La votación de la Reforma Laboral sigue marcando tensiones dentro del oficialismo, especialmente por el actuar de la Democracia Cristiana.

Durante la tramitación de ayer en el senado se aprobaron dos indicaciones contrarias a lo que pretendía el Ejecutivo. La primera es la reposición del concepto de negociación y huelga pacífica, impulsada por el senador RN Andrés Allamand. Para su aprobación contaron con los llamados "díscolos" de la DC: Patricio Walker, Andrés Zaldívar, Ignacio Walker y Manuel Antonio Matta.

En este punto sin embargo, contaron también con el apoyo de los PPD Felipe Harboe y Eugenio Tuma. El resto de la Nueva Mayoría lo rechazó. Por su parte, la ministra del Trabajo Ximena Rincón aseguró que "la huelga pacífica está recogida en nuestra legislación, en el derecho positivo. Por tanto, nos parece absolutamente innecesario insistir en una norma que no aporta".

La otra indicación que contó con el apoyo de los senadores DC fue la aprobación del artículo 297, que permite al empleador solicitar a la Dirección del Trabajo la disolución del sindicato por incumplimiento de obligaciones. El resto de la Nueva Mayoría votó en contra.

Pese a las diferencias internas que ha generado en la Nueva Mayoría la tramitación del proyecto, la ministra Rincón aseguró haber "escuchado durante estas semanas sobre una división completa de la Nueva Mayoría, pero en la sala vamos aprobando con amplio respaldo el proyecto del Ejecutivo".

Para esta jornada se espera la votación de los artículos de "adecuaciones necesarias", que ha sido criticado por ser una especie de "reemplazo interno" que niega el derecho a huelga. Este punto y la titularidad sindical con extensión de beneficios se esperan que sean los más ásperos, con votos en contra y abstenciones dentro del propio oficialismo.