Lucía Guerra:

Lucía Guerra: "La liviandad o la farándula son drogas que adormecen todo cuestionamiento del sistema"

Por: El Desconcierto | 08.11.2014

Lucía Guerra_Foto César Baeza HidalgoEn esta entrevista, la autora de la selección de cuentos "Las pistas de Lucifer", lanzada en la Feria Internacional del Libro de Santiago (FILSA 2014) de la mano de Ceibo Ediciones, aborda la temática de su producción literaria y académica.

Su ensayo "La Ciudad Ajena. Subjetividades de origen mapuche en el espacio urbano" se lanzó durante la semana luego de ganar el premio Extraordinario Culturas Originarias Casa de las Américas 2013. Y también presentó 'Ciudad, género e imaginarios urbanos en la narrativa latinoamericana', con Editorial Cuarto Propio.

Los cuentos y novelas de Guerra exploran la sexualidad y el cuerpo de mujer desde una perspectiva que intenta dar voz a las voces silenciadas de las mujeres. Pero, además, entrega una mirada crítica a los códigos obsoletos de “lo femenino” y “lo masculino”, desde una estética de lo fantástico que postula el 'Bien' y el 'Mal' en un espacio ambiguo que contradice los presupuestos de la moral convencional.

Una parte de su obra dice relación con el uso y abuso de la violencia del día a día. 'Las pistas de Lucifer' se compone de una docena de cuentos que, según describe su autora, “se sitúan en la línea estética de lo fantástico”. Londres, Ciudad de México, Hollywood, Nueva York, una isla en el Caribe y Santiago, son los diversos escenarios donde se desarrollan los relatos, siempre unidos por vivencias cotidianas, las cuales se ven interrumpidas cuando el crimen y la violencia amenazan, mientras la realidad se ve contaminada con la ficción del cine y la literatura, con lo imaginado por un personaje alucinado o con la insólita aparición de un elemento extraño. Todo sucede en un clima donde el incesto, la violación sexual, los excesos del poder y ciertos rituales paganos aparecen entretejidos.

 En Las pistas de Lucifer usted aborda el tema de las relaciones de poder y la violencia, un tema que también analiza desde su quehacer académico ¿Cómo llega éste a convertirse en un tema relevante para usted?

En mi opinión y en la de importantes teóricos, el poder y la violencia son las fuerzas más negativas que han predominado en nuestro mundo. Basta recordar la esclavitud donde seres humanos inocentes, durante siglos, fueron convertidos en mercancía y tratados con la mayor crueldad, la Conquista de América donde los pueblos originarios fueron victimizados en una guerra de exterminio y tantas otras confrontaciones bélicas.

Tras este ejercicio de poder siempre han estado los intereses exclusivamente económicos. El poder y la violencia están también relacionados con el género y no es fortuito que los estudios del cerebro hayan demostrado que los hombres tienen más desarrollada aquella sección donde se ubica la agresividad y el sentido de territorio.

Nuestra sociedad patriarcal y nuestra humanidad misma están impregnadas de poder y violencia. Desde una perspectiva feminista, nosotras abogamos, basándonos en la metáfora de lo materno, por la reciprocidad y no la competencia en pos del poder, por la anulación de jerarquías a nivel social, genérico y económico. Los cuentos de mi libro 'Las pistas de Lucifer', ponen énfasis en el hecho de que violencia y poder son también los que engendran el Mal a nivel metafísico.

¿Cuáles son sus principales motivaciones escriturales?

En mis primeros cuentos y novelas, me interesa mostrar a la "Mujer Diciéndose a Sí Misma" (así con mayúsculas) y no reiterar a esa Mujer Dicha por tantos escritores, sacerdotes y líderes de la Patria. Eso se refleja en mis novelas 'Más allá de las máscaras', 'Muñeca brava' y los cuentos de 'Frutos extraños',en estos últimos años, me ha interesado también escribir a los hombres regidos por los códigos de la masculinidad, a pesar de ser sólo seres humanos vulnerables, débiles y conflictivos.

Pistas de LuciferEn 'Las pistas de Lucifer', se presentan personajes masculinos dominados por estos códigos, pero con una capacidad de redención aunque sea en una quimera de hombre mutilado en el caso del cuento 'Limpio de culpa', por ejemplo.

¿Pasar del ensayo académico al texto narrativo es otra forma de abordar la realidad y describirla desde su concepción?

En mi caso, teoría y ficción se entrecruzan e interiluminan. Me desvío de la típica estructura del best-seller que se limita a contar historias, en lo posible "escandalosas y entretenidas". Aparte de ser un insulto a la inteligencia de lectores o televidentes, la liviandad o la farándula son drogas que adormecen todo cuestionamiento de un sistema que se nos impone ejerciendo poder sobre nuestra conciencia. En mis cuentos y novelas, en una historia entretenida, se entreteje una tensión o conflicto de carácter social o filosófico.

¿La realidad alcanza a ser descrita desde el análisis académico? ¿Se relaciona con el público ese análisis en general?

Como toda práctica cultural, el trabajo académico es sólo un intento fragmentario de acercarse a la llamada realidad, aunque se trata de un tejido muy complejo y heterogéneo, una especie de laberinto con diversas densidades.

Es decir ¿Es un público diferente el que lee su narrativa que el que se acerca a sus ensayos?

Definitivamente, se trata de públicos diferentes lo que considero un verdadero privilegio. Mis libros teóricos como 'La mujer fragmentada: Historias de un signo', 'Mujer, cuerpo y escritura en la narrativa de María Luisa Bombal' o 'Ciudad, género e imaginarios urbanos en la narrativa latinoamericana', están dirigidos a especialistas en las áreas de la mujer, de género, de literatura latinoamericana y cultura mapuche.

Mis cuentos y novelas son leídos por un público mucho más amplio que me permite hacer llegar mi escritura a diferentes ámbitos.

¿Es la escritura una especie de desahogo para usted?¿De qué manera se manifiesta?

La escritura es, obviamente, un proceso muy complejo y a veces, impredecible. En este entramado tan denso, en mi caso, sí se da el elemento del desahogo y la catarsis. Como exiliada en Estados Unidos, vivo siempre la nostalgia por Chile y lo latinoamericano.

Por otra parte, el hecho de vivir mis experiencias desde dos laderas culturales diferentes, me permite una mirada más crítica de ambos entornos. En realidad, se trata de una doble mirada, de una yuxtaposición que evidentemente se refleja en mi escritura.

¿Cómo le ha parecido esta Feria del Libro? ¿Se ha notado que las(os) autoras(es) son las(os) invitadas(os) especiales de este año?

He estado casi todos los días en la Feria y me ha sorprendido, de manera muy positiva, la afluencia de público, la dinamicidad de las actividades y el auge de las editoriales alternativas. Regreso a California con la imagen de un Chile donde la cultura es aún parte muy importante de nuestro país.