Remedios made in Chile: una fórmula para democratizar la medicina

Remedios made in Chile: una fórmula para democratizar la medicina

Por: Greta di Girolamo | 21.01.2016
En el contexto del Congreso del Futuro, el químico Peter Seenberger habla de que si cada país fabricara sus propias medicinas, abarataría costos y garantizaría un acceso a la población más pobre. Un modelo que quizás podría hacerse posible en Chile de la mano del nuevo ministerio de Ciencia y Tecnología.

“El tema de tener acceso a una droga u otra depende de de dónde proviene la droga. Si uno tiene producción local por supuesto tendrás más oportunidades, por lo tanto vas a tener mayor acceso a la sociedad. Si vienen de otro país los medicamentos por su puesto tendrán otro valor”, dice Peter Seeberger desde el escenario del ex Congreso de Santiago.

La respuesta del químico a la consulta de eldesconcierto.cl se enmarca en el V Congreso del Futuro en Chile, que reúne a las mentes brillantes del mundo en distintos ámbitos de la ciencia y la tecnología para hablar del calentamiento global, los avances de la medicina e inteligencia artificial entre otros temas hasta el 24 de enero.

Seeberger se ha dedicado a desarrollar un sistema que reduce el tiempo de fabricación de vacunas, así aumenta su cantidad y disminuye su costo. Gracias a eso pueden producir los principales fármacos para combatir la malaria en algunas horas, lo que ya se está implementado en el sureste asiático para repartirlo en las poblaciones más pobres que actualmente no pueden costear el tratamiento.

Seeberger se ha dedicado a desarrollar un sistema que reduce el tiempo de fabricación de vacunas, así aumenta su cantidad y disminuye su costo. Gracias a eso pueden producir los principales fármacos para combatir la malaria en algunas horas, lo que ya se está implementado en el sureste asiático para repartirlo en las poblaciones más pobres que actualmente no pueden costear el tratamiento.

La idea es aplicar este mismo procedimiento en la producción de otras medicinas para combatir las barreras económicas que actualmente dejan a miles de personas enfermas sin la posibilidad de acceder a su medicina.

Este panorama también se vive en Chile, donde la discusión sobre el precio de los medicamentos ha marcada la discusión de los últimos años.

El escenario nacional

Desde la entrada en vigencia de la Ley de fármacos en 2014 los médicos están obligados a recetar un medicamento genérico bioequivalente –más barato- en vez de uno de marca y las farmacias a su vez tienen la obligación de venderlos. El mismo año comenzó a operar el Fondo de Farmacia (Fofar) que entrega gratuitamente medicamentos para la hipertensión, diabetes, colesterol y triglicéridos altos.

A pesar de dichos avances, Bachelet está ad portas de firmar el Acuerdo Transpacífico (TPP) este 5 de febrero. ¿El problema? Uno de los puntos del tratado, que lleva cinco años tramitándose y reúne a 11 países, supone extender el plazo de monopolio de venta de los laboratorios que inventan los medicamentos.

A eso se sumó la iniciativa de la comuna de Recoleta que, encabezada por el alcalde Daniel Jadue (PC), montó la primera Farmacia Popular de Chile, donde los usuarios pueden acceder a remedios de un 70% más barato desde noviembre del año pasado al no existir un intermediario en el proceso de compra venta.

A pesar de dichos avances, Bachelet está ad portas de firmar el Acuerdo Transpacífico (TPP) este 5 de febrero. ¿El problema? Uno de los puntos del tratado, que lleva cinco años tramitándose y reúne a 11 países, supone extender el plazo de monopolio de venta de los laboratorios que inventan los medicamentos.

Actualmente la legislación chilena indica que transcurridos cinco años desde que se patenta un nuevo medicamento, la fórmula de dicho remedio puede ser reproducida por otro laboratorio que luego vende el producto a un precio considerablemente menor, conocido como medicamento genérico.

Si Chile firma el TPP, ese periodo se extiende a ocho años. Ocho años que tendrán que esperar personas cuyo presupuesto no alcanza para costear el remedio que necesitan; estarán sin tratamiento hasta que este aparezca en forma de genérico en el mercado.Imagínate lo dramático que es para una persona enferma que no tiene acceso a los medicamentos”, señala Rodrigo Irarrázaval, doctor y miembro de Médicos Sin Marca.

La voluntad política es precisamente uno de los puntos clave para avanzar según Peter Seeberger. “Finalmente se trata de los gobiernos, que los gobiernos pongan atención en lo que quieran cubrir y lo que quieren financiar”, concluye el experto.

Por eso la comunidad científica se mostró tan entusiasmada con el anuncio que hizo este lunes la presidenta Michelle Bachelet sobre la creación de un ministerio de Ciencia y Tecnología. Se espera que el trámite del proyecto de ley comience a más tardar en junio de este año para que el nuevo ministerio comience a operar en 2017.

La noticia viene a calmar las aguas en el mundo científico, luego de un 2015 marcado por manifestaciones de los ayudantes de investigación científica por sus malas condiciones laborales, reclamos por la baja inversión en el área y también porque La Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) quedó sin presidente.

Sin embargo, la organización Conocimiento Colectivo advierte sobre el nuevo ministerio: "Ni la creación de un ministerio, ni el aumento del presupuesto resolverán por sí mismos la desarticulación y la inestabilidad propias de un sistema donde la ciencia se somete al arbitrio del mercado", indican en una columna publicada por eldesconcierto.cl.

El nuevo ministerio abre la puerta a la posibilidad de que Chile invierta en la producción de sus propios medicamentos con un modelo como el que plantea Seeberger y así logre abaratar costos para garantizar un acceso democrático a los remedios. Lo que queda en veremos es si el enfoque de la nueva cartera permitirá una innovación de este tipo.