Más de la mitad de franceses rechaza aumentar intervención en Irak
El 63 por ciento de los franceses rechaza hoy una intensificación de las operaciones militares de su país en Iraq, donde Francia participa en los bombardeos contra posiciones del Estado Islámico (EI).
El 57 por ciento también desaprueba otras intervenciones en Siria, Yemen o Libia, mostró un sondeo del Instituto Nacional de Opinión Pública, del que se hacen eco varios medios de prensa.
La prohibición de regreso a Francia a los ciudadanos galos sospechosos de estar enrolados con grupos terroristas de otros territorios, cuenta con el respaldo del 68 por ciento de los encuestados.
Igual cantidad es favorable a la prohibición de salida de suelo nacional a quienes sean sospechosos de tener el propósito de mezclarse con extremistas.
La Asamblea Nacional aprobó el 13 de enero la prolongación de la intervención gala contra posiciones del EI en Irak, conflicto en el que París decidió enrolarse desde septiembre de 2014.
La votación tuvo lugar después de que el primer ministro Manuel Valls realizara una intervención de 40 minutos en ese recinto en la que afirmó que: "Francia está en guerra contra el terrorismo, el yihadismo y el islamismo radical".
Desde septiembre pasado, diversas personalidades como el senador por el Partido Comunista Pierre Laurent puso en duda que los ataques aéreos fueran la solución para enfrentar a un adversario como el EI.
Cuatro meses después, recalca que las amenazas se han intensificado, lo cual se evidencia con la ejecución de rehenes, la muerte de cientos de personas y masacres en masa, como las ocurridas en días recientes en Nigeria.
A juicio de Laurent, la estrategia de guerra contra el terrorismo puesta en marcha, en particular desde el 11 de septiembre de 2001, es un fracaso evidente.
Francia es parte de la coalición internacional de 40 naciones, 10 de ellas árabes, liderada por Estados Unidos, que bombardea zonas ocupadas por el EI, el movimiento armado islamista que controla territorios en Iraq y Siria y está implantado en Túnez, Libia y Egipto.
En la actualidad esta nación europea también lleva a cabo la operación Barkhane, en la franja sahelo-sahariana y la Sangaris, en la República Centroafricana.
El país posee bases en Chad, Níger, Costa de Marfil y Djibuti, y en 2010 devolvió oficialmente sus instalaciones a Senegal, pero mantuvo un contingente en esa nación.