Caso Pollos: Chile, país de colusiones
El Fiscal económico, Felipe Irarrázaval, califico la acción del TDLC como “el cartel más grande que el sistema de libre competencia haya tratado de desbaratar en Chile, desde su creación en 1959". En tanto, el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, sentenció que "la colusión de pollos es el delito más grande de la competencia en Chile".
Por el alto nivel delictivo de la colusión de las empresas Agrosuper, Ariztía y Don Pollo,el TDLC multó a las tres empresas por $60 millones de dólares. De modo desagregado, Agrosuper y Ariztía se llevan la multa más grande debiendo pagar US$25 millones cada uno, y Don Pollo debe pagar US$11 millones.
Además, las tres empresas estarán obligadas a someterse a un programa de cumplimiento de la normativa de defensa de la libre competencia por 5 años, algo similar al programa de ética encomendada a los dueños de La Polar, quienes repactaron unilateralmente créditos de consumo.
Multas versus Utilidades
En total, las tras empresas avícolas provocaron un daño calculado que supera los US$1.343 millones en el período 1996-2010, según el estudio de la Fiscalía Nacional Económica. Las multas de 60 millones de dólares quedarían aún muy por debajo de la ganancia por concepto de colusión. En perspectiva, para Agrosuper esta multa representa un 1,2% de lo que venden en un año.
Este caso recuerda la reciente colusión de las Farmacias SalcoBrand, Ahumadas y Cruz Verde. En aquella ocasión la multa designada fue de 13 millones de dólares a cada una, en total US$39 millones. Sin embargo las utilidades a raíz de alzas concertadas en los precios de 222 medicamentos, arrojaron resultados beneficiosos para Cruz Verde por $13.107 millones (US$20,2 millones), FASA de $7.616 millones (US$11,7 millones) y a Salcobrand de $6.539 millones (US$10,1 millones).
Al respecto, el presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios, Conadecus, Hernán Calderón estimó que “es muy atractivo poder coludirse porque las multas son bajas en consideración con los daños que causan. En este caso se aplicó la multa máxima que permite nuestra normativa pero claramente esta multa que va a beneficio fiscal, no compensa a los consumidores pero tampoco inhibe que otros mercados estén actuando de la misma manera”. A modo de ejemplo, Calderón señaló que en otros países, cuando cometen un delito de colusión las multan son tres veces al daño causado. “Eso inhibe completamente que vuelva a suceder”, aseguró.
Altos Precios a Necesidades Básicas
“En Chile no existe una competencia efectiva y real en la gran mayoría de los mercados”, asegura Calderón, ya que se dan dos características claves: por un lado la concentración de los mercados en 2 a 4 grandes mayoristas y, por otro, las penas bajas a quienes cometan infracciones financieras o laborales. Para el presidente de Conadecus, “la competencia es más un mito que una realidad”.
Al haber colusión de precios, esto permite que las empresas se pongan de acuerdo para subir los precios más allá de su costo real. Esta situación afecta directamente a los consumidores. Gonzalo Durán, investigador de la fundación Sol, señala que “Chile es un país que tiene un nivel de precios parecido a la sociedades europeas, esto de alguna manera está asistido por parte del Estado. Las regulaciones son bastantes laxas”.
Este nuevo caso de colusión tiene la particularidad, parecida a la del caso Farmacias, que fija altos precios a productos de necesidad básica familiar, lo que, según Durán. apunta a concentrar los ingresos en manos de pequeños grupos económicos. “Está en el ADN del empresariado Chileno”.
El economista de la Fundación Sol destacó que el caso de la colusión de los pollos no es excepcional, y enumeró el caso de las farmacias, “El uso del FUT para eludir el pago de impuestos, el caso La Polar, el caso Cascada, el caso de los proveedores y Cencosud, el perdonazo millonario que tuvo Ripley y Johnson y las ganancias sobrenormales de las empresas de servicios esenciales como por ejemplo Metrogas, también el caso Penta”, son una seguidilla de hechos que componen una “cultura empresarial chilena”.
Para el presidente de la Asociación de Usuarios los actores del mercado que están en una posición dominante sacan del mercado a los más pequeños por distintos procedimientos. Por ello, propone equiparar costos para apoyar a los pequeñas y medianos productores. “A lo pequeños actores que entran a esos mercados les es imposible competir con estos controladores”, explica.
Desde otro punto de vista, Durán argumenta que “lo fundamental es volver a la acción colectiva” ya que asegura que “no hay que esperar que la élite política de chile, en los partidos dominantes que están hoy en día en el parlamento, vayan a tomar decisiones porque muchas veces esas misma personas están coludidas con el poder económico”, sentenció.