Resultados en la FEUC: ¿El fin de la “colaboración crítica” con el Gobierno?

Resultados en la FEUC: ¿El fin de la “colaboración crítica” con el Gobierno?

Por: El Desconcierto | 24.10.2014

fachada puc         El resultado de la primera vuelta de las elecciones de la FEUC abre por primera vez en cinco años la puerta al retorno del Movimiento Gremialista, fundado por Jaime Guzmán, al control de la Federación. Durante los últimos años el gobierno del NAU ha supuesto un interregno que, entre otros aportes, fue decisivo para la consolidación del movimiento estudiantil en 2011 y desde entonces.

Este año, sin embargo, y en un escenario determinado por el gobierno de la Nueva Mayoría, el NAU no pudo retener el voto del estudiantado progresista y/o de izquierda, lo que se tradujo en que la lista del movimiento Crecer estuvo a punto de obtener el segundo lugar y dejar a la actual conducción fuera del balotaje.

Un primer factor a considerar, en este contexto distinto al periodo de Piñera, es que algunos sectores del movimiento estudiantil, entre ellos el NAU y la conducción de la CONES, hicieron suyo el concepto acuñado por Revolución Democrática de “colaboración crítica” para referirse a su relación con el Gobierno de Bachelet. En entrevista con El Desconcierto, el coordinador nacional de RD, Pablo Paredes, explicaba que este término definido por la Comisión Estratégica del movimiento “impulsa a colaborar en aquellas agendas que consideramos importantes, y a mantener nuestra independencia en los momentos en que tengamos discrepancias con la orientación que el Ejecutivo le esté dando a ciertas políticas. Esto ha sido muy positivo porque nos ha permitido actuar en una lógica mucho más analítica que la de la trinchera. En resumen, no somos parte de la Nueva Mayoría pero aportamos en ciertas agendas, como en la Reforma Educacional”.

Se está o no se está, parece decir un sector importante del estudiantado que esta vez hizo crecer al gremialismo por la derecha y a Crecer por la izquierda.

Esta sutileza meses después, especialmente por el trámite dificultoso del proyecto y por los pocos espacios de incidencia real que el Ejecutivo ha dado a los estudiantes, pareciera ser demasiado inasible para un movimiento que fue parido con dolor por la actitud del primer gobierno de Bachelet frente a la revolución pingüina y que, en el paradigmático 2011, se forjó como antitético a las políticas y prácticas que había ejecutado la Concertación. Se está o no se está, parece decir un sector importante del estudiantado que esta vez hizo crecer al gremialismo por la derecha y a Crecer por la izquierda.

El concepto de “colaboración crítica” entonces, ha tenido en los hechos dificultades para ubicarse en un domicilio político reconocible por la opinión pública en general, y por los estudiantes en particular. Es, además, un gesto con el Gobierno que no ha sido correspondido con acciones concretas que permitan justificarlo ante las bases.

Surgen, entonces, demandas por posiciones más categóricas que aluden también a un estado general de cosas, como una reacción a las inercias centrípetas del sistema binominal y de la política de los consensos que fue el sentido común en Chile por dos décadas. El mismo NAU, que durante estos años representó la alternativa posible al gremialismo en la FEUC, vio ahora cómo una lista postuló correr más aún la cerca y obtuvo por primera vez un apoyo estudiantil considerable para su propuesta.

La votación del gremialismo, por otra parte, es una demostración de la candidez con que ciertas voces, a la luz de la última elección presidencial y parlamentaria, se precipitaron a sentenciar la defunción de la derecha. Un mal resultado electoral no hace desaparecer a un sector social y cultural, como ya nos lo enseñó la historia de Chile con el tránsito desde el descalabro de la derecha en las parlamentarias de 1965 hasta el golpe de Estado de 1973. El pensamiento conservador no solo existe significativamente en la sociedad chilena, sino que en el nuevo contexto que demanda cambios busca las oportunidades para re-articularse, desde sus vertientes más moderadas a las más extremistas.

Este hecho debe ser consignado por los distintos referentes del movimiento estudiantil, puesto que las correlaciones de fuerza en la FEUC se parecen mucho más a las del país macro que las de otras federaciones universitarias importantes. Evitar la confusión en la lectura a partir del microclima político estudiantil es condición para que el movimiento tome decisiones que le favorezcan en los meses que vienen.