grupos conservadores, desde la coalición de gobierno han habido críticas. Una de ellas viene del presidente de la comisión de constitución de la Cámara Baja, el diputado socialista Leonardo Soto. “No corresponde que el ministro de Interior se salga de su rol y entregue una visión personal que cuestiona una iniciativa del propio Gobierno que representa. Considero que es una grave deslealtad”, señaló respecto a los dichos de Burgos sobre el aborto.
En tanto, la diputada del PC Camila Vallejo aseguró que “si hubiera cláusula de revocación de responsabilidad política ministerial, yo tendría varias acumuladas al ministro Burgos" y el histórico militante de la DC Ricardo Hormazábal señaló que Burgos "no ha sido solidario con la propia ministra del trabajo y ha hecho algunas declaraciones que dejan en muy mala posición a la Presidenta. Tampoco hemos podido definir una política razonable para la zona de la Araucanía, que no implique sólo carabineros o armas, sino soluciones". "Burgos creo que es una persona honesta, pero que por sus concepciones neoliberales y su carácter no ha sido un ejemplo en el ministerio del Interior", concluyó Hormazábal.