Desde las 10 de la mañana de este lunes comenzaron a reunirse en las afueras de la embajada de Italia los familiares, amigos y compañeros de Lumi Videla, militante del MIR asesinada el 3 de noviembre de 1974 por miembros de la DINA que la torturaron durante 40 días, para terminar lanzando su cuerpo por encima de un muro de la sede diplomática, la que en ese entonces prestaba refugio a cientos de ciudadanos chilenos que buscaban asilo político para salir del país.

El crimen, recordado como uno de los más horrorosos por parte de la dictadura, fue conmemorado por decenas de ex militantes y compañeros de Lumi y de su pareja, Sergio Pérez Molina, detenido después que Videla pero del cual no se conoce su paradero hasta el día de hoy. Dos fueron las ceremonias organizadas, uno en las afueras y otro dentro de la embajada.

En la primera se instaló una placa que recuerda el lugar por donde fue lanzado el cuerpo de Lumi, ceremonia a la que asistieron varios dirigentes históricos del MIR, entre ellos Andrés Pascal Allende.

Dago Pérez, hijo de Lumi y Sergio, fue el gran protagonista de la primera parte al dedicar sus palabras al significado del nombre de su madre, y fiel a su profesión de la fe rastafari, de la cual él es sacerdote, contó una experiencia personal, “pero que no es personal porque todo lo relacionado a mi madre pertenece a todos”. Dago narró que en una de sus meditaciones profundas, sintió que le fue revelado el significado del nombre Lumi, el cual era una abreviación de Luminosa.

“Para todos los padres y madres que tienen hijas Lumi, les quiero compartir lo siguiente. Cuando estaba meditando sobre qué nombre ponerle a mi nueva hija, apareció con mucha claridad que el significado de Lumi era ‘joven guerrera de la que emana luz’. (…) Es potente porque ese es un nombre nuevo, que nació con la Lumi. Sabíamos cómo fue construido, pero el significado que trasciende es el ejemplo de ella”, narró a los asistentes.

Dago concluyó presentando a la alcaldesa de Providencia, Josefa Errázuriz, la petición formal para cambiar el nombre de la calle Elena Blanco, desde donde fue lanzado el cuerpo de la asesinada dirigente mirista, por el de Lumi Videla Moya.

Posteriormente, Dago agradeció el acto realizado por la embajada italiana, aunque reconoció que llegó tarde. “Por supuesto llega tarde, pero no es sólo para nosotros, porque ha sido algo general, porque en realidad desde que terminó la dictadura nunca hubo un real esfuerzo y compromiso por la verdad y justicia para todos. Todas las cosas han llegado tarde, no solamente este homenaje a mi madre. Es uno más, pero la porfía igual ha dado resultados”, comentó a El Desconcierto.

 

El rescate de la memoria

Andrés Pascal Allende, secretario general del MIR en los años de clandestinidad, calificó al homenaje como “un acto muy simbólico, porque fue una pareja joven de estudiantes que se comprometió por entero en la lucha social de su pueblo, y por un cambio revolucionario en la sociedad chilena”, y agregó que “ése es un gran ejemplo para la nuevas generaciones, no el sentido de copiar mecánicamente lo que hicieron, porque cada época histórica tiene sus formas de lucha, pero lo que sí se mantiene es ese compromiso de entregar su vida por su pueblo. Las nuevas generaciones pueden encontrar un gran ejemplo de eso en la imagen de Lumi y Sergio”, indicó Pascal Allende.

Para el que fuera encargado de coordinar la rearticulación del MIR el extranjero, el homenaje a Lumi se enmarca en un intento de varias organizaciones por recordar los lugares donde cayeron o fueron detenidas las víctimas de la dictadura.

“La Fundación Miguel Enríquez y otras organizaciones de DD.HH estamos concertando los esfuerzos para impulsar un programa que consiste justamente en ir colocando en los distintos lugares de Santiago y otras ciudades, señales de dónde fueron asesinados, tomados preso o donde cayeron en combate nuestros compañeros de la resistencia, y no sólo del MIR, sino de todos los sectores de la izquierda. Con eso no sólo le queremos recordar a la nuevas generaciones la atrocidades cometidas en dictadura, sino recordar que hubo mucha gente y muchos jóvenes que no aceptaron la dictadura, no aceptaron la opresión y resistieron, lucharon por recuperar la libertad y la democracia en su país”, indicó.

