MEO y Vlado Mirosevic reimpusan ley que permite destituir parlamentarios
Durante los últimos días, Marco Enríquez-Ominami ha realizado diversas gestiones en busca de apoyos de las bancadas políticas para reflotar un proyecto de ley presentado por él mismo hace seis años, cuando era parlamentario.
La idea del proyecto, según consigna La Tercera, es establecer la posibilidad del referéndum revocatorio en Chile. Así, la ciudadanía podrá tener la facutad de ejercer su voto no sólo para elegir a las autoridades, sino también para ponerle fin a sus mandatos.
Esto toma mayor sentido en un momento en que un grupo de parlamentarios en ejercicio son cuestionados por las irregularidades en el financiamiento de sus campañas políticas. Por ello, el proyecto busca que los diputados y senadores que sean involucrados en situaciones irregulares puedan ser destituidos si así se decide a través del sufragio.
“A raíz del caso Penta, muchos han planteado que los parlamentarios involucrados deberían renunciar. Pero eso no es posible, porque el mandato de la ciudadanía es irrenunciable. No se puede abandonar un mandato que entregó la ciudadanía. Pero sí pueden ser los mismos ciudadanos quienes quiten ese mandato”, explicó Enríquez-Ominami.
MEO impulsará la iniciativa junto al diputado Vlado Mirosevic, del Partido Liberal. En el proyecto se establece que, para que una autoridad pueda ser revocada, el referéndum debe ser convocado por la ciudadanía a través de la recolección de firmas y la exposición de sus razones. Además, este proceso puede ser practicado sólo una vez durante un mandato.
"Por ejemplo: si un diputado es sometido a este proceso, y los electores votan para que se mantenga en su cargo, no podría enfrentar un referéndum otra vez, al menos hasta que termine su periodo parlamentario. Si luego de eso va a la reelección y gana, entonces comienza un nuevo periodo, y recién ahí podría volver a convocarse otro referéndum, en el caso de que los votantes lo estimen necesario”, explicó MEO.
Para que el resultado sea válido, debe participar al menos un 25% de padrón electoral y la opción ganadora debe obtener la mayoría absoluta de votos.