También asistió al acto la actual presidenta de la Fech, Melissa Sepúlveda, quien justificó su presencia asegurando que “tenemos muy presente el legado de todos los luchadores sociales en lo que hacemos hoy día, de remover a este país que sigue estando tremendamente atado a la dictadura a través de su Constitución, a través de las lógicas de participación política y tantas cosas, por lo que es importante para nosotros estar en este tipo de actos y conmemoraciones”, indicó.

“Hemos dicho que la mejor manera que tenemos para hacer memoria y justicia es continuar con el legado de lucha, de movilización, y que podemos creer que es un proyecto nuevo pelear por la educación o por la salud y por mejores condiciones de vida, pero es el mismo proyecto que tenía Lumi Videla y Sergio Pérez”, concluyó Sepúlveda.

Para Vicente Durán, rapero nacional más conocido como Subverso, la importancia del acto conmemorativo radica en “la construcción de la verdad histórica de lo que pasó en dictadura y también después de ella”, y agregó que la impunidad de las violaciones a los DD.HH “siguen presentes en Chile, y no solo por los crímenes de la dictadura, sino también de la democracia ahora, porque hemos visto varios asesinatos al movimiento social, y en el sur también con la lucha mapuche”, indicó.

“Sabemos que cuando recordamos a los caídos en dictadura estamos recordando un proyecto histórico del pueblo chileno, por el cual ellos se organizaron y dieron toda su fuerza y energía cada día, intentando transformar la sociedad de forma revolucionaria. Entonces, estar acá y recordar ese carácter militante de nuestros caídos, como hay hoy día también y como tienen que haber muchos más en el futuro, es el ejemplo que necesitamos proyectar hacia las nuevas generaciones”, concluyó Durán.

 

Olivar y monumento natural para Lumi

Ya pasado el medio día, y tras una romería que contó con la plantación de un árbol frente a una animita que recuerda a Videla en calle Román Díaz, los familiares y amigos de la militante se trasladaron al interior de la embajada para el acto organizado por la sede diplomática, donde además asistieron los ministros de gobierno Álvaro Elizalde (Segegob), Heraldo Muñoz (Cancillería) y Claudia Barattini (Cultura).

Al interior de la embajada, se plantó un olivar e instaló un monumento natural en homenaje a Lumi Videla.

En el acto, el ministro Secretario General de Gobierno leyó una carta de la presidenta Michelle Bachelet, que recordó las versiones de prensa falaces de parte de El Mercurio y La Segunda, que informaron del hecho como un asesinato de parte de los asilados políticos. “Hoy, 40 años después, cuando  es de público conocimiento que Lumi murió en una sesión de tortura a manos de la DINA, queremos dignificar su nombre y el de cientos de compañeros que encontraron refugio aquí luego del golpe militar”, leyó Elizalde.

Junto con homenajear el rol de la sede diplomática, Elizalde destacó que hace ocho años los integrantes de la plana mayor de la DINA fueron enjuiciados por el crimen contra Videla y la desaparición de su pareja, Sergio Pérez.

Elizalde contó además que con Dago Pérez, hijo de Lumi, fueron compañeros durante la enseñanza básica, donde compartió con dos amigos que habían vivido las consecuencias directas de la dictadura. “En esos años donde uno recién comienza a conocer el mundo, y nos tocó compartir. (…) Fueron momentos en los que para mí quizás era difícil concebir la maldad y el nivel de drama que vivió Chile, de cómo una sociedad, que si bien los crímenes los cometieron algunos, éstos contaban con la complicidad de la prensa y de sectores políticos y de muchos que guardaron silencio e incluso aplaudieron hechos de sangre tan dramáticos”, concluyó el secretario de Estado.

[rev_slider lumi]